Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras,
después
de entrevistar en el blog a un buen número de autores y autoras, he decidido
ofreceros algo totalmente distinto: la entrevista colectiva que me han realizado
Mariló Joya
Martín, Marisa López, Patricia Trebolle Liz, Verónica Martín Ruiz, Jaume Palau,
María Zaragoza, Pilar Ibáñez, Helena Ruiz Andreu, Eva Monzón Jerez,
Irelfaustina Bermejo, Ester FG, María Carrascosa, Dix Juan Antonio, Ignacio
Maldonado, Luis Vea García, Marbelys Palmero Fernández y Ari Con Mina.
Como
el artículo es bastante largo, no os entretengo más. ¡A leer!
Mariló Joya Martín:
¿Qué te hace sonreír?
En Italia dirían que soy
una persona muy solar, lo que quiere decir que soy bastante risueña. Creo que sería
más fácil hablar de las cosas que no me hacen sonreír que de lo contrario.
Centrándonos
en el mundo de los libros, diré que sonrío cuando leo algo que me gusta en un
libro y cuando creo que una de las escenas de una de mis novelas o cuentos me
ha quedado justo como yo quería. También sonrío ante los éxitos de los amigos
escritores, la salida de un libro que me interesa leer o cualquier otra noticia
literaria que me parezca digna de ser celebrada.
La
vida está llena de sinsabores y momentos tristes. Creo que, en general,
deberíamos todos intentar apreciar los pequeños placeres que nos ofrece la
existencia y procurar sonreír más.
Marisa López:
¿Te gustan los gatos?
Me gustan los gatos,
aunque soy más bien de perros. Los felinos y yo no acabamos de llevarnos bien,
de ahí que me guste admirarlos con cierta distancia.
Me
gustan especialmente los gatos callejeros, que tan bien se las suelen apañar
solos, aunque si tienen cierta ayuda (personas que les lleven comida y agua y
que se preocupan por su bienestar, en general), mucho mejor.
¿Que
puede que en el futuro tenga un gato? Eso nunca se sabe.
No
deja de parecerme curioso que tras la publicación de Gatitos buena parte de las
personas que veían la portada del libro pensaran que yo era una fan acérrima de
los gatos. Los escritores a veces escribimos de temas que nos apasionan al
máximo, pero otras veces, no. Todo va en función de la historia que se dibuje
en nuestras cabezas. En mi caso, los gatos me parecieron más apropiados que los
perros para la novela que tenía en mente, por la naturaleza de los mismos y por
los mensajes que yo quería transmitir con mi obra.
Igual
tendría que escribir una novela sobre cocodrilos, a ver si a la gente se le
ocurre pensar que tengo la casa llena de estos animales.
Patricia Trebolle Liz:
Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a qué época irías?
En estos momentos me gustaría
viajar a la época de la Sexi (Almuñécar) romana. Hay muchas incógnitas por
desvelar sobre la ciudad. Quisiera conocer cuál fue la verdadera importancia de
la misma, las lujosas villas desaparecidas, cómo era absolutamente todo. Y,
aunque nunca he intentado escribir una novela histórica, tomaría muchas notas
para hablar más tarde de todo ello en un libro.
Verónica Martín Ruiz:
Tres libros para leer este verano.
Yo no sé vosotros, pero a
mí las lecturas de verano me resultan las más complicadas de todas. Espero
mucho de ellas, ya que siempre recuerdo aquellos veranos en los que
precisamente aprovechaba para leer y disfrutaba el máximo de cada página.
En
el blog tenéis montones de reseñas de libros, así que os diría que eligierais
vosotros mismos entre tantos cuál podría interesaros. Pero tengo que mojarme,
ya lo sé. Me lanzaré entonces a la piscina con Drácula, de Bram Stoker, porque es un clásico sorprendente; La familia y otros líos, de Marian
Keyes, porque es una lectura veraniega, fresca a la par que con contenido sobre
el que reflexionar; y El aliado, de
Iván Repila, porque es una obra que invita a pensar en el feminismo desde todos
sus puntos de vista.
Jaume Palau: ¿Qué
crees que debe de tener un buen libro?
Calidad literaria y
entretenimiento a partes iguales, personajes con profundidad y situaciones
inolvidables.
© Cristina
Monteoliva. La gran villa sexitana está aún por descubrir. Mientras tanto, os
invito a disfrutar de la Villa Romana de Salar (Granada), toda una maravilla.
