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viernes, 25 de abril de 2025

Entrevista: DANIEL GARCÍA MARTÍN

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

llegamos a las puertas del fin de semana siempre dispuestas a daros a conocer a nuevos autores. En esta ocasión, nos visita Daniel García Martín, un poeta que, como pronto veréis, tiene mucho que contar:

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

En el cole nos obligaban ciertas lecturas, también nos turnábamos en su biblioteca para clasificarla, y ahí, manejando todos esos libros, vas viendo cosas que piensas que te gustarían… y ahí es donde te das cuenta de que en los libros se viven muchas vidas distintas.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?

Bécquer por encima de todas las cosas, aunque poesía no es lo que más he leído curiosamente.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Ahora sí que leo más poesía, y estoy con varios libros de una profe, Begoña Regueiro, Ser raíz y Versos de piel. La poesía siempre la recomiendo, porque puedes leer uno, dos poemas, cerrar el libro y seguir con tu novela o lo que leas. No tiene esa complejidad de una trama que te atrape y no te deje cerrar el libro, pero sí tiene ese poder (al menos para mí) de empatizar contigo y sentirte identificado con ciertos sentimientos y reconfortar… aunque sea por aquello de “mal de muchos…”

La última novela que he leído ha sido Silentium, que es el segundo libro de Ruben Juy. Un thriller ambientado en Salamanca, en el que un padre joven, recién enviudado acaba en una situación compleja con peligro para su vida y la de su hija. 

© Daniel García Martín.

¿Cómo compaginas tu trabajo como informático con la escritura?  

Pues la informática no es que inspire mucho, la verdad, pero esa mente analítica y procedural que se necesita para desarrollar programas es la que hace que se analicen también los sentimientos, y trazar la complejidad de los mismos, y traducirlos a lenguaje comprensible.

La poesía no es tan esclavista como pueda ser una novela, se mueve más por impulsos. Luego sí lleva trabajo de corrección de rítmica, etc. Pero en sí, tanto escribir como leer poesía no necesita tanta dedicación. No en mi caso, al menos.

¿Qué tiene de poética la informática, por cierto?

Pues salvo que riman, poco, la verdad. La informática es muy estática, mientras que la poética es mucho más sensorial. Enfrentamos algo frío y cerebral al flujo de los sentimientos.

¿Y por qué escribir poesía en los tiempos que corren? 

Empecé de adolescente, cuando no entiendes muchas cosas, cuando parece que un varón de 16 años no puede compartir ciertos sentimientos porque puede parecer flojito, moñas o blandito o como se quiera denominar de cualquier forma políticamente correcta. Y poco a poco se convirtió en una forma de hacer terapia, vaciaba mi vida en versos (a veces no, eran inventados, pero mucho era autobiográfico).

En 2006 hubo un parón en el casi no escribí en seis u ocho años, pero luego volvió a aflorar. Es un medio para sacar cosas, buenas y malas.

Ha habido una evolución en la misma, porque ahora puedo escribir de cosas inventadas o de cosas de otras personas de alrededor. Antes solo escribía de mí, pero he modificado eso para poder canalizar los sentimientos a través de otras personas e incluso de personajes ficticios.

¿Por qué te has decantado por la autopublicación a la hora de dar a conocer tu obra al público?   

Publiqué con Círculo Rojo porque conocí a otros autores que lo habían hecho con ellos, y me pareció interesante y, sobre todo, sencillo. Me ayudaron mucho a la corrección, la edición y la publicación.

Además maquetan también el libro electrónico y te ayudan a publicarlo en Amazon.

Ha sido fácil el proceso con ellos.

¿Qué ha supuesto para ti publicar Versos dormidos?

Pues ha sido ilusionante, el camino, el desarrollo, y ver en tus manos una obra que has mimado durante 20 años. Es un trabajo entre 1986 y 2006 que ves que va a llegar a la gente conocida y desconocida.

Muchos conocidos se han sorprendido al saber que escribía, y mucho más que era poesía. Porque relatos cortos tengo muchos, pero no habían leído poesía mía nadie.

Por otro lado supone mucho trabajo, de darte a conocer, de llegar a la gente, de salir de ese círculo de la gente allegada y conocida. Mucho lío en redes sociales, ampliar ese círculo desde cero para ir creciendo, presentaciones pírricas (y menos pírricas), ferias del libro. Un mundo desconocido y sobre todo, un abismo al que te asomas sin conocer muy bien si tienes alas para volar por si acaso, o si se te va a abrir el paracaídas en el caso de que te vayas a estrellar.

¿Qué vamos a encontrar en este libro?  

Una evolución en la poesía. Desde poemas de amor, a desamor, sobre la muerte, sobre religión, sobre los amigos, sentimientos… muchas cosas. Difícil que no encuentren algo que no les llene.

Yo siempre digo que el poeta escribe, pero es el lector el que hace suyo el poema, el que tiene que encontrar ese “algo mágico” que le enganche con ese poema y le explique esa parte de su vida que no entendía o que le reconforte, o que simplemente le guste.

¿Qué tiene de ti Versos dormidos?

Versos dormidos soy yo, sencillamente. Ahí está gran parte de mis sentimientos y de la gente que pasó por mi vida durante esos 20 años. Me conocerán algo más, más de lo que me conocía yo en aquellos años, incluso. Al final, esa gente que pasa por tu vida es la que te forma en cómo eres ahora, así que es mi propia evolución a través de las idas y venidas.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de Versos dormidos?

No soy yo quién para enseñar. Pretendo que vean cosas que les identifiquen, que compartan ese momento de vida y de poesía con lo que yo he escrito y se derramen borbotones de sentimientos. No pretendo enseñar nada.

© Daniel García Martín.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Pues hay varias cosas que tengo pendientes. Hay que pensarlo mucho, porque publicar es sencillo, pero recuperar la inversión (en mi caso por ser autopublicado) es muy difícil, la poesía no es muy popular.

Tengo un cuento que me están ilustrando y que espero que este año pueda estar disponible para ver la luz.

Hay otro poemario que estoy completando, más evolucionado y maduro, y que completa otros 20 años de poemas. Aunque muchos se han creado en estos dos últimos años.

También tengo unos cuantos haikus que quisiera ver de qué forma se les puede dar algo de vida fuera del ordenador.

Hay unos cien relatos cortos que me gustaría ver de qué forma les puedo dar luz también, aunque es un tema complejo, porque son relatos ciclistas, en formato jocoso sobre rutas que hago con mis compañeros de bici.

Hay varias cosas, pero, que hay que revisar con el mimo y la cordura adecuadas.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Pues me gustaría romper una lanza a favor de la poesía, que es un poco el patito feo de la literatura. A pesar de tener grandes poetas, pienso que los lectores creen que la poesía es compleja, difícil de entender, pesada, rebuscada. Y sí, puede que tengan razón, en gran parte. Pero yo estoy seguro de que, siempre hay poemas que están hechos para uno. La cuestión es buscarlo. No vas a encontrarlos en el mismo libro, en el mismo autor, en la misma época, en el mismo país. A mí no me gustan todos los poetas, pero hasta de los que no me gustan, siempre hay algo que sí salvaría.

Hoy por hoy hay poesía de calle, sencilla, fácil de entender, nada críptica.

O por el contrario, para los lectores que le gusta la poesía atormentada, pues también tienen esos autores extremos.

No todo es poesía épica, del Cantar del Mío Cid, o el teatro poético del siglo de oro español. Hay más poesía, y sobre todo, aún queda mucha por escribir.

Muchas gracias, Daniel, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar de nuevo atentos a nuestras publicaciones. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

lunes, 21 de abril de 2025

Entrevista: ANA MARIÑOSA


Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

volvemos de Semana Santa (como si acaso hubiéramos descansado un solo día) con la entrevista que nos ha concedido la autora Ana Mariñosa. Aquí la tenéis:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Realmente empecé a escribir hace muy poco. Allá por 2016 me fui a vivir a los Estados Unidos de América y, como la realidad era siempre tan marciana, me dio por ponerme a escribir un blog para desahogarme sobre las cosas que me pasaban siendo inmigrante en un país tan complicado. Poco a poco el blog fue creciendo y cuando regresé a España me di cuenta de que en todo lo que ya había escrito había una historia que merecía ser contada, y así nació el que hasta ahora es mi primer y único libro: Marcharse para volver.

¿Y cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

También hace poco. En los actos de promoción del libro he tenido la oportunidad de hablar mucho con mis lectores, y me he dado cuenta de que escribir es algo que me hace muy feliz y que necesito seguir cultivando. No sé hacia dónde me llevará la escritura, pero recorrer el camino está siendo muy reconfortante.

