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lunes, 29 de mayo de 2023

Reseña: TODO LO QUE APRENDIMOS DE LAS PELÍCULAS, de María José Navia.

 

No es ningún secreto: crecí pegada al televisor. De niña, me gustaban los programas infantiles, pero también las series y las películas para adultos. Probablemente, buena parte de lo que soy ahora se lo deba a todas esas horas de imágenes, diálogos, secuencias. Tampoco es de extrañar que otras muchas personas piensen que le deben tanto al cine. Hasta el punto de titular su libro de cuentos Todo lo que aprendimos de las películas, en el caso de María José Navia. ¿Quieres saber la impresión que me he llevado de esta lectura? No tienes más que seguir leyendo esta reseña para ello.

Todo lo que aprendimos de las películas es una antología compuesta por un total de diez relatos de extensiones variables y temáticas, en muchas ocasiones, similares. De hecho, tengo una teoría: este libro esconde una novela fragmentaria. Os lo explicaré mejor a continuación.

El libro arranca con Mal de ojo, la historia de una mujer que anhela formar parte de la familia del padre y el hijo que conoce en la consulta de oftalmología a la que tiene que acudir continuamente por sus problemas oculares.

El quinto relato se llama Bond. En él, conoceremos a una mujer que se relacionará toda su vida con uno de los exnovios de su madre.

Y aquí es cuando empezamos a hablar de la novela que oculta este libro, de esos relatos que se relacionan entre ellos de una forma a veces sutil, a veces más notable. Estos cuentos se titulan Dependencias, Sacar la lengua, Fan, Guardarse el aire, Escenas borradas, Gretel, Sirena y Calima.

Os pongo en situación: Constance Bergman es una importante novelista que da clases en la universidad. Durante un tiempo, estuvo casada y tuvo una hija, Laura. Laura estaría a punto de ahogarse en una piscina cuando era niña, o no tanto. Los veranos los pasaba observando a las señoras mayores y a las otras chicas, siempre sintiéndose diferente. Constance no le haría mucho caso. En algún momento, madre e hija se mudarían a una casa en la que una pareja intentó tener un hijo sin éxito.

Constance es un misterio. Sabemos que tiene una amiga, Diana y un amigo Alberto, con el que ella y Laura pasan las vacaciones de verano. Laura guarda dentro de ella mucha información sobre su madre. Ha de transmitirla al periodista que tras su muerte se encargará de escribir su biografía, pero se muestra reticente. En el futuro, alguien tendrá libros de la escritora en su casa.

Como era de esperar, las alusiones al mundo del cine son una constante, aunque nunca tanto como en el relato Escenas borradas, donde se habla, y mucho, de la película El mago de Oz.

Buena parte de estas historias tienen lugar en verano o al menos, esa esa es la sensación que tengo tras encontrar playas y piscinas en varios de ellos.

Siempre hay algo turbio, algo que pesa y que parece no dejar avanzar a nuestras protagonistas, pues normalmente son ellas las que están en el foco.

Sin duda, María José Navia demuestra en este libro tener un estilo único, una fuerza que hace que sus narraciones resuenen. Es por ello que recomiendo Todo lo que aprendimos de las películas a los amantes de los relatos originales y bien armados. A todos los que, como yo, siempre habéis vivido el cine y la literatura con intensidad.

Cristina Monteoliva