Título: Ese no soy yo
Autor: Álvaro Villalobos
Publica: Editorial Almuzara
Páginas: 176
Precio: 17,95 €
Vivimos en tiempos de aparentar en las
redes sociales, de jugar a ser fabulosos ante los demás para conseguir la
aprobación de personas que, muchas veces, ni siquiera conocemos. Cuando además
de vender nuestra imagen queremos vender algún producto, se suele acudir a
expertos en internet y redes sociales. Pero, ¿qué pasaría si uno de estos magos
de las redes sociales fuera suplantado y acusado de hacer lo contrario de lo
que debería hacer en internet? La respuesta a esta pregunta y a otras cuantas
que te surgirán durante la lectura las encontrarás en Ese no soy yo, la novela de Álvaro Villalobos de la que a
continuación hablaremos.
Rafael Salmerón es un social media manager de treinta y dos
años que vive en Madrid bastante feliz hasta que un día recibe una notificación
judicial en la que se le informa de que, a causa de unos cuantos Tweets y otros tipos de mensajes en
redes sociales llenos de insultos que incitan a, cuanto menos, el odio, se le
abre una causa por la que puede que llegue a ser gravemente penado. Los
mensajes en redes sociales no han sido publicados por él, sino por alguien que
ha abierto una cuenta similar a la suya y ha usado su ordenador, de alguna
manera, para volcar su odio al mundo. Incapaz de demostrarlo por sí mismo,
Rafael acude a varios amigos y a diversos expertos. A pesar de sus esfuerzos
por limpiar su imagen, pronto los clientes le abandonan y Rafael ha de acudir
al único que le queda para buscar una salida laboral, lo que le llevará a dejar
Madrid, la ciudad que tanto adora. Una vez en Albaida, lugar en el que está su
nuevo puesto de trabajo, nuestro protagonista descubrirá no solo la verdad de
lo que ha pasado con las redes sociales, sino lo que le ha ocurrido a él mismo desde
que descubriera la suplantación de su identidad.
Esta es la historia de
Rafael, un hombre muy contento con el trabajo que hace llevando las redes
sociales de sus clientes, viviendo en Madrid y teniendo una novia que, si bien
ni él mismo parece saber que ama, al menos satisface completamente sus
exigencias estéticas. Él, que tan buen cuentista se cree, ve cómo su mundo se
desmorona el día que descubre que alguien ha suplantado su identidad. La
búsqueda del verdadero culpable de los delitos que la justicia le imputa sumirá
a Rafael en una vida de tensión, tristeza y reflexión. Gracias a varios amigos
y a él mismo, acabará descubriendo que el problema del suplantador es solo la
punta del iceberg, y que lo que acabe de descubrir de sí mismo hará que tome un
camino muy diferente en el futuro.
A Rafael en realidad lo
que más le gusta son los cuentos de corte tradicional, como pronto
descubriremos: cuentos en los que hay monstruos, castillos, princesas y grandes
enseñanzas. Dentro de esta novela encontraremos varios protagonizados por un
gigante que come historias para contarlas distorsionadas. Estos cuentos, por
supuesto, como suele pasar con los clásicos, tienen una moraleja clara, una
enseñanza que hará pensar al lector en la visión que cada uno tiene del mundo,
en la visión real o distorsionada de los grandes sucesos que encontramos en
redes sociales.
Por último, he de
señalar que esta novela parece estar escrita a veces como una crónica
periodística. Su autor es periodista, y también una persona, por lo que puedo
deducir tras la lectura, muy interesada en desgranar varios acontecimientos
sociopolíticos mundiales de la historia reciente que, sin duda, nos han
afectado a todos en alguna medida. El desencadenamiento de muchos de estos
sucesos tuvo que ver con mensajes publicados en redes sociales, el
desvelamiento de informes confidenciales, etc, lo que nos lleva a pensar que,
al final, internet es una fuerza imparable.
Ese
no soy yo, en definitiva, es una obra en la que descubrir que
todos podemos ser vulnerables en las redes sociales, que nuestro mundo depende,
en cierta medida, de internet hoy en día, y que tras un problema igual
encontramos otro de mayores dimensiones. Dicho esto, ¿te atreves a entrar en la
historia de Rafael y descubrir quién es el verdadero suplantador y las
consecuencias que este grave problema le reportan?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.