Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras,
la sexta entrevista del mes de agosto del año 2024 nos la ha concedido
el autor Manuel Antón Mosteiro García.
Manuel Antón Mosteiro García es escritor, editor, corrector y maquetador.
Como experto en literatura medieval en
gallego, tiene un proyecto de
recuperación de obras en gallego de esta época. Colabora en periódicos y revistas, ha sido jurado en certámenes literarios y ha resultado ganador de varios certámenes literarios. Es autor de los poemarios:
Alma
de mar (2021), Pinceladas sueltas (2021) y Poemas
olvidados pero deseados (2021); de las novelas: Tres acordes para una antigua
melodía (2021) y Memorias de un joven de aldea y
del libro de relatos: Desde la oscuridad de la noche
(2024). Ha participado en la antología Para ti, mujer (2024) y como
editor en el cómic, Obscuria (2023-2024).
Dicho esto, vamos con las palabras de nuestro autor:
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
Comencé
a escribir cuando era muy joven, concretamente en mi etapa de bachillerato que hoy
sería el equivalente a 4º de ESO, en ese momento empecé a escribir mis primeros
poemas al tiempo que formaba parte del comité de redacción de la revista
escolar y allí aparecieron mis primeros poemas.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritor?
Muchas son las obras que han influido en mis inicios, sobre todo autores gallegos como Álvaro Cunqueiro y sus relatos de personajes gallegos y Castelao con su obra Un ollo de vidro, pero también Gianni Rodari con sus Cuentos al teléfono; estas obras han influido sobre todo en mi obra Memorias de un joven de aldea y en mis relatos, como Desde la oscuridad de la noche; o Vázquez Montalbán con su saga Pepe Carballo en Tres acordes para una antigua melodía. En mi poesía las obras de referencia son las de poetas como Rosalía de Castro (Cantares gallegos y Follas Novas), Curros Enríquez (Aires da niña terra) y Celso Emilio Ferreiro (Longa noite de pedra), todos ellos poetas gallegos y que formaron parte de mis primeras lecturas poéticas.
©Manuel
Antón Mosteiro García.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Ahora
mismo estoy leyendo una obra que para mí era una desconocida hasta hace unos
días, Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu, una novela breve publicada en
1872 que narra el amor lésbico entre una vampira y su víctima. La recomendaría
no solo a los seguidores de la temática de vampiros sino a los lectores en
general porque es una novela narrada de forma magistral por su autor. Como afirma Fernando García Cuenca el
traductor de la versión que estoy leyendo y con el que coincido cuando afirma
que la obra nos traslada a atmósferas cargadas de intriga, densidad e
incertidumbre a través de la recreación de ambientes fantasmagóricos y
petrificantes.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
Fundamentalmente
en el día a día, en detalles o situaciones que voy anotando en las notas de mi
móvil y a las que después recurro para crear las historias. Por ejemplo, en uno
de los relatos de Desde la oscuridad de la noche, la inspiración surge
de una imagen con la que me encontré al salir de casa. Vivo frente al mar y un
día al salir para el trabajo, abrí el portal de mi casa y me encontré con una
imagen en la playa que me resultó curiosa, una mujer mirando al mar con un
carrito de bebé a su lado, esta escena me pareció sorprendente porque eran las
8.30 de la mañana, por eso le hice una fotografía a la escena y la guardé en
notas del móvil, esa imagen sirvió de inspiración para un relato. Memorias
de un joven de aldea surge a partir de vivencias personales de mi infancia,
En otras ocasiones, noticias que aparecen en prensa me sirven para crear una
historia. Pero, sobre todo, como decía al principio, es el día a día mi fuente
principal de inspiración.
¿Relato,
poesía o novela? Si tuvieras que escribir solo un género, ¿cuál sería?
La pregunta no es fácil de
responder, es igual que preguntarle a un niño si se queda con mamá o con papá.
Voy a responder muy a la gallega, depende. Cada uno de los géneros me aporta
como escritor un espacio diferente que se ajusta mejor para contar la historia
que tengo en ese momento en mi mente. Por eso no podría decidirme por un solo
género, la poesía me permite dar rienda suelta a los sentimientos como ser
humano por eso no podría renunciar a ella en determinados momentos; el relato
me obliga, como escritor a hacer un ejercicio de condensación en el momento de
contar una historia y es el molde en el que se desenvuelven determinadas
historias que la novela no me permitiría; y la novela me permite encajar
historias que por sus características necesitan fluir en un espacio físico más
amplio y con mayor profusión de detalles. Por eso optaría por cada uno
dependiendo de lo que necesite transmitir. No podría renunciar a ninguno de
ellos.
¿Escribirías
una novela de moda por dinero?
Aunque el objetivo fundamental del
escritor es contar una historia o trasmitir los sentimientos que fluyen en su
interior sería un hipócrita si no admitiese que el objetivo de todo escritor,
el mío también, es dedicarse profesionalmente a lo que nos gusta, en este caso
escribir, por eso si una editorial me encargase una novela de un género de moda
y me pagase por hacerlo no lo desaprovecharía. Eso no quiere decir que sea
mejor o peor escritor. Decir lo contrario sería mentir. Me gustaría dejar a los
lectores varias cuestiones para que ellos reflexionen sobre la situación que me
planteas. ¿Por qué no hacerlo? ¿Qué me perjudicaría cómo escritor? La única
condición que pondría sería crear una novela de calidad y poder crear un
producto que vaya más allá de un producto de consumo. No veo en que me
perjudicaría como escritor si puedo aportar algo a ese género.