© Ana Mariñosa.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Todas. Absolutamente todo lo que he leído en mi vida me ha cambiado de alguna manera. Yo siempre digo que la literatura me ha salvado de muchas cosas porque me ha permitido asomarme a mundos que no eran el mío y que me permitían soñar. Escribo autoficción, y es un orgullo que algunos de mis lectores me hayan dicho que lo que escribo les recuerda un poco a textos antiguos de Elvira Lindo o incluso a Nora Ephron.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Estoy terminando Cristo se detuvo en Eboli de Carlo Levi. Es una lectura muy densa, y me ha dejado completamente noqueada por cómo explica las diferentes clases sociales en la Italia de mediados del siglo XX. No es un libro para cualquier momento, ni para leerlo alegremente. Lo siguiente que leeré es Oposición, de Sara Mesa, que tiene muy buena pinta.

¿Cómo compaginas tu trabajo como profesora con la escritura?

Aunque ahora mismo no estoy exactamente trabajando de profesora, te diría que compagino las dos cosas como buenamente puedo, me cuesta trabajo encontrar un mínimo espacio para mí que me permita seguir escribiendo. Muchas veces digo que la vida, y no solo el trabajo, se me ha ido de las manos porque todo me interesa, todo me gusta y al final no llego. 

¿Crees que viajar tanto te ha hecho mejor escritora?

Por supuesto. He vivido ocho años de mi vida adulta fuera de España y eso marca. La verdad es que conocer diferentes culturas para alguien que se fija tanto en la realidad al escribir es un lujo, te permite comparar y darle vueltas a cosas que, si no sales de casa, no son tan evidentes.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Rico, con muchas posibilidades. A veces hay que buscar, no hay que dejarse llevar por la publicidad de las grandes editoriales y ser selectivo. Si haces ese trabajo se leen cosas muy interesantes. Yo siempre aconsejo, en la medida de lo posible, tener un librero de confianza. Esa tienda de barrio a la que vas, dices lo que te apetece y siempre hay alguien que tiene una sugerencia que hacerte. La mía se llama Librería Derivas y está en Madrid, en el barrio de Carabanchel.

¿Qué ha supuesto para ti publicar Marcharse para volver?

La realización de un sueño que yo no sabía que tenía. Un lujo, un disfrute… Desde que empezó todo el proceso no han dejado de pasarme cosas buenas. He aprendido cómo se edita un libro, cómo se corrige, cómo se promociona… Han sido unos meses muy intensos.

© Ana Mariñosa.

¿Qué vamos a encontrar en este libro?

La realidad de los Estados Unidos de América vista desde los ojos de una inmigrante privilegiada, contada con cierta gracia y mucho morro. Hay cosas que son más fieles a la realidad y otras cosas que lo son menos, pero en general te permite hacerte una idea de lo que es vivir en un sitio lejos de casa, en el que a veces no entiendes cómo funcionan las cosas y aun así no te puedes parar demasiado a pensar en ellas.

¿Qué tiene de ti Marcharse para volver?

Marcharse para volver soy yo en estado puro. Una de las cosas que más me han repetido los lectores que me conocen personalmente es que lo estaban leyendo y era como si yo misma se lo estuviera contando. Que me veían, que se imaginaban que la protagonista, sobre todo cuando cuento el día a día que tan duro era a veces, tenía mi cara.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de Marcharse para volver?

Espero que disfruten sobre todo, y despertar en ellos tanto la curiosidad sobre ese Estados Unidos que no sale en las películas como el espíritu crítico. Estamos en un momento en el que no es tan fácil ser inmigrante en ese país, por muy europeo que seas, y merece que todos dediquemos un rato a pensar en ello.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

He empezado poco a poco a escribir otra cosa de autoficción. De momento son pequeños retazos aquí y allá a los que tengo que dar forma. Estoy centrada en terminar la promoción de Marcharse para volver y mi cabeza no da para mucho más.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Quiero dar las gracias al blog La orilla de las letras por darme esta oportunidad. Hacéis un trabajo excepcional y es maravilloso que nos deis a los autores pequeñitos un altavoz tan interesante para que podamos transmitir nuestras ideas.

