domingo, 7 de febrero de 2016

Reseña: CADAVERCITA ROJA, de Luis Murillo y Emi Ordás

Título: Cadavercita Roja
Texto: Luis Murillo
Ilustraciones: Emi Ordás
Publica: Algar Editorial
Páginas: 48
Precio: 15,95 €

¿Qué pasa con los protagonistas de los cuentos cuando estos acaban? ¿Qué hay más allá del “y vivieron felices y comieron perdices”? Y si son por siempre felices, ¿a dónde van cuando mueren? Tal vez penséis que tanto estrés me tiene un poco loca y por eso desvarío. Pero, creedme: después de leer mi reseña sobre Cadavercita Roja, el libro escrito por Luis Murillo e ilustrado por Emi Ordás publicado por Algar Editorial, seguro que entendéis mis preguntas.
Ha pasado mucho tiempo desde que Caperucita Roja, la tierna niña creada por Perrault, llevara cestitas de comida a su abuelita a su casa del bosque. Tanto, que Caperucita y sus padres acabaron muriendo. En el mundo espectral, la antes niña es conocida ahora como Cadavercita Roja. Tierna e inocente como siempre, sus padres intentan utilizarla para conseguir algo de la abuela, que aún sigue viva y con más ganas de dar guerra que nunca. Cadavercita vuelve al bosque con su cestita. Lo que pasará más tarde con la abuela, el lobo y la niña dejará a más de un lector patidifuso.
¿Aburridos de las versiones edulcoradas de los cuentos infantiles? ¿Os gustan las versiones siniestras de cuentos que, en origen, eran ya de por sí siniestros? Entonces no os perdáis Cadavercita Roja, esta continuación gótica de las andanzas de la niña de la caperuza del color de la sangre.
En este libro encontraréis ilustraciones donde predominan el blanco, el negro, el rojo y los seres espectrales, una abuela muy lista y guerrera, un lobo bastante tonto y, cómo no, una niña cadavérica lo suficientemente ingenua como para no darse cuenta de las malas intenciones de sus padres.
Con un texto divertido y siniestro y, como digo, unas ilustraciones muy acorde con la historia, Cadavercita Roja va a hacer las delicias tanto de niños como de no tan niños, de los amantes de lo gótico y de los que aman lo diferente y original. ¡Para no perdérselo, amigos!
Cristina Monteoliva