¿Qué
tiene que tener un buen poema?
Para mí
todo poema debe nacer teniendo en cuenta dos elementos fundamentales el fondo y
la forma. El mensaje que el poeta quiere transmitir tiene que envolverse en los
recursos literarios propios del género y esa musicalidad interna que debe tener
todo buen poema; escribir un poema no consiste en contar una historia en verso,
la poesía es mucho más. No estoy diciendo que el poeta tenga que escribir
poemas en metros clásicos y tan crípticos que no lleguen al lector, pero en
poesía no todo vale. Es muy difícil escribir un buen poema porque el fondo y la
forma deben mantener un equilibrio que es lo que hace difícil la poesía. Ahora
mismo estoy escribiendo un poemario en sonetos, porque la historia que quiero
contar en esa obra me pide que sea en sonetos, pero si el mensaje me pide verso
libre, me libero del verso como bien decía Antonio Machado y añadiría, pero no
huyas de las características que debe tener el género.
¿Y
un buen relato?
Un buen
relato debe remover al lector y hacer que a través de su lectura éste llegue a
dónde el escritor quiere llevarlo. Esa es para mí la clave de un buen relato,
una buena historia no hace un buen relato, pero una historia sin más bien
contada sí hace un buen relato. Si como escritor consigues que en la parte
profunda de la memoria del lector ese relato quede y aflore años después ese es
un buen relato, porque ha conseguido calar en el lector.
¿Cuál
de tus libros te ha costado más escribir?
Quizás Tres
acordes para una antigua melodía. La novela comenzó originariamente siendo
dos obras independientes, pero llegó un momento en que las dos historias, que
estaba escribiendo simultáneamente, comenzaron a no fluir cómo realmente
deberían, entonces, intentando desanclarlas me di cuenta de que si las dos
fluían juntas la historia me convencía más. Eso me obligó a rehacerlas para que
se conectasen. Aunque realmente todas mis obras tienen sus historias creativas
que hacen que en algún momento tenga que superar alguna dificultad para que
lleguen a buen puerto.
Desde
la oscuridad de la noche es tu último libro publicado. ¿Qué nos puedes contar
de esta obra?
Como he dicho en mi página web, Desde
la oscuridad de la noche es un ejercicio de estilo y un reto como escritor.
¿Por qué? Porque todos los relatos fueron escritos para el Mundial de
consignas. En este “torneo literario” en el que compiten escritores de todo el
mundo, cada uno debe escribir un total de cinco relatos siguiendo unas
consignas dadas previamente por la organización y en un tiempo limitado (72
horas). Esto te exige un esfuerzo importante como creador. A mí, como escritor
me encantan este tipo de retos porque te obligan a hacer un esfuerzo importante
y debes demostrar que puedes generar una historia de calidad dentro de unos
límites que normalmente no te pones cuando escribes una historia y demostrar
tus habilidades como contador de historias.
¿Por
qué deberíamos leer Desde la oscuridad de la noche?
A los lectores que le gustan los retos deberían leerla. De la misma forma que yo he asumido este reto como escritor también reto a los lectores a que traten de averiguar cuáles han sido las consignas de cada una de las historias y después busquen en mi página para saber si la han averiguado (https://bateledicions.gal), o que hagan el camino inverso, que lean primero la consigna de cada historia y luego valoren cuál ha sido mi propuesta ante ella.
©Manuel
Antón Mosteiro García.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Ahora
mismo estoy acabando con la segunda obra de uno de mis proyectos más
importantes. Desde hace unos años estoy recuperando para los lectores gallegos
las obras de prosa medieval más importantes de la literatura medieval en
gallego. Hace dos años he publicado la adaptación al gallego actual de Os
milagres de Santiago, que es una de estas obras y en unos meses saldrá la
segunda, A Crónica Troiana, que es la versión gallega de la historia de
la conquista de Troya. Además, estoy trabajando en un poemario y en una novela;
y asesorando a varios escritores que están escribiendo su primera novela.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Me
gustaría animar a todos los que comienza con esta aventura que es la escritura
que no lo dejen, aunque crean que no merece la pena y no renuncien a ofrecer a
los lectores sus historias. Que tampoco se obsesionen con que una editorial les
dé una oportunidad, hoy en día, el mundo de la autoedición es una oportunidad
para lo que escriben, porque los autores que autoeditamos nuestras obras no
somos mejores ni peores que los autores que publican con una editorial, grandes
autores de la historia de la literatura no publicaron con editoriales, que no
dejan de ser un modelo de publicación relativamente reciente; pero, si deciden
asumir el reto de la autoedición que no descuiden la calidad de lo que ofrecen
a sus lectores porque esa va a ser la clave para fidelizar su audiencia. Lo
peor que puede hacer es no dedicar esfuerzos a la corrección de su obra y a la
maquetación, ya que perjudica más un texto con faltas de ortografía, con
errores de maquetación o de estilo que una historia más o menos interesante.
Muchas gracias, Manuel Antón, por tu tiempo,
tus palabras y tus fotos personales. Te deseamos mucha suerte con tu carrera
literaria.
Y a vosotros, amigos lectores, gracias por
estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva