Las discrepancias entre
escritores no son cosa de la era de Twitter y el resto de redes sociales. Estas
rencillas, algunas, la mar de entretenidas para los que las ven desde fuera,
existen probablemente desde el principio de los tiempos. Si bien algunas
discusiones pueden tener su razón de ser, muchas de ellas son fruto de la
cabezonería de dos mentes creadoras que no quieren tener rival. De esto y mucho
más va la comedia romántica Dos formas de
escribir una novela en Manhattan, la nueva historia de Carmen Sereno de la
que os hablaré a continuación.
Tras
quedarse con el corazón roto por culpa de un ex novio, Siobhan Harris decide
plasmar su historia de amor y desamor en una novela. Si bien ella misma no
creía que su obra fuera a salir de la aplicación gratuita de historias en la
que la ha colgado, de pronto se encuentra con que una gran editorial quiere
publicársela. El éxito es inmediato. Pero, ¿qué más podría escribir nuestra
chica, si no le quedan más vivencias interesantes que plasmar en el papel?
Por
su parte, Marcel Black es un exitoso escritor afroamericano de novela negra que
prefiere vivir en el anonimato. Tras matar a su gran protagonista en el último
libro de la saga que lo lanzó al estrellato, no sabe muy bien qué escribir.
Siobhan
y Marcel se encuentran casualmente en Twitter y acaban teniendo una larga
discusión, ya que Marcel no cree que la novela romántica sea un género que
merezca la pena. Pero, ¿y si el destino les deparara una sorpresa? ¿Y si
tuvieran que escribir una novela juntos, una llena de amor y misterio?
Confieso
que hace bastante que no leo novela romántica y que no entraba en mis planes
hacerlo ahora. La cuestión es que Dos
formas de escribir una novela en Manhattan no es solo una comedia
romántica: es una sobre el mundo de los escritores, algo que me suele resultar
fascinante. Partiendo de esta premisa, me decidí por esta lectura.
Nuestros
protagonistas son las dos caras de la moneda literaria actual: Siobhan es la
chica que ha conseguido el éxito de casualidad en un género denostado por muchos:
el de la novela romántica; por su parte, Marcel es el autor que escribe bajo
pseudónimo y se ha creado una reputación éxito tras éxito de sus novelas
policiacas. Los dos tienen sus inquietudes, sus métodos, sus formas de ver el
mundo. La cuestión es: ¿conseguirán llegar a un consenso y escribir una novela
juntos?
La
polémica está servida. El mundo real está lleno de escritores que menosprecian
a otros colegas porque escriben géneros distintos al suyo (y que creen
inferiores). Todo el mundo quiere ser el mejor, y pelearse es tan fácil en
redes sociales… ¿Nos plantea esta novela un imposible? Bueno, estamos ante una
historia romántica, y ya sabemos que en este género lo normal es que los enemigos
acaben siendo amantes después de un tira y afloja que, en este caso, resulta
bastante interesante.
¿Siobhan
o Marcel? Desde luego, tal y como se nos plantea en la historia, es más fácil
sentir simpatía por ella, una persona que casi nunca se enfada y tiene un trato
tan fácil. Marcel, sin embargo, nos dará más juego: es un hombre con un pasado
complicado, lleno de traumas, todo un tipo al que conquistar.
Otro
aspecto a destacar es la ambientación de la obra. La historia se ubica entre
Nueva York y Nueva Orleans. Las dos ciudades quedan perfectamente descritas, de
manera que es muy sencillo para el lector sumergirse en ellas.
Dos formas de escribir una novela en Manhattan
es, en definitiva, una ardiente y original comedia romántica, pero también una
buena obra con la que conocer un poco mejor el mundo de los escritores, sus
similitudes, sus diferencias, y sus razones para llegar a enfrentarse en redes
sociales hoy en día. Una historia que nos invita a pensar que un mundo mejor es
posible siempre que seamos capaces de acercar posturas. Y tú, ¿sabes ya con qué
tipo de escritor te quedas? Si todavía tienes tus dudas, te invito a que leas
esta novela y por fin te decidas.
Cristina Monteoliva