Título: Una chica
como ella
Autor: Marc Levy
Traducción: Isabel
González-Gallarza
Ilustraciones: Pauline
Lévêque
Publica:
HarperCollins Ibérica
Páginas: 301
Precio: 19,90 € / 9,99 € (ePub)
Por desgracia, clasismo
y racismo siguen estando muy presentes en las sociedades de hoy en día. Alguien
ve a otra persona por la calle y lo encasilla solo por el color de su piel, por
la forma en que va vestida o un simple gesto. Encasillar a los demás no solo es
simplista: es injusto. Al fin y al cabo, no existen en el mundo en realidad dos
personas iguales, tal y como nos viene a demostrar Una chica como ella, la nueva novela de Marc Levy de la que hoy
hablaremos.
Nueva
York está lleno de edificios emblemáticos, aunque no todos pueden presumir de
tener un ascensor único, como el que nos encontramos en el número 12 de la
Quinta Avenida. El ascensor, toda una reliquia, ha de ser accionado
manualmente, por lo que se necesitan dos ascensoristas, el de día y el de
noche, para llevar a sus inquilinos a sus casas o bajarlos a la calle
continuamente. El encargado del turno de día es Deepak, un hombre originario de
La India cuyo sueño es subir tres mil veces la altura del monte Nanda Devi con
el ascensor. Su hazaña se verá cumplido dentro de unos pocos meses, si acaso
los imprevistos se lo permiten. Y es que cuando el ascensorista del turno de
noche sufre un accidente, Deepak verá peligrar de verdad su sueño. Será entonces
cuando recurra a su sobrino, Sanji, un joven al que apenas conoce y que es en
realidad un importante millonario en La India, para sustituirle. Pero, ¿qué
llevará al joven a aceptar el puesto? ¿No será que se ha enamorado de Chloé, la
chica en silla de ruedas de la última planta, y quiere encontrar la manera de
conquistarla?
He
comenzado con un ascensor cuando en realidad debería haberlo hecho hablando de
Chloé, una de las protagonistas de esta comedia romántica llena de enredos y
muchos momentos para la reflexión. Chloé, narradora en parte de esta historia,
es una actriz que ha visto cómo su carrera ha tenido que tomar un rumbo distinto
al perder las piernas en un terrible atentado. Chloé vive una vida tranquila y
conformista con su padre, un profesor universitario que no sabe bien cómo va a
pagar las facturas a fin de mes, un novio filósofo con el que ya no es feliz,
sus vecinos (unos más amables que otros), las vistas desde su ventana y su
ascensorista favorito: el entrañable Deepak.
La
vida de Chloé dará un nuevo giro inesperado (nada que ver con su silla de ruedas)
cuando conozca a Sanji, el sobrino de Lali, la esposa de Deepak. Aunque todos
creen que es un joven en busca del sueño americano, en realidad Sanji es un
importante hombre de negocios de La India que ha ido a Nueva York para intentar
ampliar sus horizontes comerciales. Por cortesía, contactaría con Lali, la tía
repudiada por su familia, sin saber que no solo acabaría instalado en su casa,
sino también haciendo de ascensorista y tal vez encontrando al amor de su vida.
Como
Sanji y los lectores pronto descubriremos, el edificio de la Quinta Avenida es
un lugar de lo más movido, y tras el accidente del ascensorista de noche, los
divertidos líos empiezan a sucederse.
El
libro se completa con las ilustraciones a lápiz de Pauline Lévêque, unos
dibujos que nos harán viajar a ese encantadora parte de Nueva York que tanto le
gusta a Chloé y que pronto conocerá Sanji.
No
es justo encasillar a las personas en estereotipos, de igual manera que no lo
es pensar que todas las comedias románticas son lecturas ligeras. En el caso de
Una chica como ella, el autor no solo
nos hace pasar un buen rato con las idas y venidas de ascensoristas, vecinos y
enamorados al tiempo que nos ofrece personajes psicológicamente bien perfilados
y de un atractivo sin igual, sino que también nos invita a reflexionar sobre el
grave problema que suponen en lugares como La India o Estados Unidos el racismo
y el clasicismo, y en cómo todos podemos poner nuestro granito de arena para
cambiar la sociedad. Dicho esto, ¿a qué esperas para descubrir que en este
libro nadie es como Chloé ni como ninguno de sus encantadores personajes?
¡Vamos, que este ascensor se va a poner en marcha sin ti!
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.