Título: Histopía
Autor: David Means
Traducción: Jon
Bilbao
Publica: Sexto Piso
Páginas: 368
Precio: 22,90 €
No sé mucho de historia, menos aún de
guerras y batallas; pero si me preguntáis por un conflicto armado en el que los
Estados Unidos de América hayan participado y que se pueda considerar un
fracaso desde distintos puntos de vista, diría que la guerra de Vietnam. Aunque
pasen los años, esta guerra aún está muy presente para muchos americanos. Y no
es de extrañar: los que volvieron de ella, no solo lo hicieron con aires de
derrota, sino cargando sobre sus espaldas con un tremendo estrés postraumático
que, en aquellos tiempos (puede que tampoco ahora) no se sabía cómo tratar. Sobre
esto y mucho más va precisamente Histopía,
la novela de David Means de la que hoy os vengo a hablar.
Tras volver de Vietnam,
el joven Eugene Allen se encerró en su cuarto y escribió Histopía, una novela en la que Kennedy no moría cuando lo hizo
realmente, la guerra de Vietnam se prolongaba más allá de lo imaginable, los
soldados retornados eran tratados con el fin de borrar todo rastro de trauma y
el gobierno de los Estados Unidos contaba con la agencia llamada Psych Corps
para capturar a todos los tratados que no respondían satisfactoriamente al
proceso médico. En esta historia, los agentes de la Psych Corps Singleton y
Wendy no solo romperían las reglas atreviéndose a mantener una relación
amorosa, sino que experimentarían con drogas y sexo con el fin de averiguar qué
le pasó al primero en Vietnam para, más tarde, ir en busca de Rake, un
psicópata que no fue curado de sus traumas por las vías reglamentarias. Tras la
escritura de esta brillante novela, su autor, Eugene Allen, se suicidaría,
dejando un poso agridulce en todos los que lo conocieron. Pero, ¿por qué lo
hizo en realidad? ¿Por Vietnam o por algo más?
Histopía
es un libro complejo dividido en tres partes. En la primera de ellas, plagada
de notas del editor, notas del fallecido autor y entrevistas a personas
allegadas a este último, sabremos que Allen volvió de Vietnam lo
suficientemente tocado como para escribir una novela genial y acto seguido,
suicidarse.
Tras esta introducción,
nos encontramos con el grueso de la obra: la propia Histopía, una historia en la que Kennedy no murió en el atentado de
Dallas y se pasa la vida intentando que lo rematen, los soldados de Vietnam son
tratados por un proceso por el que pierden todos sus recuerdos traumáticos y el
gobierno vela por capturar a todos los que no consiguen curarse. En este
contexto tan interesante conoceremos a Rake, un psicópata que, por algún motivo
desconocido, secuestra a otra paciente de curación fallida: la joven Meg. Tras
Rake deberán ir Singleton, un agente de la Psych Corps curado de sus traumas, y
Wendy, la compañera de trabajo con la que entabla una relación prohibida por
las normas. La trama nos desvelará no solo la forma adecuada para volver a
recuperar los recuerdos dolorosos, sino también los extraños lazos que unen a
tan pasionales personajes.
La tercera y última parte
de este libro nos aporta nuevas entrevistas a personas que conocieron a Allen,
pero también alguna que otra nota suya y un buen número de cartas de suicidio. Si
bien la primera parte me ha resultado la menos relevante de todas, esta tercera
me ha aportado mucha luz a la hora de entender el sentido de Histopía desde el punto de vista de
Eugene Allen, su autor ficticio, y de la de David Means, su autor real. Sin
ánimo de arruinar la sorpresa a todos aquellos que os animéis con este libro,
diré que la decisión de suicidarse de Allen tuvo que ver con Vietnam, pero
también con otras personas y otros hechos que, de alguna manera, este joven
atormentado intentó plasmar en su gran obra
Histopía,
obra Finalista del Man Booker Prize 2016, es, en definitiva, una original y
reflexiva novela ucrónica que nos habla de las terribles consecuencias que las
guerras tienen en los soldados, la imposibilidad de huir de los malos recuerdos
y la necesidad que toda persona tiene de poder apoyarse en otra u otras con el
fin de superar los traumas o, al menos, a la hora de sobrellevarlos lo mejor
posible, entre otras muchas cosas. Así que, amigo lector, si te interesa la
guerra de Vietnam, la buena literatura americana y los personajes
psicológicamente complejos y atormentados, no lo pienses más: Histopía es tu libro. Aunque de algo he
de advertirte antes de emprender la lectura: es imposible entrar en esta
historia sin salir afectado, de una u otra forma. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva