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martes, 25 de abril de 2023

Entrevista: ÁNGELA FRANCO.

 Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

Volvemos a la carga con las entrevistas, esta vez con la que nos ha concedido la escritora Ángela Franco.

Ángela Franco se presentó al IV Premio de Novela Romántica Kiwi RA. No ganó el concurso. Sin embargo, Ediciones Kiwi le ofreció publicar su novela ¿Un futbolista? No, gracias. Más tarde, llegarían ¿Un futbolista? Que sean dos (2018), Un cóctel con sabor a Barcelona (2019), ¿Un futbolista? Mejor tres cervezas (2020), La ManiaMaca (2022) y Buscando tu estilo hygge (2022).

Es el momento de que conozcamos mejor a la autora gracias a sus palabras:

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Siempre he escrito, pero me puse en serio en el 2004, con mi primer ordenador. Empecé una novela larga que me costó mucho terminar y que algún día reescribiré porque no hay por dónde cogerla. 

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Soy lectora de siempre y me gusta leer cualquier género (menos terror); por supuesto todas influenciables. Un día descubrí el género Romántico (y sus muchos subgéneros) y me atrapó. Mi escritora favorita es Jane Austen, aunque mis historias nada tienen que ver con las de ella.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Pues justo empecé hace dos días, A ojos de nadie de Paola Boutellier. Es el primero de una trilogía de un thriller de suspense.  Hasta el momento pinta muy muy bien y tiene muy buenas críticas. Así que sí, lo recomiendo.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Una lectura, una película, una canción, cualquier comentario, o situación…, todo me parece inspiratorio. Me ocurre algo, y me viene una inspiración que anoto en un archivo por si me sirve en futuras historias.  Suelo ser bastante observadora.  

Como escritora, e imagino que lectora, de novela romántica, ¿qué tiene que tener para ti una buena novela del género?

Lo primero, que me enganche; esto para todas. Y, centrándonos en la romántica: no me gustan especialmente las novelas “edulcoradas”.  Disfruto de las historias en las que el romance se cuece a fuego lento, casi sin darte cuenta. Me encanta que haya mucha tensión sexual entre los protagonistas y que parezca que nunca terminará de culminar.  Hasta llegar al final, claro.

Por cierto, ¿te atreverás a cambiar alguna vez de género?  ¿Te ves fuera de la novela romántica?

Ahora mismo, no. De hecho, me gusta la novela romántica porque tiene tantos subgéneros que puedes jugar entre ellos. Hasta el momento, las novelas que tengo publicadas son comedia romántica, pero tengo dos terminadas new adult/juvenil. 

©Ángela Franco.

No ganaste el IV Premio de Novela Romántica de Ediciones Kiwi. Sin embargo, acabaste publicando tu novela ¿Un futbolista? No, gracias con esta editorial. Imagino que tuvo que ser toda una sorpresa que te seleccionaran para ello. ¿Cómo lo viviste?

No me lo esperaba para nada. Ese año, me hice un listado con varios concursos en los que participar; tengo que apuntar que cuando estás en un concurso no puedes presentar ese mismo manuscrito a otro hasta que no salga el fallo y liberes tu novela (suelen quedarse con ella hasta 6 meses).  Cuando me presenté al premio de Kiwi Ra y salió el fallo, segundos después (literal), solicité la liberación de mi manuscrito para mandarlo al segundo de mi lista. No tardaron en contestarme diciendo que en una semana las liberarían todas, que esperara ese tiempo porque iban a ponerse en contacto con las novelas no ganadoras y que les interesaba.  Tres días después, me llegó el mensaje de la editora diciendo que estaban interesados en mi historia. Lloré mucho; no me lo podía creer y aún me emociono al recordarlo.

¿Cambió tu vida al publicar ¿Un futbolista? No, gracias?

Algo, sí.  No vivo de la escritura (ojalá pudiera dedicarme exclusivamente a escribir y tener un sueldo mileurista; no pido más). Pero hay detalles que sí han cambiado gracias a la publicación de mi primera novela.  Hacer presentaciones de libros, acudir a eventos literarios (ferias, encuentros, concursos…). Me encanta cuando recibo algún mensaje de lectoras o lectores que se han leído alguna de mis novelas y les ha gustado. Flipo cuando voy a Casa del Libro o FNAC y veo mis novelas.  Alucino cuando hablo de “tú a tú” con alguna autora a la que admiro. Eso antes no ocurría; ni siquiera en mis mejores sueños.