María Zaragoza:
¿Cuál fue tu libro favorito en la infancia o la adolescencia? ¿Ya querías
entonces ser escritora? ¿Influyó ese libro en la decisión?
En mi infancia y mi
adolescencia no tuve un libro favorito porque prácticamente me gustaban todos
los que leía. Entonces no era una gran lectora, al menos no como ahora, pero sí
que emprendía cada lectura con interés (menos las obligatorias para el colegio
y el instituto. De esas casi no recuerdo nada, tal fue el poco impacto que esos
libros dejaron en mí).
Por
hablar de alguna de estas lecturas, diré que recuerdo con mucho cariño Heidi,
de Johanna Spyri porque fue un libro que gané en un concurso literario del
colegio.
Contestando
a la segunda pregunta, en mi adolescencia escribía mucho, pero entonces era
para mí solo una afición. No creo que entonces pensara en ser escritora.
Con
respecto a mis lecturas de infancia y adolescencia, creo que sí influenciaron
en mí como escritora, pero es ahora cuando me doy cuenta. Entonces me
influenciaban especialmente las series y las películas. Algo que me gustaba
hacer era escribir mi versión de las mismas, protagonizadas por mis amigas y yo
misma.
Marisa López:
¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste que te impactó y por qué?
No sé si fueron los
primeros libros que me impactaron, pero desde luego hay dos que lo hicieron en
mi adolescencia: ¡Viven! El triunfo del
espíritu humano, de Piers Paul Read y
El insensible, de Andrew Miller.
¡Viven! El triunfo del espíritu humano narra la historia real de un equipo de fútbol que viajaba en un
avión. Este se estrelló en una montaña helada y los supervivientes tuvieron que
ingeniárselas para, precisamente, no morir, lo que le llevó a hacer cosas que
en condiciones normales nos resultarían impensables.
El insensible, por su parte, es
una novela de época en la que nos encontramos con un protagonista totalmente
insensible, como hay anuncia el título, lo que hace que lo veamos en situaciones
realmente impactantes.
Pilar Ibáñez:
¿Por qué decidiste escribir?
Escribo desde la infancia
y no tengo ni idea de cómo un buen día me puse a ello. Imagino que me pareció
lo más lógico. O no: creo que lo hice sin pensar. A veces no decidimos hacer lo
que hacemos: simplemente, nos ponemos a ello.
Helena Ruiz Andreu: ¿Qué novela y/o autor te inspiró para
escribir?
Aunque ya he dicho antes
que en la infancia y la adolescencia lo que más me inspiraban eran las
películas y las series a la hora de escribir, eso cambió más adelante. Una vez
adulta, puedo afirmar que todos aquellos autores cuyas obras me han gustado me
han inspirado a la hora de escribir.
La
lectura de un buen libro siempre me invita a crear. ¿De quién, por ejemplo?
Marian Keyes.
María Zaragoza:
¿Qué libro de otro te hubiera gustado escribir?
Ninguno, actualmente.
Quiero escribir mis propias historias, con mi propia voz narrativa, mis propias
inquietudes, mis propios personajes, todos mis errores y mis aciertos. Te digo
más: el día que alguien me diga que mi estilo se parece al de alguien, ¡me va a
sentar fatal!
Patricia Trebolle Liz: ¿A
qué escritor te gustaría conocer?
Definitivamente, me
gustaría pasar un rato con Marian Keyes. Por suerte, gracias a las nuevas
tecnologías puedo seguirla en redes sociales y, por lo que veo de ella, me
resulta encantadora.
Eva Monzón Jerez:
¿Por qué crees que esto de escribir vale la pena, a pesar de todo lo que
conlleva de frustrante a muchos niveles?
Creo que el problema
radica en la escasa capacidad para soportar la frustración que tenemos hoy en
día. Si lo piensas, son muchas las profesiones que conllevan sacrificio, horas de desaliento, más fracasos
que éxitos… La profesión de escritor no es mejor que otras, en este sentido. La
cuestión está en ver lo que merece la pena: ese párrafo que te queda genial, el
capítulo que parece que se ha escrito solo, la amiga y lectora cero que espera
con ansias que le envíes algo para revisar, los lectores que te escriben para
decirte que han disfrutado con tu obra… Tenemos que centrarnos en todo eso e
intentar no pensar mucho en todo lo demás.
