Título: La reina
del exilio
Autora: Herminia
Luque
Publica: Edhasa
Páginas: 384
Precio: 19,50 €
La Historia de España
está llena de monarcas singulares con vidas públicas y privadas interesantes.
Si bien algunos de ellos tuvieron papeles más discretos en su día (haciendo
justo lo que se esperaba de ellos), encontramos que otros han pasado a la
posteridad por haber protagonizado más de un escándalo o conflicto
especialmente llamativo. Sin duda, Isabel II, la mujer que gracias a la
derogación de la ley sálica in articulo
mortis llegó al poder desde edad temprana, es una de ellos. ¿Y qué mejor
para conocer cómo transcurrieron sus últimos años, alejada de España, que una
buena novela histórica que, además, nos haga conocer el siglo XIX en España y
Francia? Una como La reina del exilio,
la obra de Herminia Luque ganadora del Premio Edhasa de Narrativas Históricas
2020. Si quieres saber qué más puede ofrecerte esta historia de historias, ya
sabes: continúa leyendo este artículo.
Tras
una agitada vida política y sentimental, Isabel II vive su obligado exilio en
el Palacio Basilewski o Palacio de Castillo, rodeada de una serie de nobles de
confianza que le hacen su resignada estancia en París más agradable. Un día,
sin embargo, llega al palacio Julio Uceda de parte de Sagasta con unos
documentos comprometidos para la reina. El apuesto caballero aprovechará las
sucesivas visitas al Palacio no solo para conocer a toda la camarilla palaciega,
sino también para ir acercándose a Otilia, la misteriosa dama de compañía
dedicada a leer a la reina exiliada. Pero, ¿qué esconde Otilia? ¿Cómo llegó a
estar al servicio de la reina? ¿Y qué importante papel jugará en esta apasionante
historia de historias?
Esta
novela comienza en 1882, con la reina Isabel II exiliada en París,
perfectamente acomodada en el Palacio de Castilla, y su hijo Alfonso XII
gobernando una España convulsa en la que unos y otros conspiran para hacer que
sus intereses lleguen a materializarse en un futuro más cercano que lejano. En
este contexto conoceremos a Julio Uceda, un atractivo y sagaz caballero que
llega al Palacio de Castilla portando unos documentos comprometedores para la
reina, pero que lejos de convertirse en un enemigo, acabará siendo
prácticamente uno más de esa pequeña corte de la que fuera monarca de España ha
creado en París.
Isabel
II fue reina por derecho propio, pero, como bien vemos en esta obra, su reinado
fue mucho más difícil que si hubiera nacido varón. En primer lugar, no fue
educada adecuadamente; en segundo, no se le perdonaron ni sus amoríos, como sí
se hacía en la época con los de los reyes varones, ni sus decisiones políticas.
Si bien en ciertos momentos se nos puede antojar en exceso “campechana”, con el
transcurso de la lectura entenderemos sus motivaciones, producto de su escasa
educación como del contexto de la época, y llegaremos a cogerle cierto cariño.
Paralelamente
a la historia que podríamos identificar como en el presente de la narración,
nos encontramos otra que nos transporta a la infancia de Teresa, la que fuera
hija ilegítima de un noble, primero obligada a pasar un tiempo con una familia
que no la trataba bien, luego ingresada en las Niñas de Leganés, un internado
en el que solo tendría el cariño de su amiga Elena, la futura amante de Alfonso
XII. Teresa, una chica inteligente y valiente, tendría una vida llena de contratiempos
que sapo capear hasta llegar a obtener lo que ella más quería. ¿Cuál es su
papel en la trama central de esta obra? La conoceréis cuando su historia y la
de la reina exiliada lleguen a encontrarse.
La reina del exilio, en
definitiva, es una densa pero a la par que muy accesible novela histórica que
nos habla de un tiempo en el que, en post de la modernidad, las grandes
ciudades de Europa destruyeron un patrimonio histórico de valor incalculable
(palacios, iglesias, muros…); de retorcidas y pícaras intrigas palaciegas; de
los sucesos políticos más relevantes del siglo XIX; de los usos y costumbres de
una época en la que eran tantos los niños que se abandonaban a su suerte por no
poder mantenerlos; de los grandes referentes en la escritura y el pensamiento
(Gustavo Adolfo Bécquer, Benito Pérez Galdós, Concepción Arenal, Emilia Pardo
Bazán)… Pero, sobre todo, es una obra feminista que nos habla de lo injusta que
era aquella época para las mujeres, pues tanto si eras reina como si vivías
bajo un puente se esperaba de ellas que vivieran para casarse y tener hijos,
para ser siempre las sirvientas de alguien, ya fuera un señor o una señora, de
un marido o un padre, y de la osadía que suponía para unas cuantas salirse de
estas normas. Teniendo esto en cuenta, ¿no podríamos ver a día de hoy a Isabel
II y a otras mujeres que aparecen en esta novela con otros ojos? ¿Qué tal si
lees La reina del exilio y luego me cuentas? Porque, ¿a qué esperas tú, gran
amante de las novelas históricas que dan mucho que pensar, para hacerte con tu
ejemplar?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.