¿Te has planteado
alguna vez dejarlo todo por cumplir un sueño? Pero, ¿y si todo no fuera tan
idílico como tú te imaginas? ¿Crees que te acabarías arrepintiendo o
adaptándote a la nueva situación? ¿Y si tu sueño fuera abrir un chiringuito en
Cádiz? Uno como el Buenos Aires, el que acabarán regentando Ana y su marido,
Manu. ¿Qué todavía no conoces sus aventuras en El mito del chiringuito, la novela de Mar del Olmo? Pues no tienes
más que leer esta reseña para convencerte de que este es tu libro. ¿Comenzamos?
¡Allá vamos!
Tras
acogerse a un ERE en su antigua empresa, Ana y su marido, Manu, ponen rumbo a
Cádiz, lugar en el que deciden abrir el chiringuito Buenos Aires. Aunque los
dos pensaban que todo iría a las mil maravillas, pronto se dan cuenta de que
las cosas no serán tan fáciles: al horrible tiempo ventoso imperante en la zona
hay que sumarle la llegada de un buen número de familiares gorrones, la
contratación de una cocinera muy peculiar acompañada de una hermana no menos
estrafalaria y los eternos problemas con los hijos adolescentes. ¿Se
arrepentirá el matrimonio de haber emprendido tan importante aventura?
Nuestra
narradora y protagonista es Ana, una encantadora mujer de mediana edad a la que
ya conocimos en una novela anterior, 45
días por año. ¿Es necesario leer su primera aventura para disfrutar de la
segunda? No necesariamente, aunque yo os recomiendo que lo hagáis para que os
divirtáis el doble.
¿Qué
es lo que necesitamos entonces saber de Ana? Pues, fundamentalmente, que gracias
a un ERE que la dejó sin puesto fijo de trabajo en Madrid pudo cumplir su
sueño, que no era otro que el de montar un chiringuito con su marido, Manu.
El
chiringuito se llama Buenos Aires y está en Cádiz. En él aterrizan no solo Ana
y Manu, sino también sus alocados hijos adolescentes, Santi y Marina. Pronto
llegan para la inauguración toda la familia de Ana, prácticamente, y parte de
la de Manu. De todos ellos me gustaría destacar a las dos veteranas del grupo,
la abuela Águeda y la tía Chiqui, dos señoras tan entrañables como enamoradizas
que me han hecho pasar muy buenos ratos.
Todo
restaurante que se precie, esté o no a pie de playa, tiene que tener un buen
equipo en la cocina. Como a Ana las cosas nunca le salen a derechas, su marido
la sorprenderá contratando a una striper rutilante
y a su hermana de pequeña estatura. Por
supuesto, con ellas las situaciones más desternillantes están garantizadas.
El
tiempo pasa y poco a poco el matrimonio se va dando cuenta de que las cosas no
salen como ellos soñaban. El chiringuito da mucho trabajo, los baños se
estropean, los clientes son demasiado peculiares... La cuestión es: ¿decidirán
Ana y los suyos empaquetar sus cosas y volver a Madrid o conseguirán adaptarse
al medio?
Como
ya sucediera con su antecesora, 45 días
por año, esta novela es una comedia con un trasfondo muy real: el de los
ciudadanos que han de empezar de nuevo laboralmente después de llevar media
vida trabajando en una empresa. Otros temas que nos encontramos son las
relaciones familiares, el paso del tiempo en los matrimonios, las relaciones
con los adolescentes… Y muchos más. Pero, ¿sabes qué? Voy a dejar que los
descubras por tu cuenta con la lectura de esta tronchante novela.
El mito del chiringuito
es, en definitiva, una muy divertida novela que da continuidad a las aventuras
de Ana, la antiheroína definitiva de mediana edad. Adéntrate ahora en sus
páginas y descubre lo duro que es comenzar un negocio, lo difícil que lo pone
la familia, los sinsabores que puedes encontrar en el camino y, por supuesto,
lo divertido que puede ser todo ello. ¿Te atreves o es que acaso te da miedo el
viento de Cádiz?
Cristina Monteoliva