Creo que no he debido de ser la única
que recibió con cierto estupor hace unos días la noticia de que Finlandia
decidiera dejar de enseñar a los niños a escribir a mano en los colegios.
Entiendo que nuestro mundo está cada vez más informatizado, que el futuro va a
ser de las máquinas; aunque en mi mente no entra la idea de dejar para siempre
la escritura “analógica”. Porque la tecnología a veces falla, y cuando lo hace
y hay necesidad, hay que recurrir a lo manual para apuntar un número de
teléfono, la lista de la compra, una dirección, qué se yo. En serio: no concibo
la idea de una persona del futuro sin saber cómo se coge un lápiz para apuntar
su nombre en una hora de papel.
En fin, no quiero
ahondar mucho en esto, menos aún después de encontrar este artículo que viene a
indicarnos que lo que se ha difundido de Finlandia no es del todo cierto:
Pero hablando de
escribir en papel, ¿eres de los que sigue escribiendo cartas, pensamientos,
poemas o relatos en hojas blancas o a rayas no digitales? ¿De los que todavía
de vez en cuando se siente más cómodo haciendo las cosas como se ha hecho
durante siglos? Yo sí. Aunque confieso que ahora mismo no lo hago tanto como
antes. Hasta hace unos años, todos mis manuscritos pasaban primero por su
versión en papel. Ahora… Bueno, ahora me he vuelto más vaga. Sí, esa es la
palabra. Porque a mí en realidad me encanta escribir en papel, pero me da
pereza ponerme luego a pasar a limpio. Y mira que sé que lo de escribir en
papel tiene ciertas ventajas, como:
-Tienes menos
distracciones que cuando estás delante del ordenador, ya que no te pones a
mirar internet cada dos minutos. ¡Concentración a tope!
-Como no puedes borrar
líneas, te ves forzado a centrarte y a escribir “sin mirar atrás”. Y lo que
salga, ya los corregirás en las siguientes versiones de la historia, como tiene
que ser. ¡Fuera inseguridades!
-Como consecuencia de
los dos puntos anteriores, al final acabas escribiendo durante una hora, de una
sentada. ¡Eficiencia total!
En fin, que voy a ver
si consigo volver a escribir a mano mis cosas, que falta hace avanzar de vez en
cuando.
Mientras lo hago o no,
voy a empezar una serie de artículos sobre los escritores que siguen escribiendo
a mano sus primeros borradores, a manera de homenaje. Si quieres salir tú
también en uno de los artículos, escríbeme a crismonteoliva@hotmail.com
Y para terminar, unas
fotos de mis numerosas libretas:
©Cristina Monteoliva