Podemos decir que Rusia
cuenta en estos momentos con grandes escritores de ciencia ficción y fantasía,
como Dimitry Glukhovsky (autor de la saga que comienza con Metro 2033) o
Serguéi Lukyanenko (famoso por su saga de los Guardianes). Existieron otros muchos
antes que ellos, los precursores del género en su país. Autores que merecen ser
estudiados y reconocidos y que ahora conocemos gracias a libros como Pioneros de la ciencia ficción rusa, la
antología publicada por Alba Editorial de la que hablaremos a continuación.
Pioneros de la ciencia ficción rusa
es un volumen compuesto por un total de once relatos (más bien, novelas cortas)
escritos entre 1892 y 1929 por Alekséi N. Apujtin, Porfiri P. Infántiev,
Varleri Y Briúsov, Serguéi R. Mintslov, Aleksandr P. Ivanov, Ignati N.
Potápenko, Aleksandr A. Bogdánov, Vivian A. Itin y Alekséi M. Vólkov.
El
libro nos presenta las historias en el orden cronológico en el que fueron
escritas, a razón de una por autor, a excepción de Valeri Y Briúsov y Alekséi
M. Vólkov, que cuentan con dos cada uno de ellos (si bien la última de ellas,
Bairo-Tun, está firmada por Mijáil V. Vólsov, pseudónimo de Alekséi M. Vólkov).
Cada relato viene precedido por una extensa nota biográfica del autor, lo que
hará que conozcamos ya no solo sobre su vida, sino también sobre sus
motivaciones a la hora de adentrarse en la ciencia ficción.
Si
bien cada uno de los autores de este libro tiene su propio estilo, podemos
encontrar ciertos rasgos comunes una vez analizados todos los relatos. El primero
de ellos ya lo he comentado antes: ya sea por su extensión, ya sea por su
contenido, nos encontramos más bien ante novelas cortas que cuentos. En segundo
lugar, diremos que los autores describen todo lo que acontece con todo lujo de
detalles. Después diremos que en general nos encontramos con un personaje que
vive una aventura fantástica. Finalmente, apuntaremos que para los autores
rusos de la época los alienígenas tenían que proceder siempre de Marte.
Una
vez dicho esto, pasaremos a repasar rápidamente cada historia en concreto.
La
primera pieza que nos encontramos en este libro es Entre la vida y la muerte, de Alekséi Apujtin, una historia en la
que un príncipe descubre tras su muerte que sigue escuchando a todo el mundo a
su alrededor y recordando su vida pasada.
En
En otro planeta. Tratado sobre la vida de
los habitantes de Marte, de Porfiri P. Infántiev nos encontramos con un
muchacho que, tras un accidente en el Mont Blanc acaba en un observatorio de un
doctor que tiene la clave para conocer a los marcianos.
La montaña de la Estrella,
de Valeri Y. Briúsov nos habla de un hombre que, tras vagar moribundo en el
Desierto Maldito, se topa con una civilización secreta que acaba mal.
Entendemos
que Valeri Y. Briúsov sentía cierta predilección por las civilizaciones ocultas
condenadas al desastre ya que en La
República de la Cruz del Sur vuelve a repetir con esta temática, esta vez
situando en el Polo Sur a sus ciudadanos.
En
El misterio de las paredes, de
Serguéi R. Mintslov, nos encontramos con un invento que una vez adherido a las
paredes permite ver el pasado de una casa.
El estereoscopio. Historia crepuscular,
de Aleksander P. Ivanov, nos habla de un aparato que nos permite viajar al
pasado a través de las fotografías.
En la sombra de los tiempos,
de Ignati N Potápenko, es una historia sobre un San Petersburgo donde es
posible reparar cualquier tipo de órganos, si bien a veces los doctores se confunden
y ponen el corazón de un rico filántropo en el pecho de un político sin
escrúpulos y viceversa.
La fiesta de la inmortalidad,
de Aleksánder A Bogdánov, nos habla de un futuro en el que las personas son
siempre jóvenes e inmortales, lo que acaba convirtiéndose en algo muy aburrido
para precisamente el descubridor de la inmortalidad.
En
El país de Gónguri, de Vivian A.
Itin, un prisionero hipnotiza a otro para que le cuente sus emocionantes aventuras
en un lugar fantástico.
En
Extraños, de Alekséi M. Vólkov, nos
encontramos con dos marineros, un naufragio y un encuentro en la playa con los
marcianos.
Alekséi
M. Vólkov tenía predilección tanto por los pescadores como por los marcianos
pues en Bairo-Tun, el último relato
de este volumen, nos encontramos de nuevo estos elementos, aunque de forma un
poco distinta. En esta ocasión, vemos a un científico y su amigo que ven salir
a un marciano con forma de pulpo de un caldero un día que pescaban en un lago.
Pioneros de la ciencia ficción rusa,
en definitiva, es una magnífica antología que nos da a conocer a los geniales precursores
del género en Rusia, un buen puñado de escritores de gran imaginación e ingenio
que sorprenden todavía hoy en día por la riqueza de sus historias. Adéntrate
ahora en este libro y vive un sinfín de fantásticas aventuras, contágiate del
entusiasmo o el desasosiego de sus personajes y explora los límites de tu
propia imaginación. Estoy segura de que no te arrepentirás de esta lectura.
Cristina Monteoliva