Muchas gracias, Ana, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos, lectores, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

 

sábado, 19 de abril de 2025

Título: UN TRABAJO DE HOMBRES, de Edith Anderson

 

Todos sabemos lo que pasaba en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿qué ocurría mientras tanto en Estados Unidos, donde la población parecía bastante segura? Fundamentalmente, que los hombres en facultad de hacerlo se alistaron en el ejército y faltó mano de obra en muchos empleos. Puesto que la sociedad seguía siendo bastante racista y emplear a personas negras no les parecía factible, contrataron a mujeres temporalmente. ¿Creéis que ellas lo tuvieron fácil? Desde luego que no, como nos cuenta la novela basada en hechos reales Un trabajo de hombres, la excelente obra de Edith Anderson de la que hablaremos a continuación.

Mucho han cambiado las cosas en la estación ferroviaria de Port Empire, Nueva Jersey, desde que comenzara la guerra. La escasez de hombres para desempeñar el trabajo de guardagujas ha hecho que las compañías de trenes contraten a mujeres dispuestas al trabajo duro. Si bien las jóvenes no desempeñan las tareas más pesadas físicamente, sus jornadas laborales son interminables y acaban cobrando una miseria. Pronto no solo comienzan los conflictos con los hombres, sino entre ellas mismas. Y es que lograr mejores condiciones laborales será un objetivo para muchas, pero no para todas. ¿Conseguirán ponerse de acuerdo?

Los que seguís el blog desde hace tiempo ya os habréis dado cuenta de que soy más de novelas y relatos que de ensayos y manuales, y aunque nunca le he hecho ascos a una biografía interesante, la verdad es que me ha encantado encontrarme esta suerte de novela autobiográfica de Edith Anderson en la que no queda claro dónde empieza lo vivido y dónde la ficción, pero que no importa porque al final de la lectura tienes la certeza de que, aunque las chicas que protagonizan la historia no sean reales, todo aquello que les pasó sí y, por tanto, en estos tiempos en los que reivindicamos el papel de la mujer, la igualdad real, se hace necesaria esta lectura.

No es sencillo hablar de Un trabajo de hombres pues se trata de una novela coral con un sinfín de mujeres protagonistas, algunas de historias fugaces en la trama, cada una con una personalidad arrolladora. Podría pasarme páginas y páginas contándoos sus temores, anhelos y demás, pero ya sabéis que no es mi estilo. Os señalaré, en primer lugar, mis actrices favoritas de esta obra, por su forma de ser y por ser las que en más capítulos aparecen: Toby, la chica sin dinero para comprarse camisas y se pasó una buena temporada con la única que tenía (hecha unos zorros); Jessie, la mujer que renunció a un puesto de maestra por trabajar en el ferrocarril y, más tarde, luchó por los derechos de todas; Adelaide, que quiere llevarse bien con las otras mujeres pero desempeña puestos de trabajo superiores para los que no está preparada (y acaba perjudicando a las demás) y la parlanchina Martha, que, como muchas de las chicas, acaba saliendo con uno compañero del ferrocarril, casado y sin intención de acabar con su matrimonio.

En segundo lugar, diré que esta es una historia de pequeñas historias, todas entrelazadas, donde encontramos un orden cronológico y un buen puñado de propósitos: que las mujeres sean tratadas como iguales por los hombres, que se respete su antigüedad en el ferrocarril independientemente de que los hombres que se fueron al ejército retomen sus puestos cuando vuelvan a casa y que acaben entendiéndose entre todas.

Un trabajo de hombres, en definitiva, es una gran obra sobre la Segunda Guerra Mundial desde una perspectiva diferente: la de las mujeres que tuvieron que hacer trabajos que hasta entonces eran solo de varones. Una novela llena de detalles interesantes y datos que llamarán la atención no solo de los asiduos a lecturas de esta época, sino también de los que gusten de historias feministas y de lucha social. Un libro con décadas a sus espaldas que, sin embargo, es tremendamente actual. Y tú, ¿te animas a conocer a las chicas del ferrocarril?

Cristina Monteoliva

 

lunes, 14 de abril de 2025

Entrevista: MÍRIAM TIRADO

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

comenzamos una nueva semana con una nueva entrevista, esta vez la que nos ha concedido Míriam Tirado. Sin más preámbulos, aquí os dejamos con ella:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

He escrito toda la vida, desde que era pequeña.

¿Y cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Siempre he querido ser escritora. De pequeña ya escribía cuentos, etc. y era mi pasión.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Yo creo que todas influyen, todo lo que leemos tanto lo que nos gusta como lo que no, deja un poso en nosotros. En mi adolescencia me marcaron lecturas como El mecanoscrit del segon origen y ya con veinte años La insoportable levedad del ser, que me encantó.