¿Que
me gustaría poder vivir de esto en algún momento? Por supuesto. Es injusto que
muy pocos escritores puedan hacerlo, además. Pero si nos rendimos ahora nunca
sabremos hasta dónde podríamos haber llegado.
© Cristina
Monteoliva. Villar Romana de Salar.
Pilar Ibáñez:
¿Qué te llevó a iniciar una andadura tan difícil y compleja sabiendo que a la
mayoría de las editoriales solo les interesa el dinero y no la calidad de los
libros?
El creer que era lo que
tenía que hacer. Así de cándida era yo. Claro, que todo lo demás, la desidia de
las editoriales a la hora de dar oportunidades a obras que se salen de los
esquemas, la poca profesionalidad de algunas personas del mundillo, la
saturación del mercado (con más escritores que lectores), etc, fue algo que
descubrí después.
Pilar Ibáñez: Si
volvieras a nacer, ¿volverías a escribir sabiendo lo que sabes?
Solemos creer que
podríamos volver a nacer sabiendo un montón de datos de nuestras vidas
anteriores. Imagínate cómo sería vivir los primeros años de tu vida con la
mentalidad de una persona de cuarenta o cincuenta, ¡terrorífico!
No,
yo creo que la gente, si llega a renacer, lo hace con la mente en blanco, lo
que te da la oportunidad de cometer de nuevo los mismos errores o aciertos, o
acabar tomando caminos totalmente distintos.
¿Creo que volvería a
escribir si pudiera dar marcha atrás, de alguna manera? Lo más probable es que
sí. No me imagino mi vida de otra manera.
Helena Ruiz Andreu:
¿Género literario favorito?
Me resulta muy complicado
contestar a esta pregunta, ya que actualmente no creo tener un género favorito.
Podría decirse que me decanto por el terror, pero también me gustan muchísimo
las novelas actuales con cierto sentido del humor y ganas de explorar temas
preocupantes.
Los libros, como todo en
la vida: si son buenos, si te conmueven, no es necesario ponerles una etiqueta.
Irelfaustina Bermejo: ¿Por qué no te atrae la poesía?
Aunque el chocolate es muy
popular, hay un buen número de personas a las que no les gusta. Si lo pienso
desde mi punto de vista, no puedo entenderlo porque yo soy una fanática del
chocolate. Si pienso en que cada persona tiene unos gustos diferentes que no
puede elegir, al fin y al cabo, sin embargo, me doy cuenta de que no pasa nada
por que a ellos no les guste el chocolate y a mí sí.
De
la misma manera que con el chocolate, aunque la poesía le gusta a mucha gente,
a otros no nos llama en absoluto la atención, aunque lo hayamos intentado con
lecturas, recitales y demás. A mí, en concreto, la poesía me aburre
sobremanera, hasta el punto de no poder prestarle atención a más de dos versos
seguidos. Al tercero, la mente se me va a la lavadora que tengo por hacer, a la
lista de la compra y a un sinfín de nimiedades que rondan por mi cabeza.
En
serio, lo he intentado, pero la poesía no es para mí. Disfrutadla vosotros que
podéis.
Ester FG: Si
tuvieras que elegir un género poco tocado. ¿Cuál sería? ¿Y por qué?
No creo que haya géneros
poco tocados, sino géneros que son más comerciales que otros.
Me temo que para contestar
bien a esta pregunta necesitaría un ejemplo de género poco tocado. Hasta la
fecha, he visto publicado y leído casi de todo.
María Carrascosa:
Dentro del género de la novela: ¿cuál es la temática sobre la que no
escribirías nunca?
La vida da muchas vueltas
y nunca se puede decir que no escribirás sobre algo, porque en unos años puedes
encontrarte precisamente haciéndolo.
Actualmente me dan pereza
varias temáticas, como la erótica o la autoficción. Sobre esta última he
pensado bastante. Hay algunos aspectos de la misma que me preocupan. Por
ejemplo, cuando escribes sobre ti mismo, inevitablemente lo haces también sobre
otras personas (ya sabemos que nadie es una isla). ¿Deberías pedir permiso para
ello? ¿No ha de preocuparnos que lo que escribamos sobre aquellas personas les
afecte de alguna manera?
Y luego está el asunto de
los recuerdos, tan escurridizos como relativos. Porque algo que ocurrió hace
años, una persona lo recuerda de una forma, pero otra, de manera totalmente
distinta, de forma que podríamos llegar a un conflicto al confrontar ambas
impresiones. Claro, que si alguien habla de ellas en un libro y el otro no está
conforme…
En fin, que la autoficción
me parece un género complicado, desde distintos puntos de vista.
