Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
volvemos después de Semana Santa (ya os habréis dado cuenta de que NO hemos tenido
vacaciones) con una nueva entrevista: la que nos ha concedido Esther Cabrera.
Esther
Cabrera
es licenciada en Derecho y experta universitaria en Criminología. En
su faceta como escritora, podemos señalar un
accésit en los Premios Gandalf de Relato Corto convocados por la Sociedad Tolkien Española en 2021 y el primer
premio en los Bilbo de Microrrelato 2022. Ha colaborado con el proyecto de
literatura cooperativa El hilo de la
historia y participado en el concurso internacional de microrrelatos Microatardeceres (texto seleccionado
para formar parte de antología). Actualmente es redactora en el blog literario Espiademonios. El crimen de Santa Olga es su primera novela publicada.
Dicho esto, vamos allá con la
entrevista:
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
Tengo por ahí escritos que ahora
podrían clasificarse como microrrelatos, compuestos con 8 o 9 años. Apenas un
año después vio la luz un cuentito que publicaron en la revista del colegio y,
entre los 12 y los 14 escribí un par de novelas cortas, de apenas cien páginas
y de uno de los géneros de “moda” en los 80, el de aventuras (qué sería de la
gente de mi generación sin Indiana Jones).
En esa
época comencé a escribir poesía y obtuve como reconocimiento una mención especial
en un concurso de poesía juvenil. Novelas “de verdad” comencé a escribirlas a
los 17. Tengo, de hecho, dos novelas policíacas terminadas de aquella época,
así como algún que otro relato corto y recopilaciones de cartas (también le he
dado al género epistolar).
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Los clásicos, sin ningún género de
dudas. Me han influenciado en la forma de describir y de adentrarse en la faceta
humana de los personajes. Vuelvo una y otra vez a Dumas, Victor Hugo y Dostoievski,
mis autores fetiche. El conde de
Montecristo, Los miserables y Crimen y
Castigo, figuran entre mis lecturas predilectas. Aunque, qué sería de mí
sin las tragedias de Shakespeare y las obras principales de Cervantes. Entre los
autores contemporáneos, me quedo con Tolkien y Bernard Cornwell para lo
fantástico y lo histórico, y con A. Conan Doyle, Agatha Christie y P.D. James
para el género detectivesco.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Suelo tener varias lecturas en marcha a la vez. Leo de todo, como muestra dos botones: actualmente tengo en marcha Metro 2033, una novela postapocalíptica de Dimitri Glujovski ambientada en los túneles del metro de Moscú donde los supervivientes se ocultan después de una guerra nuclear; y Cosecha roja, la primera novela de Dashiell Hammett, padre del género negro, al que no había abordado todavía. Son historias absolutamente diferentes pero ambas recomendables.
©
Esther Cabrera.
¿Cómo
se lleva lo de escribir géneros tan dispares como la alta fantasía y la novela
negra? ¿O es que acaso no son tan distintos?
Bajo mi punto de vista el género
no es más que un barniz, una manera de clasificar o etiquetar. Para mí y, aunque
a priori, la novela policíaca y la de alta fantasía sean géneros diametralmente
(y comercialmente hablando) opuestos (en uno hay que ceñirse lo máximo posible
a la realidad y documentarse hasta el más mínimo detalle mientras que, en el otro,
aunque la historia debe ser coherente, la imaginación toma el mando), lo que
verdaderamente importa es la calidad del lenguaje, la elegancia en las formas,
la manera en que se abordan los temas que se tratan y la profundización en los
personajes.
Yo trato temas
universales. El amor y al muerte están presentes, en mayor o menor medida, en
todos mis escritos. También el odio, la venganza, la traición, la amistad, la
esperanza, la redención… y algunos de los miedos cervales del ser humano: la
soledad, el dolor, la enfermedad. Y mis personajes, con independencia de si se
trata de un policía, una guerrera con poderes místicos, un caballero curtido en
mil batallas o una reina sin corona, sienten, sufren, caen, se levantan, como
tú o como yo.
Así que, en
mi caso, no es complicado navegar de un género a otro.
¿Relato
o novela?
¡Novela! Como lectora y también
como escritora me inclino por obras extensas.
El relato
es para mí un ejercicio de creatividad, un entrenamiento. Y me ha reportado
muchas alegrías: como ejemplo un accésit en los Premios Gandalf de Relato Corto
2021 y un primer premio en los Bilbo de Microrrelato 2022 (ambos certámenes
convocados por la Sociedad Tolkien Española). Pero se me hace corto, me sabe a poco.
Sé que menos,
es más, pero, dado que mi estilo está marcado por lenguaje preciosista y que me
encantan las descripciones y el análisis de personajes y situaciones, llevo
fatal la limitación de palabras o páginas.
¿Cómo
surgió la idea de escribir El crimen de
Santa Olga?
La novela policíaca fue mi primera
inclinación. En mi casa siempre se habían leído novelas y visto en bucle,
series y películas policíacas, estaba “predestinada” a elegir este género. Como
curiosidad, el protagonista de El crimen
de Santa Olga bebe del protagonista de aquella primera historia del género
escrita a los 17. Le debía a este personaje darle una vida, una historia que
contar.
Pero, fundamentalmente,
mi obra surge de la necesidad de escribir una novela de las que a mí me gusta
leer. En el panorama actual, donde predominan el thriller y la novela negra
frenética y sangrienta, me apetecía irrumpir con una historia de corte clásico,
recrearme en los cánones de las historias de detectives donde priman los personajes
y la investigación sobre el truco o trato o los giros constantes y a veces
forzados.
¿Qué
nos puedes contar de El crimen de Santa
Olga?
Es una novela policíaca, pero también una historia de muerte, de pérdida, de dolor, de amor, amistad y esperanza. Su protagonista, un policía inteligente y perspicaz que se encuentra desahuciado emocionalmente, se tropieza con una investigación criminal en la que, por fin, puede demostrar sus habilidades, y también con una persona muy importante de su pasado que le hará replantearse sus emociones y convicciones. Es una historia de las que enganchan, de las que dejan buen sabor de boca. De las que merece la pena leer.
©
Esther Cabrera.
Por
cierto, ¿por qué publicaste El crimen de
Santa Olga en Amazon?
Buena pregunta.
El mundo
editorial tiene demasiadas perversiones como para abordarlas todas en tan
escaso espacio, intentaré, pues, resumir.
A la
puerta de una editorial tradicional solo se puede llamar si se cuenta con el
respaldo de un/a padrino/madrina, una cuenta en IG o FB con miles de seguidores
o un canal de YouTube propio con proyección.
Por otro
lado, las editoriales de autopublicación tienden, en su mayoría, a prometer
mucho más de lo que acaban cumpliendo. Me parece aberrante, abusiva, la manera
en que muchas mercantilizan la ilusión del escritor por ver una obra suya
publicada.
Amazon no
es la panacea. Ha quitado las puertas al campo facilitando la publicación de mucha
morralla con ínfima calidad literaria. Pero es el público, soberano, el que
tiene la última palabra.
Autoeditando
en esta plataforma he dejado, por tanto, en manos del lector, y no de intereses
económicos y comerciales, el poder de decidir si mi historia es buena, mala o
regular.
¿Te
está costando dar a conocer la novela?
Mucho.
Hasta
ahora he llegado al entorno cercano y, gracias a alguna que otra presentación he
tenido acceso a lectores desconocidos. Pero el boca a boca, que es la mejor
manera de promocionar al autoeditado, va muy despacio. Tanto que a veces ni
llega. Tengo muchos lectores que me llaman y escriben para darme su opinión en
privado, pero no dan el salto a publicar sus valoraciones en Amazon o en plataformas
como Babelio o Goodreads, que son el verdadero escaparate.
Por otro
lado, tengo bastantes ejemplares repartidos en cuatro librerías, pero no logro
darles salida. Sin una campaña de marketing promovida por una editorial, la distribución
y promoción se convierten en misión casi imposible.
¿Qué
esperas que encuentren los lectores en El
crimen de Santa Olga?
Espero que encuentren la historia
creíble, adictiva, entretenida, que se metan en la historia, que sufran, se
alegren, se emocionen a la par que lo hacen los personajes. Que la historia les
atrape y empuje a seguir leyendo sin tregua hasta llegar al final. Y que,
cuando acaben, la recuerden como una lectura de las que apetece compartir con
otros lectores.
Sabemos
que El crimen de Santa Olga no es tu
única novela. ¿Qué secretos esconden tus cajones escritoriles?
Tengo una novela de fantasía épica
terminada y a la espera de publicación. Probablemente saldrá a finales de este
año o comienzos del que viene. Aún está por decidir si optaré de nuevo por
Amazon o la dejaré en manos de una editorial que ha mostrado interés en ella.
Mientras estoy
dándole visibilidad a varios relatos cortos que estaban perdidos, como dices,
en el fondo de mis cajones. Tengo uno publicado y otros dos a la espera de
publicación en sendas webs literarias.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Estoy dándole vueltas a la idea de
acometer la continuación de El crimen de
Santa Olga. Es una novela autoconclusiva, pero puede que el clamor popular logre
que su protagonista tenga más casos que investigar… quién sabe.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Agradecerte el interés en mi obra
y mi trayectoria y animar a los lectores de esta entrevista a adentrarse en los
misterios de El crimen de Santa Olga.
Muchas
gracias, Esther, por tu tiempo, tus
respuestas y tus fotos personales. Mucha suerte con tu novela, y a ver si
pronto te vemos publicando aquella de la que nos hablabas.
Y
a vosotros, amigos lectores, muchas
gracias por estar de nuevo al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva