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martes, 15 de febrero de 2022

Reseña: TERRUÑO, de José María Velasco Román.

 

¿Cómo es la vida en la España rural vaciada? Sin duda, tiene que ser mucho más tranquila que en la otra España, la masificada. O, al menos, eso nos gusta pensar, porque, ¿y si un importante delincuente decidiera operar desde allí, aprovechando el anonimato del lugar? ¿Cómo podría esto influir en el resto de habitantes de la zona? ¿Qué pasaría con aquellos que quisieran hacer bien las cosas? Las respuestas a estas y a otras muchas preguntas las encontraréis en Terruño, la novela de José María Velasco Román de la que hablaremos en esta reseña.

Álvaro, enólogo de profesión, es un muchacho decente muy unido a sus padres y enamorado profundamente de la también enóloga Grenache. Todo parece tranquilo en San Roque del Monte, la localidad de Álvaro y Grenache, aunque en realidad hace tiempo que no lo es, en concreto, desde que un empresario italiano empezó a operar en dos bodegas con el fin de blanquear dinero e introducir droga en el país. Álvaro es ajeno a todo esto, pero podría enterarse de seguir indagando demasiado, por lo que hay que quitarlo de en medio. O tal vez no sea por esto por lo que nuestro hombre tiene supuestamente un accidente y acaba en coma. Lo que sea que le ha pasado tendrán que averiguarlo Grenache y María, la madre de Álvaro. ¿Hasta dónde serán las mujeres capaces de llegar por saber la verdad?

Esta historia tiene lugar en la España rural vaciada, en concreto, en un pueblecito llamado San Roque del Monte. San Roque del Monte es una localidad ligada al mundo del vino, por lo que en ella hay varias bodegas. En una de ellas, la Cooperativa Virgen de las Viñas, nos encontramos al enólogo Álvaro, un muchacho recto cuya forma de hacer las cosas va en contra de lo que quieren los demás, entre ellos, Santiago, el presidente de la bodega y padre de su novia, Grenache, y Pablo, el gerente del negocio y antiguo compañero de colegio de Álvaro.

Solemos pensar que en la España vaciada no suele suceder absolutamente nada de relevancia. Precisamente porque nadie le hace caso a estos pueblos y aldeas resultan ideales para esconder delitos, como piensa un empresario italiano que empieza a comerciar con las bodegas de la zona. Su negocio, más que con el vino, tiene que ver con la droga. Pronto veremos que muchos son los que quieren participar del delito.

Pero para entender lo que le pasa a Álvaro no solo hay que mirar al empresario italiano y sus oscuras intenciones, sino también hacia ese pueblo en el que se ha criado. Un pueblo en el que estudiaría con el envidioso Luis, un muchacho con una tara que acaba como bodeguero en el mismo negocio en el que trabaja Álvaro; y con Pablo, el señorito que es nombrado gerente de la cooperativa. En él nos encontramos también con Jaime, el policía corrupto que trae al empresario italiano al municipio.

Dos mujeres valientes serán las encargadas de desvelar un misterio que el lector conoce en realidad desde el principio: Grenache, la novia de Álvaro, y María, la madre del muchacho. Mientras el chico está en coma, las dos se embarcan en una peligrosa aventura que les lleva a desenmascarar a todos los delincuentes y, en última instancia, desvelar qué le pasó a Álvaro la noche que tuvo el accidente.

La vida de San Roque del Monte gira alrededor de la uva, por lo que no es extrañar que cada capítulo venga encabezado por un término relacionado con el mundo del vino. Un vino que, como vemos, puede ser una bendición, pero también la perdición de los más codiciosos. ¿Acabarán saliéndose con la suya o, por el contrario, se hará justicia con ellos? Tendrás que leer Terruño, esta original novela negra, para averiguarlo. ¿O es que acaso temes lo que puedas descubrir en ella?

Cristina Monteoliva