© Cristina
Monteoliva. Gato de Salar a la fuga.
Dix Juan Antonio:
¿Tienes algún ritual antes de ponerte a escribir?
Lo siento, soy muy sosa:
no tengo ninguno. Normalmente necesito silencio para escribir y estar sola.
Otras veces, me pongo una selección de música instrumental un tanto oscura.
María Zaragoza: De
todo lo que vives a diario, ¿qué es lo que más te inspira?
Hay días que todo; otros,
que nada. El mundo real está lleno de pequeños momentos, de anécdotas, que
pueden llevarte a escribir un relato o un cuento. El problema es que no siempre
estoy atenta, me temo.
Ester FG: Si
te dieran opción de escribir con otro/a autor/a, ¿quién sería y por qué?
Me gusta participar en
proyectos colectivos, como antologías de relatos. Nunca he pensado, sin
embargo, en escribir una novela a cuatro manos.
Lo siento, pero creo que
no escribiría una con nadie. No me veo capaz, la verdad, para coordinarme de
esa manera con otra persona. No sé si, como en el colegio, tengo más miedo de
acabar haciendo yo la mayor parte del trabajo o si temo más acabar peleándome
con la otra persona por una diferencia de opiniones.
María Zaragoza:
¿Qué te resulta más difícil en el reto de escribir? ¿Qué parte disfrutas más?
Ignacio Maldonado:
Cuando escribes una novela, ¿qué parte es la que más disfrutas?
Actualmente lo que más me
cuesta es acabar un borrador inicial, ya sea de relato o de novela. La parte
que más disfruto es la reescritura, tanto de novela como de relato. Creo que es
la parte en la que puedes, como escritor, darlo todo.
Dix Juan Antonio:
¿Has pensado alguna vez en crear un universo ficticio para tus novelas?
A excepción de Elías y los ladrones de magia, que tiene
lugar principalmente en la ciudad de Granada, el resto de mis obras tiene lugar
en lugares totalmente ficticios.
¿Pertenecen estos lugares
que invento en función de lo que quiera contar a un mismo universo? La verdad
es que no me lo he planteado. Lo que sí tengo claro es que invento lugares que
se parezcan a los del mundo real, pero que me permitan manejarme mejor en
ellos: que sean más pequeños que aquellos en los que me inspiro, a veces; que
tengan las características de varias localidades a la vez, en otras.
Luis Vea García:
¿Te sientes más cómoda escribiendo relatos o novelas?
Novelas, aunque no las
termine. En el relato siempre me siento mucho más insegura.
Marbelys Palmero Fernández:
Si pudieras convertirte en el personaje de un libro o novela por un día, ¿cuál
sería y por qué?
Si me hubieras hecho esta
pregunta cuando tenía unos diez años, me habría pasado horas contestándote. En mi
infancia y mi adolescencia solía imaginarme como las protagonistas de mis
películas y novelas favoritas. Actualmente, sin embargo, es algo que no hago.
Pero, ¿sabes qué? Ahora
que lo pienso, si pudiera elegir, me encantaría ser un personaje de una novela
de Marian Keyes. El que fuera.
Ari Con Mina:
¿Cómo van tus comecerebros?
Sencillamente, no van. He
pasado por una fuerte crisis creativa este año que me ha llevado a paralizar
esta novela hasta que sepa cómo tomar las riendas de la trama o para siempre.
Jaume Palau:
¿Sacrificarías la calidad del libro por el éxito comercial?
Me lo he planteado más de
una vez, pero lo cierto es que no me veo capaz de deshacer todo el camino que
me ha llevado hasta aquí, aunque en realidad esté en mitad de la nada. Prefiero
estar en mitad de la nada teniendo claros mis principios que hacer algo con lo
que no esté contenta.
Jaume Palau: ¿Qué
único consejo darías a un joven que deseara ser escritor?
No te confíes. Nunca dejes
de formarte. Todo está en los libros, así que, no dejes de leer.
Lo
sé, no es un único consejo. Pero me resulta difícil elegir solo uno.
Muchas
gracias a todos por vuestras preguntas, sin duda todas ellas interesantes.
Espero que os guste cómo ha quedado el artículo tanto como a mí. Y ahora, ¡a
seguir leyendo!
Cristina Monteoliva