Título: Eran morenos y de ojos
dorados (o cómo dar un nombre)
Autor: Ray Bradbury
Traducción: Miguel Márquez
Ilustraciones: Óscar Sanmartín Vargas
Publica: Tropo Editores
Páginas: 40
Precio: 20 €
A pesar de las dificultades técnicas y
la distancia, parece que coger el cohete que nos lleve a viajar a Marte está
cada vez más cerca. Aunque, ¿y si lo que allí encuentran los afortunados
viajeros no es exactamente lo que todos esperamos? ¿Qué pasaría si las máquinas
que hemos enviado al planeta rojo no nos están mandando toda la información
relevante? ¿Y si Marte esconde sus propios misterios? De viajes a Marte,
situaciones inesperadas en el planeta rojo y mucho más nos habla Eran morenos y de ojos dorados (o cómo dar
un nombre), el relato ilustrado de Ray Bradbury por Óscar Sanmartín Vargas que
a continuación os comento.
Harry Bittering, su
mujer Cora y los hijos de ambos, Tim, Laura y David, aterrizan un buen día en
Marte. La Tierra está en crisis y convertirse en colonizadores del planeta rojo
le parece al cabeza de familia una buena idea. Tan solo será por un tiempo,
espera él, solo hasta que la amenaza de guerra se desvanezca de la faz de La
Tierra. Cuando la guerra finalmente estalla en el planeta azul, los Bittering
se encuentran sin opciones para regresar. Esto produce un cierto malestar en
ellos, sobre todo en el cabeza de familia. Poco a poco, sin embargo, conforme
su piel se oscurezca y sus ojos se vuelvan dorados, descubrirán que ya no
tienen ganas de volver a su lugar de origen,
y que Marte, sin duda, les ha cambiado para siempre.
Eran
morenos y de ojos dorados (o cómo dar un nombre),
este magnífico relato de Ray Bradbury, fue publicado por primera vez en 1949 en
la revista Thrilling Wonder Stories para, en 1960, formar parte de la antología
de cuentos Remedio para melancólicos. Hoy lo podemos encontrar en forma de
maravilloso libro ilustrado publicado por Tropo Editores.
La historia nos habla
de una familia que se muda a Marte. El lugar, lejos de ser inhóspito, se va
volviendo cada vez más y más acogedor, hasta el punto de hacer creer a sus
habitantes que volver a La Tierra ya no es importante.
La trama es sin duda
inquietante. Ray Bradbury se sirve de sus armas narrativas para crear una
atmósfera acogedora, a la vez que misteriosa: un espacio que atrapa tanto a los
colonos del planeta como a los lectores.
Como siempre, Óscar
Sanmartín Vargas nos ofrece un impecable trabajo. Sus ilustraciones, en las que
destacan las distintas tonalidades del marrón y del sepia, no solo combinan
perfectamente con la narración de Bradbury, sino que también hacen que el
lector se embulla aún más de ese universo surrealista marciano para respirar
junto a los Bittering esa apacible inquietud, ese misterio del que os hablaba
antes.
Eran
morenos y de ojos dorados (o cómo dar un nombre) es
un relato breve que nos habla sobre el sueño de colonizar Marte, de lo que
podría pasar si un día vemos que La Tierra puede llegar a ser destruida por las
guerras y de la capacidad de adaptación del ser humano. Esta capacidad de
adaptación, tal y como nos descubre Bradbury, choca frontalmente con la
capacidad de sobrevivir del propio medio ambiente, en este caso, el marciano. Como
bien sabía Bradbury, al final la naturaleza gana siempre la batalla.
En definitiva, Eran morenos y de ojos dorados (o cómo dar
un nombre) es un cuento, sin duda, que dará mucho que pensar a los
lectores. Esta historia supone una maravillosa pieza de ciencia ficción que
todos los aficionados al género deberían conocer. Y si es gracias a un volumen
tan bello como el que nos ofrece Tropo Editores, mejor que mejor.
Cristina Monteoliva