 ©Míriam Tirado.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Ahora estoy escribiendo mucho y en plena campaña de Sant Jordi así que no tengo ni un segundo para leer pero el último que he leído es Animal Salvaje de Joel Dicker y sí, lo recomiendo.

¿Por qué escribir literatura infantil y juvenil?  

Lo hago porque me apasionan los niños y la infancia y porque quiero ayudarles a conocerse más y a sentirse mejor.

¿Dónde encuentras la inspiración?

De mil maneras y en mil sitios distintos. A veces corriendo por el bosque, otras en la cama antes de acostarme, otras cuando conversamos con mis hijas, o recordando cosas que viví de pequeña.

¿Te ves escribiendo libros para adultos en un futuro? 

He escrito 7 ya. Así que claro que sí, porque ya lo he hecho y me gusta.

¿Qué vamos a encontrar en El miedo en el bolsillo?  

Un cuento que intenta ayudar a niños y no tan niños a comprender la función del miedo y a que puedan transitar esta emoción y superarla cuando sea un miedo del que no ayuda a avanzar. 

©Míriam Tirado.

¿A partir de qué edad recomiendas la lectura de este libro? 

A partir de tres-cuatro años.

¿Hasta qué punto crees que es importante educar en emociones a los más pequeños?

Es importantísimo. Igual que se enseña a los niños un montón de cosas de su mundo exterior, también hay que enseñarles cosas de su mundo interior, para que se conozcan mejor y aprendan a transitar aquellas cosas que viven y sienten.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de El miedo en el bolsillo?

A transitar y superar sus miedos y que ellos pueden hacerlo. Ojalá así sea.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Estoy con la colección de middle grade “Me llamo Goa” y ahora empezaré a escribir el número 8 de la colección.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Que ojalá que este nuevo cuento El miedo en el bolsillo ayude a muchísima gente, que es el objetivo por el que lo he escrito.

Muchas gracias, Míriam, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más pendientes de nuestras publicaciones. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva

Reseña: EL MIEDO EN EL BOLSILLO, de Míriam Tirado y Joan Turu

 


El miedo es un sentimiento necesario para la supervivencia del ser humano. Si no lo sintiéramos, seríamos unos temerarios y acabaríamos mal, muy mal. Puede que incluso la especie se hubiera extinguido hace tiempo. Pero, ¿qué pasa con esos miedos que no son verdaderamente necesarios, esos que nos impiden hacer cosas importantes en la vida? Sobre ellos habla El miedo en el bolsillo, el educativo y entrañable cuento ilustrado de Míriam Tirado y Joan Turu del que hablaremos a continuación.

El hada de los volcanes es especialista en tratar la rabia con los más pequeños. Sin embargo, cuando el hada de los miedos se hace daño, tendrá que tomar su lugar y ayudar a Joel con sus temores. Pronto descubre que también ella siente miedos irracionales, de esos que no dejan avanzar en la vida. ¿Conseguirán los dos superarlos?

Todos tenemos miedos, algunos, totalmente infundados. Este libro, enseña a los más pequeños a distinguir aquellos necesarios para la propia supervivencia y aquellos que hay que superar.

Así que hay un miedo bueno y uno malo. Y si bien este es un libro para los más pequeños de la casa, creo que los mayores también aprenderemos mucho con el hada de los volcanes y Joel sobre por qué sentimos los malos y cómo acabar con ellos.

Este cuento ha sido escrito por Míriam Tirado e ilustrado con maestría por Joan Turu. El formato, grande y de hojas gruesas, es ideal para los más pequeños de la casa.

Está claro que la educación emocional es fundamental, especialmente entre los niños y adolescentes. Es por ello que os recomiendo El miedo en el bolsillo, un cuento emocionante y divertido para aprender a combatir todos los miedos innecesarios.

Cristina Monteoliva

viernes, 11 de abril de 2025

Título: LA BRÚJULA DEL ESCRITOR. PARA UN GRAN VIAJE LITERARIO: CREATIVIDAD Y OFICIO, de Silvia Adela Kohan

 


Publicar es mucho más accesible hoy en día que hace unos años. ¿Quiere esto decir que también sea más fácil escribir un libro? Eso depende de a quién le preguntes por el asunto. Desde luego, es preferible formarse antes de comenzar a escribir, leyendo bastante, asistiendo a clases de escritura creativa o revisando manuales como el excelente La brújula del escritor. Para un gran viaje literario: creatividad y oficio, de Silvia Adela Kohan, la obra de la que os hablo a continuación.

