viernes, 10 de abril de 2015

Reseña de ¡ASÍ DE GRANDE!, de Ednar Ferber

Título: ¡Así de grande!
Autora: Edna Ferber
Traducción: Íñigo Jáuregui
Edita: Libros Nórdica
Páginas: 304
Precio: 19,50 €

Son muchas las cosas que diferencian a un libro de ficción perdurable del que está condenado a ser una moda pasajera. Muchas cosas que al final se pueden resumir, desde mi punto de vista, en una sola: un libro perdurable en el tiempo, una verdadera joya literaria, trata temas que siempre estarán de actualidad en la vida del ser humano, de tal forma que el lector pueda empatizar con los personajes casi sin darse cuenta. Pienso esto después de leer ¡Así de grande!, la obra de Edna Ferber ganadora del prestigioso Premio Pulitzer que nos trae de nuevo a nuestros días Nórdica Libros. El libro del que a continuación os hablaré.
Selina Peake DeJong es tan solo una adolescente cuando aterriza en la zona de Nueva Holanda, cerca de Chicago (Estados Unidos). Su padre, un jugador profesional, ha muerto trágicamente y Selina ha de hacerse cargo de sí misma aceptando un puesto de maestra en una escuela rural. Pronto conoce a un hosco granjero que la convierte en su esposa. A la muerte de este, Selina no solo ha de hacerse cargo de su hijo, al que ella llama cariñosamente Sobig (así de grande), sino que también habrá de enfrentarse a una ruinosa granja, a las habladurías de la gente y al imparable progreso.
Selina Peake DeJong es una mujer inteligente, optimista y enérgica. En la ciudad, si su padre no hubiera muerto tan repentinamente, podría haber llegado lejos de una forma u otra. Viuda de un granjero y con un hijo pequeño a su cargo, sin embargo, a Selina no le queda más remedio que convertirse en una campesina fuerte y testaruda, una mujer emprendedora que acaba haciendo lo imposible por conseguir que su hijo estudie y llegue lejos en la vida. Tan lejos como la propia Selina se merecía, aunque ella no piense conscientemente en ello.
Dirk, por su parte, es un joven inteligente al que le toca vivir un tiempo continuo de cambios: la muerte prematura de un padre, la guerra, la crisis económica… Dirk es de origen humilde, pero le gusta moverse entre la gente con dinero. Ello le llevará a cambiar de profesión. Una vez arriba, sin embargo, descubrirá que las cosas importantes son otras, y que el verdadero amor no se consigue con dinero.  Tal y como su madre le ha dicho siempre.
Admito que no sabía muy bien qué me iba a encontrar cuando comencé a leer ¡Así de grande! Creo que pensaba que la historia estaría centrada en Dirk, el hijo de Selina, tal vez desde el punto de vista de la madre sensiblera que convierte a su hijo en el centro de su universo. Tal vez que todo sería bucólico y tierno en el campo.  No podía estar más equivocada. Para empezar, esta novela nos narra la vida de los dos, madre e hijo, pero más la de Selina que de Dirk, mostrando siempre ese lado valiente y adelantado a su tiempo de la mujer que creía ser trigo cuando para mí es esmeralda. (Según el padre de Selina, en el mundo solo hay dos clases de persona: unas son trigo; otras, esmeralda).
En segundo lugar, porque la esencia de esta historia, que se mueve desde finales del siglo XIX hasta los años 20 del siglo XX, el tema principal, podría extrapolarse perfectamente a la época actual.
En tercer lugar, porque esta novela nos da a conocer aspectos de la América de aquellos años en los que otras obras no reparan, haciendo que el lector se interese en averiguar más acerca de la época.
Todas las madres quieren que sus hijos tengan éxito en la vida y sean felices. Muchas de ellas quieren que sus vástagos tengan la vida que ellas merecían y que, por una cuestión o por otra, no han tenido. A menudo esos hijos aprovechan con esmero las oportunidades que se le presentan. Otros, sin embargo, no saben valorar del todo lo que la vida les ofrece. Lo extraordinario de Selina es que jamás reprocha nada a su único hijo, jamás le echa en cara sus sacrificios. No se muestra en ningún momento amargada por lo que no pudo ser. Siempre mira hacia adelante, incluso cuando no parece haber un camino para seguir. Nos enseña que la verdadera fuerza está dentro de nosotros. Porque Selina, como decía antes, es una esmeralda disfrazada de trigo.
¡Así de grande!, en definitiva, es una obra apasionante llena de vivencias extraordinarias, personajes carismáticos y mensajes totalmente atemporales, escrita con una prosa fluida a la par que exquisita. Una novela para leer y releer con gusto. Yo que tú, sinceramente, no me la perdería.
Cristina Monteoliva