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viernes, 12 de marzo de 2021

Entrevista: FRANCISCO JAVIER ILLÁN VIVAS.

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

 

después de otro parón, la sección de entrevistas vuelve con fuerza para daros a conocer a un buen puñado de grandes escritores en castellano.

Empezamos por Francisco Javier Illán Vivas, escritor y crítico literario que, aunque ha escrito relato, poesía y novela (sus textos han sido publicado en España, México, Estados Unidos, Argentina y Perú), ha tenido especial éxito en los últimos años con sus obras Versos envenenados, con la que quedó Finalista del VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra, y con 1314, la venganza del templario, novela merecedora del Accésit del Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica, ambas publicadas en M.A.R. Editor. Con respecto a sus relatos, podemos decir que aparecen en antologías como Londres, París y Los mejores terrores en relatos, de M.A.R. Editor, y en 2099, de Ediciones Irreverentes. Si hablamos de otras novelas, nos fijaremos en la trilogía La cólera de Nébulos, La maldición, La oscuridad infernal El Rey de las Esfinges. Illán Vivas es también autor del libro de relatos La isla y otros relatos, en Ediciones Irreverentes, y de los poemarios Con paso lento, Dulce amargor, Crepusculario, Témporas, A mi manera, Equipaje ligero y El mendigo de la Place Vendôme.

Con El retorno de la espada has ganado el II Premio Villiers de l´Isla Adam de Novela Fantástica, por lo que no podemos dejar de preguntarle por ella, aunque también por sus exitosas novelas anteriores.

Dicho esto, os dejo por fin con la entrevista. ¡A leer!

 

Sabemos que todo gran escritor es también un gran lector. Empecemos por ahí: ¿qué recuerdas de tus primeras lecturas de la infancia?

Son buenos recuerdos en casa de mis padres, en Molina de Segura. Siempre he tenido en la memoria que únicamente tenían dos libros, muy grandes, pero mi madre me aclaró no hace mucho que mis recuerdos estaban distorsionados, que en casa muchos otros volúmenes poblaban los estantes de la librería del salón.

Pero, en fin, me recuerdo leyendo, en edición de lujo y bastante grande, El Quijote y, en otras ocasiones, la Biblia. Tal vez su tamaño era lo que me atraía y que las letras también eran bastante grandes.

Después de aquellas dos lecturas de la infancia, me sumergí en el mundo de Julio Verne, hasta leer todo lo que se había publicado de él. Robert E. Howard, Poe, Lovecraft… ya no he parado.

Creo que, por este motivo, por estas lecturas, he escrito sobre todo fantasía.

 

Como lector, en la actualidad, ¿qué debe de tener un libro para que te interese?
Decirte que no tengo especial interés por un tipo de literatura. Leo todo lo que llega a mis manos, unas veces porque me lo remiten amigos y amigas, otras porque me lo hacen llegar las editoriales para lectura y crítica, y otras porque los busco en las librerías cercanas.

No sé los miles de libros que he leído en mi vida, pero deben ser eso, miles. Tal vez por ese motivo cuando abro uno nuevo, me percato pronto de si va a merecer que siga avanzando en su lectura o debo dejarlo. Esto último ocurre pocas veces, pero algunos he abandonado antes de llegar a las veinte o treinta páginas.

Como lector impenitente no sé qué decirte respecto a tu pregunta, sí se lo contrario. No soporto las faltas de ortografía, desgraciadamente la gran mayoría de las editoriales ya no tienen correctores. Y eso se nota. 

©Francisco Javier Illán Vivas.

 

¿Qué estás leyendo ahora mismo?

Un libro solidario, Chapie, de Luis Alberto Illán de la Cruz, donde nos narra, en tercera persona, sus vivencias durante un año de voluntariado en una pequeña comunidad de Bolivia.

Esperando su turno, otros tres volúmenes: 2120, una antología de ciencia ficción de varios autores y autoras, sobre cómo será el mundo en el año 2120.

El secreto de la piedra negra, de David Prieto y Alejandro Guardiola, una novela negra que suma arqueología y secretos egipcios.

Dobles, de José María Merino, tres historias de amores perdidos y encontrados.

 

¿Cuándo comenzaste a interesarte por el mundo de la escritura?

Si con ello te refieres a escribir, pues tengo mis primeros escritos, tanto poemas como pequeños relatos, fechados en octubre de 1969, es decir, con nueve años. No sé si antes escribí algo, pero si lo hice, no lo he conservado. Son poemas bastante elementales, muchas veces variaciones de otros de autores consagrados, buscando adaptarlos a mi realidad de niño que quería aprender. Debió ser un trabajo como ese de los pintores que copian a los consagrados, mientras desarrollan y perfeccionan su estilo propio.