De todas las novelas que has publicado, ¿a cuál le tienes más cariño y por qué?

Siempre lo digo, a mi primera novela: ¿Un futbolista?  No, gracias.  Es la única historia que fue escrita exclusivamente para mí; sin pensar que nadie más la leería. Y mira hasta donde ha llegado. Siempre será mi ojito derecho; aunque sea mi mejor novela.

¿Y cuál es la novela que más te ha costado escribir?

¿Un futbolista? Mejor tres cervezas (la tercera de la serie Los Tocapelotas) Se me hizo interminable. Esta novela es especial porque prometí a unas amigas incluirlas como personajes de la historia; y son seis amigas. Cada una me fue diciendo cómo querían ser (creo que se vinieron arriba pidiendo cosas; y vuelvo a recordar que son seis amigas). Y a todo esto había que crear trama y que el carácter de cada una de ellas (de las seis) encajara con la historia…  Además, tuve que pararla para dedicarme a otro proyecto que me pidió la editorial, por lo que se alargó bastante más. Me costó mucho, pero la terminé, y la verdad es que estoy muy orgullosa del resultado. 

©Ángela Franco.

¿En qué se parecen a ti las protagonistas de tus novelas?

Siempre hay cositas…, creo que es inevitable.  Todos los que leen ¿Un futbolista?  No, gracias dicen que la prota soy yo; puede que tengan razón.  En las demás ya no me ven a mí en sí, pero hay personajes secundarios (un poco locos) que igual tienen bastante de mí. Siempre hay algo, incluso en los personajes masculinos.

Tu última novela es Buscando tu estilo hygge. ¿Qué es eso del estilo hygge?

Hygge es una palabra danesa que viene a significar algo así como: esa felicidad plena que sentimos al disfrutar de los pequeños momentos de la vida. 

En la novela, la protagonista, Claudia, es diseñadora de interiores por lo que al referirse al “estilo” piensa en decoración estilo nórdico, confortable y cálido. Por otro lado, tenemos al protagonista masculino, Enrique, que necesita encontrar ese bienestar que hace tiempo que perdió…; necesita hygge. 

 Háblanos un poco de Buscando tu estilo hygge. ¿Qué crees que hará que los lectores se enamoren de tu historia?  

Claudia y Enrique, cuando niños, eran los mejores amigos. Con doce o trece años se tienen que separar. Aunque se prometen que seguirán manteniendo el contacto, no será así. 

Dieciocho años después, sus vidas vuelven a cruzarse en Vigo (muy lejos de Granada donde ellos vivieron de niños), y sin esperarlo.  Las cosas han cambiado mucho para los dos y ese reencuentro no será tan fácil como se podría esperar.  Hay muchos enigmas que complicarán ese encuentro entre Claudia y Enrique.  Por supuesto, se irán resolviendo mientras se avanza en la lectura hasta llegar al final. La historia atrapa de principio a fin. 

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Fusss.  Mi cabeza no para de pensar. Tengo dos historias terminadas sin saber qué hacer con ellas. Además, hace unos meses recuperé los derechos de una de mis novelas y la estoy reescribiendo para autopublicarla. A parte, tengo un proyecto pendiente con unas amigas escritoras. Muchas ideas y poco tiempo.  A ver… jajajaja. 

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Pues solo me queda agradecerte a ti, Cristina, por ofrecerme esta oportunidad de darme a conocer a tu público.  Para mí, esta entrevista es muy muy especial porque nos conocemos personalmente y esto emociona mucho más. Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Un saludo muy grande a tod@s, y, si alguien tiene más curiosidades, que no se corte y me pregunte en privados por Instragram. Un besazo muy grande.

Muchas gracias a ti, Ángela, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Mucha suerte con tus novelas publicadas, ¡y por las que te quedan por publicar!

Y a vosotros, amigos lectores, muchas gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva