jueves, 9 de octubre de 2014

Reseña de LA REINA DE LAS DOS LUNAS, de José Manuel García Marín

Título: La reina de las dos lunas
Autor: José Manuel García Marín
Editorial: Roca Editorial
Págs: 287
Precio: 18 €

A pesar del dinero, el glamour y los privilegios varios, creo que ser princesa o reina no debe de ser tan idílico como nos han contado en los cuentos de hadas. Al protocolo estricto a seguir y el acoso de los medios hay que sumarle lo que puede que importe más que cualquier otra cosa: la falta de libertad para ser una misma y para decidir en cada momento lo que es mejor para tu futuro. De esto y mucho más va “La reina de las dos lunas”, la novela histórica de José Manuel García Marín de la que hoy os hablaré.
Estevan es un joven pastor de Mijas que, tras ser capturado por un temible pirata turco en las playas de su localidad, es llevado como esclavo a la ciudad de Fez. También en Fez nos encontraremos con Yumana, la nueva sultana, una muchacha rebelde que sueña con la libertad que el matrimonio impuesto le ha robado. El destino se encargará de hacer que Estevan y Yumana se conozcan, se enamoren y huyan juntos a España, país en el que tal vez puedan hacer sus sueños realidad tras un sinfín de aventuras y desventuras de las que este libro os dará buena cuenta.
Para que una novela pueda ser catalogada como histórica ha de partir de un hecho o hechos históricos fehacientes. En el caso de “La reina de las dos lunas” sabemos, tal y como podemos leer en la contraportada del libro además de por la entrevista que José Manuel García Marín nos ha concedido, que, y aunque parezca increíble y más propio de un cuento con final feliz, en el año 1520 una de las esposas del sultán de Fez huyó junto a un esclavo cristiano hacia España. Carlos V y Germana de Foix apadrinaron a la que a partir de entonces se llamaría Juana de Carlos, quien más tarde se establecería junto a su enamorado en Mijas.
Muchos son los puntos a destacar de esta novela que nos hace viajar, entre otros muchos lugares, a un Fez mágico en el que todo parece ser posible. Lo primero que me gustaría comentaros tiene que ver precisamente con lo logrado de la ambientación. Se nota que José Manuel García Marín se ha documentado a fondo a la hora de escribir esta novela. Pero no os equivoquéis interpretando mis palabras, pues, a diferencia de otras novelas históricas que pueden abrumar con un exceso de datos, en esta encontraréis que no sobra ni falta nada para hacer que nos metamos en la historia con naturalidad.
En segundo lugar os diré, como creo que es evidente, que “La reina de las dos lunas” es una historia de amor en la que, a pesar de todos los contratiempos (que no serán pocos), los protagonistas consiguen estar juntos y por fin lejos del peligro. Que las vicisitudes sean muchas, la acción y la emoción abunden, hace que esta novela sea también idónea para los amantes de las novelas de aventuras de corte clásico (en ocasiones esta obra nos hará recordar a aquellas películas en blanco y negro con las que pasar una buena tarde de domingo).
En tercer lugar, y puede que lo más importante: esta novela supone un canto a la libertad, pues su búsqueda es lo que fundamentalmente mueve a los protagonistas, la bella y astuta Yumana, esa joven condenada a un matrimonio infeliz y al encierro del harém, y Estevan, ese joven convertido en esclavo que clama venganza por el asesinato de su padre por parte de un terrible pirata turco. Ya sabéis que al final conseguirán ser libres estando los dos juntos, pero, aun así, ¿no crees que merecerá la pena descubrir por ti mism@ cómo lo logran en realidad? Anímate, por tanto, a sumergirte ahora en las páginas de “La reina de las dos lunas”, una novela histórica bien escrita y bien documentada que te dará a conocer como eran tanto la Andalucía como la ciudad de Fez del siglo XV, la vida en la corte de un despiadado sultán, la crueldad de los piratas turcos del Mediterráneo, la esclavitud cristiana en África, la soledad de las princesas árabes, el poder de la magia y el amor… Estoy segura, que al igual que los novios fugados, tú no te arrepentirás de emprender esta aventura. ¿Te atreverás a comprobarlo?
Cristina Monteoliva