Si con la pregunta te refieres a la lectura, a amar los libros, ya te he contado que empecé muy joven, posiblemente en cuanto aprendí a leer y comprender lo que leía.

 

¿Dónde encuentras la inspiración?

En paseos, caminatas, senderismo y el trabajo delante del pc. Quiero decir, poniéndome delante de la pantalla del ordenador o del papel (ya sabes, por una entrevista anterior que la poesía la escribo a mano), y escribiendo.

Muchas veces, cuando me pongo a escribir he de confesar que tengo todo lo que quiero plasmar en la cabeza, que lo he ido removiendo, hacia adelante, hacia atrás, agitando como si fuese una coctelera, y es el momento que considero todo ha ocupado el lugar que le corresponde, cuando me ponga escribir.

Paso muchas fechas sin escribir una línea, y cuando me pongo a hacerlo, como con la novela Asesinato en San Pedro del Pinatar, la dejé casi rematada en una noche, con ochenta y tantas páginas escritas de un tirón.

La novela El retorno de la espada estaba en mi cabeza prácticamente terminada desde hacía meses, pues la llevaba agitando más de dos años. Y cuando me puse a escribirla en el ordenador, lo hice a un ritmo que en poco menos de un mes estaba terminada.

 

¿Eres un escritor autodidacta o has recibido alguna vez clases de escritura?

No, nunca he recibido clases de escritura. Sí he aceptado todos los consejos que me han dado amigos y amigas, quienes han leído los manuscritos antes de darlos a conocer. En esto la ayuda de Toñy Riquelme es impagable; pero también de Inma Burguera, de Marta Núñez, de Gema Bocardo. Los consejos de Luis Alberto de Cuenca, de Vera Kújareva, de José María López Conesa, y otros y otras que ahora se niegan a acudir a mi memoria.

 

Versos envenenados es una novela de trama anclada en nuestros días con la que quedaste Finalista del VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra. La obra se ha reeditado varias veces y sigue consiguiendo nuevos lectores. ¿Pensaste que tendrías tanto éxito con ella?

La primera sorpresa que me dio esta novela fue que quedase finalista de un premio literario que ya por aquel año era conocido en el mundo de la literatura negra, gracias a una obra ganadora que estaba siendo todo un éxito de lectores y críticos, me refiero a Ya no quedan junglas adonde regresar, de Carlos Augusto Casas, una obra que actualmente va por la novena edición.

Era mi primera incursión en la literatura negra, ya que hasta la fecha yo sólo había publicado novela fantástica. Tuve dos grandes competidores, Pascal Buniet (que ganó el premio un par de años después) y Olga Mínguez, la ganadora de cuando yo participé.

Después, que Versos envenados haya superado las cuatro ediciones, para alguien que era y es prácticamente desconocido en el mundo de la literatura negra, sigue siendo una sorpresa cada nuevo día.

Mira, más de trescientos lectores y lectoras me han hecho llegar fotografías de su ejemplar de Versos envenenados, y aún hoy, tres años después de su publicación, sigo recibiendo fotografías de nuevos lectores y lectoras.

©Francisco Javier Illán Vivas.

 

Por cierto, ¿cómo surgió la idea de escribir Versos envenenados?

Fue algo fortuito. Coincidió con que nos trasladamos a vivir a San Pedro del Pinatar, y el problema que aquel verano existía en las playas de la localidad, con encuentros cruising que molestaban a los bañistas, sobre todo a los más jóvenes, lo cual motivó que el Ayuntamiento de la localidad prohibiese tanto los encuentros cruising que se citaban en el Parque Regional de las Salinas, como el bañarse desnudos en el término municipal.

Una tarde tuve un encuentro fortuito con una de estas citas cruising y mientras llegaba a casa me fui haciendo preguntas de qué hubiese pasado si allí ocurriese un asesinato.

 

Por otro lado, con 1314, la venganza del templario obtuviste el Accésit VI Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica. ¿Fue un premio esperado?

En esta ocasión yo estaba convencido de que la novela llegaría lejos, pues creo que es, hasta la fecha, lo mejor que he publicado. Lo mejor no en la temática, sino en la historia, la trama y la calidad literaria.

Pero me encontré con un rival que presentó una novela bastante mejor que la mía, y eso te lo digo porque posteriormente la leí, claro está: Baraka, de Javier Hernández Velázquez.

1314 la venganza del templario dejó a muchas otras por detrás, y a pesar de su calidad, ha tenido muy mala suerte. Porque en plena campaña de promoción, llegó el fatídico año 2020 y en marzo el mundo se paralizó, con ello las presentaciones, las ferias y las ventas.

 

¿Por qué crees que los templarios siguen teniendo tanto gancho entre los lectores, tanto tiempo después de su desaparición?

Por cómo ocurrió su desaparición. La Iglesia Católica ha tenido muchas órdenes a lo largo de su historia, y muchas de ellas han desaparecido, y creo que nadie las recuerda. Yo mismo, o tú misma, de memoria, podrías citar dos o tres órdenes religiosas de su misma índole, pero poco más. Y haberlas las hubieron. Pero como Felipe el Bello necesitaba cantidades de dinero que sus deudas le reclamaban, como un Papa títere estaba sentado en el Sitio de Pedro, y como los templarios en las encomiendas de Europa no estaban en pie de guerra, todo ello se unió para que desaparecieran y sus líderes máximos se convirtieran en mártires. Sin ese condicionamiento, nadie recordaría a los templarios.

 

Por último, con El retorno de la espada has ganado el II Premio Villiers de l´Isla Adam de Novela Fantástica. ¿Cómo te sientes al conseguir por fin el ansiado primer premio en un concurso literario?

No sé si ansiado, sí peligroso. Porque cuando llegas a lo más alto, puede que la caída sea más dolorosa. Permíteme una sonrisa.

Ha sido una grata sorpresa, sobre todo por lo que esta novela representa para mí de regreso a los orígenes, a lo que primero comencé escribiendo, y a un mundo que conozco bien, pues con la trilogía La cólera de Nébulos estuve unos veinte años creando un mundo que tuviesen los cimientos muy bien asentados en la fantasía. Una navidad de hace un par de años, Luis Alberto de Cuenca me comentó que echaba de menos a Nébulos, uno de los personajes. Y eso fue lo que me dio pie para regresar a ellos, a pensar qué habrá ocurrido durante estos años, desde las aventuras narradas en La Maldición, El rey de las esfinges y La oscuridad infernal. El resultado es esta novela, que tiene firmes cimientos anclados en un mundo fantástico muy consistente.

 

¿Qué vamos a encontrar en El retorno de la espada?

Nos vamos a reencontrar con el señor del mundo de tinieblas, que ha estado rumiando su venganza desde que Eleazar y Eostes consiguieron entrar y llegar al Tártaro para rescatar a tres prisioneros. Nos encontraremos con Celestos, la ciudad imperecedera, donde nadie proyecta sombra; con Nébulos, con Mágios, con Carmesí la divina, con Aviva la Primavera, pero también con una rival casi invencible, Lilith, a la que ningún humano ni ningún Eterno pueden dañar. Esa será la venganza de Infernos, el señor del Orco.

Y volverá la espada sin igual, Dragonia, que los seguidores de la saga saben que quedó clavada a las puertas del Orco.

El poder de Lilith hará las delicias de los amantes del género fantástico.

Has escrito novela negra, histórica y fantástica. ¿Con qué nuevo género nos sorprenderás en el futuro?

Mira, si sigo publicando, vendrán otras novelas, pero a día de hoy no creo que experimente nuevos géneros. Aunque, mirándolo bien, todos los géneros son lo mismo: novela. El tiempo lo dirá.

©Francisco Javier Illán Vivas

¿Ha cambiado la pandemia tus hábitos de escritor?

No. Sigo haciendo lo mismo, te lo comentaba más arriba, voy rumiando la trama, la voy agitando en mi cabeza, y cuando todas las palabras están en el orden que les corresponden, las plasmo.

Ha cambiado mis hábitos como presentador de libros. Pero eso le ha ocurrido a todos los que conozco.

 

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Un placer charlar contigo y a los lectores, animarles a leer, a comprar libros, a echar una mano a tantas pequeñas editoriales y librerías cercanas que lo han pasado o lo están pasando fatal. Si las dejamos morir, morirán muchos escritores y escritoras que en ellas publicaban o que en ellas se vendían sus libros.

 

Muchas gracias a ti, Francisco Javier, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperemos que los lectores te hagan caso y los libros sigan siendo nuestros fieles compañeros por mucho tiempo, ¡toda la vida!

Y a vosotros, amigos del blog, muchas gracias por estar una vez más al otro lado de la pantalla.

 

Cristina Monteoliva