El hombre es el único
animal capaz de tropezar una y otra vez con la misma piedra. No hay nada más
que analizar la historia de la humanidad para darnos cuenta de ello. Pasan los
años, las décadas y los siglos, pero no aprendemos que con las guerras todos acabamos
perdiendo. Tras las guerras llegan periodos de paz, aunque muchas veces, con
gobiernos totalitarios. Algunos de los que forman parte de estos gobiernos
pueden considerarse verdaderos monstruos. Pero, ¿lo son para sus familiares?
Este es el punto de partida de Asimilación,
el nuevo e impactante thriller de
ciencia ficción de Eva G. Guerrero que comentamos en esta reseña.
Marlín
es la nieta de Gabriel Chabrol, el que fuera ministro de Asimilación Cultural
en el terrible gobierno de Laguna. César, un cazador de nazis que odia a
Chabrol. Por improbable que parezca, Marlín y César se enamoran cuando se
encuentran en el territorio del Consenso. La pareja, sin embargo, no está
destinada a ser feliz por mucho tiempo. Tras un terrible accidente en el que
César casi muere, los dos se trasladan a vivir a casa Tornés, la mansión del ya
difunto Gabriel, donde Marlín tendrá la ayuda de Lupín, el androide que su
abuelo construyó para ella. A los fantasmas del pasado de la casa, siempre
presentes para la nueva propietaria, se le suma el extraño comportamiento de
César. Marlín tendrá que hacer frente no solo a sus problemas de pareja, sino
también a los complots políticos que amenazan su seguridad y al descubrimiento
de ciertos secretos familiares. ¿Conseguirá salir viva al final de la gran
aventura de su vida?
En
el futuro que dibuja Eva G. Guerrero en su última novela, existen drogas que
anulan la voluntad de los seres humanos y androides con funciones
insospechadas. Europa ha sido pasto de guerras y España ha pasado por un
gobierno totalitario fascista. Gabriel Chabrón, la mano derecha del dictador
Laguna, sería considerado un verdadero monstruo. Los monstruos, sin embargo,
suelen tener familia: hijos, hijas, nietos y nietas que suelen tener una visión
muy distinta de estas personas. En esta historia, la protagonista, Marlín vive
atormentada pensando que para ella su abuelo lo fue todo durante buena parte de
su vida. Una vez abrió los ojos, gracias sobre todo a su marido, César, el peso
de la culpa caería a plomo sobre ella. Aunque intente librarse del fantasma de
Gabriel, le es imposible: él está en su robot Lupín, en cada rincón de la
mansión casa Tornés, en los documentos que va descubriendo en ella… La cuestión
es: ¿debe pagar una nieta por los pecados de un abuelo?
Marlín
y César se casan estando muy enamorados. El comportamiento de César cambia tras
el accidente del que ha de recuperarse en casa Tornés, hasta el punto de que
Marlín casi no le reconoce. ¿Es acaso influencia de la casa? ¿Tendrá que ver
Bibiana Páez de Urruti, la política que no deja de visitarle? ¿Qué se esconde
realmente tras este cambio?
Podríamos
pensar que Marlín está sola, ahora que César no parece él mismo. No es así,
pues siempre la acompaña su fiel robot Lupín, un ente creado por el abuelo
Gabriel que siempre la protegerá. Lupín lleva muchos años en la familia, los
suficientes como para haber sido testigo de las grandes intrigas que encierra
la casa. ¿Qué papel jugará en la trama?
Buena
parte de la historia transcurre en la casa, un elemento fundamental de la
misma, como ya ocurriera en otras novelas célebres, como la inolvidable Rebeca,
de Daphne du Maurier. La casa no solo como trasfondo, sino como un personaje
más: un ente opresor. La casa es lujo y comodidad, pero sobre todo es
representación de todo lo torcido de una saga familiar. En ella Marlín se
sentirá en principio cómoda, ¿aunque por cuánto tiempo? ¿Cuánto tardarán los
fantasmas de la casa en aparecer?
Asimilación,
en definitiva, es una breve pero intensa novela de ciencia ficción e intriga
que trata temas muy interesantes: las drogas sintéticas, el avance de la
inteligencia artificial, el nazismo, el sentimiento de culpa que alguien puede
sentir por lo que hiciera un familiar en el pasado… Y mucho más. Solo falta que
te decidas por su lectura. ¿O es que acaso tienes miedo de lo que puedas
encontrar en casa Tornés?
Cristina Monteoliva