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jueves, 15 de diciembre de 2022

Reseña: DE MONOS Y HOMBRES. 17 FABULACIONES SOBRE LA HUMANIDAD: DE E.T.A. HOTTMANN A ROBERTO ARLT, de Varios Autores.

 

Vamos con este gran momento del año que es la Navidad, en que empezamos a saborear antologías de cuento fantástico y a gastarnos el dinero en ellas; para regalar o regalarnos. Esta preciosidad, De monos y hombres. 17 fabulaciones sobre la humanidad: de E.T.A. Hoffmann a Roberto Arlt, con su típico lomo dorado de Alba Clásica, recopila relatos del siglo XIX y XX, en los que el mono es el protagonista. Pero no cualquier mono, sino el arquetipo del primate; ese que nos recuerda, para bien o para mal, nuestra forma y nuestra inteligencia.

A continuación resumo algunos de los cuentos de la antología, según mi preferencia personal.

Té verde, de Le Fanu. El narrador, el famoso médico alemán Hesselius, trata a un párroco al que se le aparece un pequeño simio. Al principio cree que son visiones provocadas por el exceso de té verde, que toma de noche para soportar despierto las largas horas de trabajo que requieren sus estudios. Poco a poco el animal va volviéndose más invasivo, lo mira mientras duerme, sus ojos son como dos brasas en la oscuridad, y llega a hablarle. Lo que dice le desquicia. Una maravilla de cuento en que la tensión está medida al milímetro y como repasada con el filo de un cuchillo.

Tres cuentos de autores inmortales en los que el eslabón que nos une al mono es el lenguaje: Discurso para una Academia de Kafka, imprescindible. El canalla de la naturaleza de Lord Dunsany, un curioso caso en que la ciencia y la inteligencia del primate son empleadas contra el belicismo alemán, y el precursor aventajado de ambos: E.T.A Hoffmann con su Noticia de un joven culto. Hay que tener en cuenta que, en este caso, hablamos de un relato científico acerca de la capacidad de un primate de convertirse en erudito, publicado en 1814, antes que las grandes novelas especulativas de Verne o los cuentos geniales de Wells, antes incluso que el Frankenstein de Mary Shelley. Una vez más, la precocidad y hasta la capacidad profética de Hoffmann es asombrosa.

Tres interesantes autores latinoamericanos, cuya prosa se agradece siempre: La factoría de Faljalla Bill Alí, de Roberto Arlt, con un estilo realista y un tema insólito en esta antología: la amistad del hombre y otros primates. Tal vez la clave está en la poca fe que tenían los protagonistas del escritor argentino en sus semejantes humanos. En este caso el carácter generoso y benigno de los monos viene a subrayar esta contradicción del hombre como lobo para el hombre.

Los caynas, de César Vallejo. En una aldea de Perú se extiende imparable una epidemia; quienes se contagian caen en la histeria colectiva de creerse monos. La historia de este gran poeta (uno de los más grandes en lengua española) se vincula con el Horla de Maupassant y con El perro rabioso de Quiroga, así como con todos los relatos de licántropos de la psiquiatría.

Hablando de Quiroga, el escritor uruguayo también está en la antología, con Historia de Estilicón, un relato en el que, en medio de la selva, del modo preciso y agobiante en que se ve avanzar la oscuridad en sus tramas, las fronteras entre un gorila y los personajes humanos del cuento se desdibujan, perdido el contexto de la civilización. Se le llamó el Poe latino. Yo creo que tenía un estilo que brillaba por sí mismo y no hay nada que justifique una comparación con Poe, salvo un elemento psicológico sin el cual, ni las tramas del uno ni las del otro tendrían sentido: la perversidad.

Pocos animales se han estudiado en la historia de la etología, si es que ha habido alguno, que matasen por placer. Poe inventó al gato negro vengativo en el Este de los Estados Unidos y al orangután sádico en París. Desde luego, este cuento era imprescindible en la antología: el célebre Los crímenes de la Calle Morgue.

Tampoco podía faltar ese clásico del giro y del ambiente que es La pata de mono de Jacobs, que muchos descubrimos en su lengua original, en las lecturas de las clases de inglés.

El siguiente es mi gran descubrimiento del libro: El mono de Isak Dinesen.

Sabía que Karen Blixen usaba con maestría los animales y metamorfos, pero su relato, extraído de Siete cuentos góticos, es una rara y deliciosa sorpresa. En él, como en su novela corta El festín de Babette, la protagonista es la contención, asediada sin éxito por el placer y la libertad hasta que, tarde, aunque a lo mejor no demasiado tarde, los personajes descubren que no había peligro de desbordamiento, que las emociones fuertes no los iban a matar o a destruir, sino todo lo contrario.   

El español decimonónico Vicente Barrantes escribió su propio homenaje al cuento de Poe, que puede encontrarse también entre estas páginas. Una secuela explícita, pues en el propio título apostilla: Imitación de Poe. Muy interesante descubrimiento este cuentista, teniendo en cuenta la poca importancia que se le daba al cuento en la literatura decimonónica española, y lo marginal que era la lectura de autores anglosajones de terror.

Aquí me atrevo a anotar la falta en esta antología de un cuento excelente de Emilia Pardo Bazán: Adriana, en el que un animal que, por su descripción, debe de ser un macaco grande o tal vez un mandril, protagoniza una escena de tensión magistral, que deja al lector con la lengua fuera y a la protagonista tocada para siempre.

Quiero destacar la presencia de cuentos en castellano en esta antología. Creo que en el mundo editorial español, tenemos una cuenta pendiente con el cuento. Demasiados lectores no saben todavía las historias increíbles que les quedan por conocer y los grandes cuentistas que han escrito en nuestra lengua. Este es un valioso grano de arena para esa montaña. 

Rebeca Tabales