Silvia Adela Kohan es profesora de escritura creativa. De su larga experiencia, nace este manual, tan completo como diferente a otros que he revisado con anterioridad, tanto por su contenido como por el tono tan extremadamente cercano que utiliza la autora a la hora de dirigirse a los lectores, lo que hace que casi nos sintamos como en una de sus clases.

Kohan distingue entre dos facetas diferentes y a la vez complementarias en el mundo del escritor: la creatividad, a veces tan indomable, y el oficio, lugar al que llegar gracias a la disciplina, el orden y ciertas técnicas. Así, el libro se divide precisamente en estos dos grandes apartados.

Por un lado en Creatividad, la autora invitará al futuro escritor a escribir para ampliar su vida, a conocerse, a idear, a evocar, a leer como un escritor, a observar con curiosidad, a aprender el arte de contar historias, a filtrar la realidad, a revisar los hábitos, a interrogar, a desplazar, a sacar partido de la propia vida, a contar sin explicar, a conectar y retomar, el poder del lenguaje, qué es el párrafo, a identificar sentimientos, emociones y sensaciones, a mantener el misterio, a superar el bloqueo, a documentarte, etc.

Por otra parte, en El oficio, la autora nos invita a perfilar una voz propia, a enfocar y entonar en cada relato, a crear personajes vídeos, a dejar que los personajes hablen, a crear atmósferas, a describir cuando es necesario, a focalizarnos en el detalle, a ver el tiempo y el lugar como filtros, a encontrar el tema, a tejer una buena trama, a definir el conflicto, a controlar el orden de la información, a iniciar con ímpetu, a seguir con buen ritmo, a definir los puntos de giro, a diseñar buenas escenas, a potenciar la emoción, a crear una buena estructura, a corregir y reescribir, etc.

A pesar de su título, La brújula del escritor. Para un gran viaje literario: creatividad y oficio, no es un manual destinado solo a los escritores tipo brújula, sino a todo aquel que empieza en el mundo de la escritura y ha de tener ciertos conceptos claros, porque incluso cuando no quieres planificar demasiado, tienes que saber ciertos aspectos sobre tu creatividad y el oficio. Este es, sin duda, un libro de referencia, ameno y completo, que no puedo dejar de recomendar.

Cristina Monteoliva

miércoles, 9 de abril de 2025

Reseña: ABEL, de Alessandro Baricco

 


Ignoro si las cosas realmente ocurrieron como nos muestran las películas y las novelas, pero lo que sí sé es que los consumidores de westerns así quieren creerlo. ¿Se trata de cierto tipo de romanticismo o de todo lo contrario?, me pregunto tras la lectura de Abel, la nueva novela de Alessandro Baricco de la que os hablaré a continuación.

Abel Crow es un sheriff de 27 años en El Lejano Oeste Americano. Su carácter indomable ha sido marcado a fuego por las relaciones que ha tenido desde su infancia con sus padres, sus hermanos y, ya de adulto, con su novia, su mentor y una serie de personajes pintorescos. Gracias a su habilidad con las armas, podrá salir indemne de cualquier entuerto. Este libro nos cuenta, con sus propias palabras, por qué es una leyenda.

Hay novelas difíciles de clasificar. Abel, una historia sin una trama central, es una de ellas. Y es que Abel se puede leer como una novela, pero también como un libro de relatos. Los 27 capítulos nos presentan distintas historias dentro de la historia de vida de su protagonista, el indomable sheriff, sin un orden cronológico establecido. Los distintos personajes que rodean al actor central, la novia que entra y sale, la madre que hay que rescatar del patíbulo por orden de la hermana, los hermanos, las curanderas, la bruja india, el maestro que siendo apenas un niño aniquiló a la tripulación de un barco pirata, aparecen y desaparecen en un baile narrativo casi infinito.

Esta es una novela original, escrita con el genuino estilo de Barocco, que al mismo tiempo recoge entre sus páginas todos los tópicos del género. Abel, nuestro narrador protagonista, sin ir más lejos, es buen tirador y un hombre duro forjado por sus traumas de infancia y juventud. Es héroe y antihéroe al mismo tiempo: el tipo con el que seguro que los amantes del género congenian fácilmente.

No sé si los westerns tradicionales, los que contienen todos los tópicos del género, como decía antes, son algo romántico o todo lo contrario. Desde luego, hay algo de encantador en Abel, a pesar de su crudeza y sus momentos incómodos. Es momento de que leas por ti mismo la obra y decidas si vas a amarlo o no.

Cristina Monteoliva

 

lunes, 7 de abril de 2025

Entrevista: RADU GAVAN

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

comenzamos nuestra ronda de entrevistas de la semana con la que nos ha concedido el autor rumano Radu Găvan, cuyo libro Neverland se acaba de publicar en nuestro país gracias a Omen Ediciones. Aquí la tenéis:  

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Leí desde muy pequeño gracias a tener una biblioteca muy generosa en casa y fue maravilloso crecer con los libros como buenos amigos. Fui un niño y un adolescente más retraído, pero los libros me ayudaron a no sentirme solo. Desde muy joven sentí la necesidad de encontrar la mejor forma de expresarme. Sin embargo, no empecé a escribir hasta bastante tarde, cuando tenía treinta y cinco años y publiqué mi primera novela, pero desde entonces no he parado. Me encantaban las historias desde muy pequeño, primero como oyente y luego como lector. En algún momento empecé a sentir el impulso de contar historias yo mismo, pero no tenía mucho que contar. No fue hasta después de treinta años, tras vivir algunas experiencias, que me di cuenta de que había adquirido las herramientas necesarias para contar historias que merecieran la pena. Escribir nunca fue solo un pasatiempo para mí, sino una necesidad.

© Radu Găvan.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?

De los últimos años, 2666, de Roberto Bolaño. Solo se tradujo en Rumanía en 2016 y me dejó boquiabierto. Luego American Psycho, de Bret Easton Ellis, y The Haunted, de Chuck Palahniuk. El juego de Niro, de Rawi Hage. En todos estos autores encontré la forma extraordinaria de contar historias. Las herramientas que utilizan son muy diferentes, pero el amor por la literatura está ahí, se puede sentir entre líneas, es un placer contagioso que me incita a contar historias a mi manera, pero con ese placer extraordinario. Así que no sé si es correcto decir que me influyeron, más bien diría que me inspiraron.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Frère d'âme, de David Diop. Es un libro excelente, aunque posiblemente no sea del agrado de todos. En cualquier caso, me resulta difícil hacer recomendaciones de este tipo en general, dado lo diferentes que son los gustos.

¿Dónde encuentras la inspiración?  

Como he dicho antes, siempre me inspiran los escritores a los que admiro, tanto por lo que escriben como por lo que dicen en sus entrevistas. Por ejemplo, hace un tiempo leí una entrevista a Jon Fosse en Granta, donde mencionaba la expresión «prosa lenta». Me gustó y me di cuenta de que yo necesitaba algo así para escribir un libro con un vasto universo. Así que decidí que tenía todo el tiempo del mundo para contar esa historia, como dijo Jon Fosse en la entrevista: «Quería dejar que el lenguaje se alejara lentamente, como largas olas. Quería calmarme en el proceso de escritura, si se puede decir así».

Sin embargo, mi inspiración más importante es mi hijo. Él nació en 2013 y yo debuté en la literatura en 2014. Así que podría decir que mi escritura nació con él. La relación padre-hijo es uno de los temas más importantes de mis libros, si no el que más.

¿Qué supuso para ti que tu novela Neverland fuera nominada al premio Book Screener 2024?

Book to Screen es un proyecto importante y necesario que pone en contacto a autores y editores de libros con directores, guionistas y productores cinematográficos, uniendo dos mundos extraordinarios. Fue un privilegio poder presentar Neverland como un posible proyecto cinematográfico ante profesionales de la industria, ya que aprendí muchas cosas interesantes sobre el lenguaje cinematográfico, tanto específicas sobre Neverland como generales. Me encantan las películas y las series, y me apasiona el proceso creativo. Siempre tengo la necesidad de enfrentarme a retos y de hacer cosas nuevas, ya sea escribiendo, en el cine, en la música... Tengo muchas ganas de trabajar en una película o una serie inspirada en un libro mío.

¿Cómo ves el panorama literario de Rumanía? Y si conoces el español, ¿crees que son similares?

Jugamos en un escenario bastante pequeño, pero contamos con escritores de extraordinario talento, algunos de los cuales han sido traducidos al español. Entre ellos se encuentra mi querida amiga Camelia Cavadia, que también está en Omen Ediciones. Sin embargo, me parece que hay menos traducciones de las que nos gustaría o debería haber. Espero que haya más en el futuro.

