¿Supera la realidad la
ficción? Lo que está claro es que, en muchas ocasiones, la inspira. Pongamos
por caso la extraña desaparición de unos torreros en un faro en medio del mar.
¿No creéis que este caso sin resolver podría dar para muchas historias? Al menos
sí para una: la que conoceremos en Los
guardianes del faro, la novela de Emma Stonex de la que hablaremos a
continuación.
Todo
empieza en Cornualles, a finales del año 1972. Era la víspera de Año Nuevo y
todo estaba listo para el relevo en el faro de la Roca de la Doncella, en medio
del mar. Una vez que llegó el barco con el nuevo farero al lugar, sin embargo,
todo fue confusión: los tres fareros que debían recibir a la tripulación del
barco y a su nuevo compañero habían desaparecido, dejando tras de sí el faro
cerrado por dentro, la mesa dispuesta para la comida y los relojes parados a
una hora en concreto.
Veinte
años más tarde, en 1992, el escritor Dan Sharp se propone resolver el misterio.
Para ello, contactará con las mujeres de dos de los fareros desaparecidos y la
antigua novia de un tercero. ¿Arrojará algo de luz el relato de las tres
mujeres?
Esta
es la historia de un misterio que quedará desvelado al final del libro: la
desaparición de tres fareros en su puesto de trabajo. Los dos primeros, Arthur
y Bill, estaban casados con Helen y Jenny, respectivamente; mientras que el
tercero, Vince, tenía novia en el momento de la desaparición: Michelle.
La
narración nos muestra diversas situaciones en dos épocas distintas: 1972 y
1992. En 1972 nos encontramos con las voces narrativas de los fareros, tres
hombres bien distintos que ven cómo sus vidas personales se acaban
entrelazando, hasta límites que en principio no podríamos sospechar. Los suyos
son relatos intimistas, influenciados por el aislamiento que su trabajo les
supone y los pensamientos que esto les hacen tener.
En
1992, por otro lado, nos encontramos con las narraciones de Helen, la mujer de
Arthur; Jenny, la de Bill; y Michelle, la antigua novia de Vince. Helen,
mantenía una relación un tanto distante con su marido, al tiempo que para
Jenny, Bill lo era absolutamente todo. Michelle amaba a Vince, pero no pudo
evitar casarse tras su muerte y seguir su vida.
Además
de la desaparición de los fareros, pronto nos encontraremos con otras incógnitas
que hay que resolver, como el por qué Jenny detesta a una Helen que no deja de
mandarle cartas; el por qué todo el mundo sospecha de Vince al haber estado en
la carta o si el invitado inesperado que apareció un buen día en el faro era o
no un fantasma.
La
intensidad en la trama crece por momentos, hasta que por fin conocemos la
verdad. Pero, ¿es la que esperamos? ¿Es acaso la que las mujeres que se
quedaron esperando a sus hombres se merecen?
Los guardianes del faro,
en definitiva, es una interesante obra llena de intriga que nos sumerge de
lleno en el claustrofóbico mundo de los fareros y la sufrida vida de las
mujeres que han de quedarse en tierra esperando a sus hombres. Se trata esta de
una novela donde nada es lo que parece, personajes llenos de complicados
secretos y, por supuesto, un interesante misterio que finalmente queda
resuelto. Y tú, ¿a qué esperas a descubrir lo que de verdad pasó con los
fareros en vísperas de Año Nuevo?
Cristina Monteoliva