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martes, 20 de febrero de 2024

Reseña: EL FARO DE LAS ALMAS, de Júlia Díez.

La fantasía está en un género en auge. No hay más que echarle un vistazo a las redes sociales para comprobar que cada vez más adolescentes y jóvenes adultos se adentran en los mundos fantásticos de los libros de los autores extranjeros de moda. Pero, ¿qué pasa con los libros escritos en nuestro país? Son muchos, aunque no parezcan ser tan populares. Ojalá eso cambie. Desde La Orilla de las Letras vamos a poner nuestro granito de arena recomendando hoy El faro de las almas, la original novela de Júlia Diez.

Imaginad que las ciudades del mundo estuvieran custodiadas por unas llaves mágicas. Esas llaves serían cruciales para defenderlas de aquellos que pretendieran hacerse con las almas de las personas, unas brujas temibles. En este libro, primero de la saga de Las ciudades negras, conoceremos a las personas que guardan las llaves, así como a las malvadas brujas que ambicionan hacerse con las almas de toda la humanidad.

En un mundo en el que las almas de los hombres pueden ser quitadas, dominadas o mandadas al limbo por unas brujas llamadas máximas, son cruciales las llaves que custodian las ciudades. Estas llaves son precisamente guardadas por los custodios, y los custodios son tutelados por seres capaces de transformarse en animales: los taumaturgos.

Todo empieza con las custodias Miranda, Aoife y su padre, Niall, enseguida transformado en gato. Las máximas han puesto sus ojos en sus llaves, especialmente en la que custodia Aoife, pues es la del faro de las almas, la más importante de todas. La máxima más importante y la que parece la más ambiciosa es Viktoria. ¿Conseguirá hacerse con las llaves de todas las ciudades del mundo? De seguro que los custodios no se lo van a poner fácil.

Si bien esta historia nos muestra la clásica lucha (la que tanto nos gusta) de la luz contra la oscuridad, lo que más interesante me ha parecido es la que hay dentro de la facción oscura. Así, en El faro de las almas no solo nos encontraremos con una bruja malvada, Viktoria, sino también con otra que quiere arrebatarle el puesto, Alea.

De entre todos los personajes de esta novela coral, destacan especialmente los femeninos ya mencionados: las valientes hermanas Miranda y Aoife, y las malvadas brujas Viktoria y Alea.

Volviendo al tema de los personajes que vamos a encontrar en este libro, podemos decir que son bien variados, tanto en el bando bueno como en el malo. Se agradece que la autora haya añadido un apartado final de Dramatis personae para que no nos perdamos. En él, además, encontraremos la definición de varios términos importantes.

La acción transcurre en varias ciudades a las que los custodios llegan a través de portales espaciales. Existen otros elementos mágicos interesantes que iremos conociendo a lo largo de la historia. No adelanto nada, mejor que los descubráis vosotros mismos durante la lectura del libro.

Otro punto a favor de esta novela son las ilustraciones de Héctor R. Asperilla. Evidentemente, corresponden a momentos de la trama. Su estilo gótico, con tonos oscuros, me ha parecido de lo más apropiado.

El faro de las almas, en definitiva, es una estupenda novela de fantasía en la que no solo nos encontramos la eterna lucha entre el bien y el mal, sino también otra dentro del mismo lado oscuro. Una obra muy recomendable para jóvenes y no tanto. Y tú, ¿te atreverás a proteger las almas con los custodios?

Cristina Monteoliva