No estoy capacitado para hacer una comparación entre las dos escenas, pero sí quiero decirte que admiro la literatura hispana. Ah, y me encanta Javier Cercas, me parece un escritor fabuloso.

¿Qué tienen que conocer de Radu Găvan los lectores?

En 2013 fui a la presentación de un libro y allí coincidí con una escritora muy conocida. Yo no había debutado y el mundo literario me parecía un cuento de hadas. Bueno, esa escritora era (y sigue siendo) muy humilde, me habló muy bien y fue extraordinariamente amable conmigo. Recuerdo que pensé: «¡He aquí una buena persona, agradable y con talento! Si alguna vez llegara a ser remotamente conocido, así es como me comportaría con mis lectores». Se convirtió en un verdadero modelo a seguir, una inspiración. Un año después, debuté con la misma editorial en la que ella publicaba.

Desde entonces han pasado casi doce años y, sí, he publicado algunos libros, he ganado algunos premios y he recibido algunos elogios por el camino, todo eso es importante y muy agradable, pero, por encima de todo, está cómo tratas a los demás. Soy un hombre como cualquier otro y trato de ser mejor cada día; a veces no lo consigo, pero sigo intentándolo. Me apasiona lo que hago y estoy profundamente agradecido por el regalo que me han dado. Soy un hombre afortunado. Me gustaría que eso se supiera.

También me gustaría contar que dentro de unos días la escritora de la que os hablaba lanzará un nuevo libro y me ha invitado a hablar en la presentación. Me sentí honrado y feliz.

¿Cómo surgió la idea de escribir Neverland?

Neverland es una historia que nació en mi interior diez años antes de escribirla. Yo trabajaba por aquel entonces como agente inmobiliario y un día fui a ver un estudio en venta. Me abrió la puerta un hombre agradable, cuyo aspecto contrastaba con la imagen desoladora del bloque y del estudio, que era muy pequeño y asfixiante. Cuando entré, vi a una niña de unos cinco años tumbada en una cama estrecha que me miró con los ojos azules más bonitos que había visto alguna vez, aunque en su mirada vi una gran tristeza, antinatural para una criatura tan pequeña e inocente. Ya no recuerdo lo que le dije al hombre, pero no pude olvidar la imagen de la niña tumbada en aquella cama, tan pequeña, tan vulnerable, tan triste. Se quedó conmigo y me removió por completo. Por eso creo, sentí la necesidad de dar forma a esa imagen, de sacarla de mis adentros y, así, muchos años después, nació Neverland; de los ojos de esa niña. Para mí, ella y su padre son Leticia y Antón y su mundo, Neverland.

© Radu Găvan.

¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad en este libro?  

En mi caso, un libro nunca es solo un libro. Siempre incluyo parte de mis experiencias, miedos y alegrías, pero prefiero, en la medida de lo posible, no revelar qué partes de la historia son verdad. En un mundo lleno de libros y películas inspirados en la realidad, donde la gente revela su vida como en un reality show, prefiero mantener un poco el misterio…

¿Qué tiene de ti Antón, su protagonista?

¿Tal vez el instinto asesino? Es broma :).

En primer lugar, el amor de padre. Empecé a escribir Neverland poco después de que naciera mi hijo. Cuando publiqué el libro, tenía dos años y medio. Luego, la pasión por los libros. También puse en Antón algunos de mis miedos, cosas de las que sentía la necesidad de hablar.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de Neverland?

Creo que es demasiado decir «espero», escribo para hablar de ciertas cosas, para retratar la historia tal y como es. Luego, es la elección del lector elegir si tiene o no algo que aprender de la historia. Pero me encantaría que los lectores españoles consideraran a Neverland como un amigo. Siempre es muy bonito para mí cuando alguien me dice que un libro mío le ha llegado, que se ha encontrado a sí mismo en él, que le ha servido para algo; eso es realmente maravilloso.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Este año publicaré mi primer libro de relatos. Tras cinco novelas, un libro de poesía, ha llegado la hora para un libro de relatos como es debido.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Solo que estoy muy contento de tener la oportunidad de llegar a los lectores españoles.

Muchas gracias, Radu, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Gracias a Oana Mosniagu por ejercer de traductora en esta ocasión del rumano al español.

Y gracias finalmente a vosotros, amigos lectores, por estar atentos un día más a la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva