Páginas

lunes, 2 de octubre de 2023

Reseña: ECHIDNA, de Beatriz Alcaná.

 

Aunque disfruto de la lectura de las novelas de terror más actuales, de vez en cuando también me gusta revisar una que se inspire en lo clásico, ofreciendo una visión rejuvenecida de los monstruos que nos hicieron estremecernos antaño. Si a ti también te agradan este tipo de obras, te recomiendo Echidna, la novela de Beatriz Alcaná ganadora del V Premio de Novela Corta de Terror e Historias Fantásticas de la Casa de la Cultura “Marta Portal” de Nava (Asturias): el libro del que hoy hablaremos.

Mediados del siglo XIX. El HMS Echidna es una nave con una misión científica: localizar el polo sur magnético. A bordo viajan el doctor Terrance Derleth, el joven cirujano Graham Doyle y el intrépido teniente Virgil Lockhart, los tres protagonistas del horror que se avecina. Todo comienza cuando el doctor Derleth se comunica por carta con su antiguo amor, Lady Augusta. La dama, que vive en Tasmania, lugar en el que el barco pasará el invierno, le informa a su amigo de que su ahijada, Moira Cox, sufre una suerte de delirios que la hacen creer que unas criaturas ancestrales la llaman desde lo más hondo del océano. Por supuesto, el veterano médico está dispuesto a ayudar con el problema, sin saber que será el comienzo de la perdición de la tripulación del Echidna. ¿Hasta qué punto será responsable la joven Moira de lo que ha de pasar?

Creo que he de comenzar esta reseña afirmando que Echidna es una obra sin duda singular, por varios motivos. El primero, porque en sus escasas sesenta páginas su autora ha sido capaz de condensar una historia que a otros autores les costaría al menos cuatrocientas. En segundo lugar, porque rescata del pasado tanto aquellas románticas expediciones científicas decimonónicas como a los monstruos clásicos marinos. Después, porque lo que vamos a encontrar dentro de este libro son cartas y fragmentos de un diario. Y finalmente, porque dos de sus protagonistas, Moira Cox y Graham Doyle, solo están presentes de forma indirecta, lo que los convierte en personajes aún más intrigantes.

Tres son las voces que nos dan a conocer lo que sucede desde que lady Augusta contactara con el doctor Derleth hasta el final de la historia: los propios Augusta y Derleth y el teniente Lockhart. Los tres dan cuenta de todos los detalles pertinentes y misteriosos. Aquí nada sobra (recordemos lo escueta que es la narración) y lo que falta, tendrá que ser el lector quien lo imagine (para su horror).

El estilo, magnífico, impecable, no podría estar más logrado. Si el lector no sabe que la autora de los textos que componen este libro es más que actual, llegará a pensar que se encuentra ante una obra escrita por alguien en el siglo XIX.

Pero, ¿qué es lo que le sucede a la desdichada Moira Cox? La muchacha, ahijada de lady Augusta, aunque secretamente las unan otros lazos, cree sentir la llamada de unas antiguas criaturas marinas que nos harán pensar en la literatura de H. P. Lovecraft, fundamentalmente (aunque también, en parte, a la de Edgar Allan Poe). Por supuesto, estos monstruos tienen oscuras intenciones. La tripulación del Echidna se verá implicada. La cuestión a tener en cuenta: ¿Es Moira Cox un alma pura o la suya se ha visto corrompida por el horror?

Echidna, en definitiva, es una magistral novela corta que encierra todo un mundo en su interior. Una obra terroríficamente intrigante que hará las delicias de los amantes del terror, pero, sobre todo, de los que disfrutamos de la literatura de calidad. Espero que esta historia dé mucho que hablar. Por lo pronto, ¿por qué no te animas a leerla? Aunque, cuidado: ¡los monstruos marinos acechan!

Cristina Monteoliva