Queridos
lectores de La
Orilla de las Letras,
los
días avanzan sin que todavía veamos el fin del confinamiento. Nos sigue
quedando la esperanza de que esto no dure ya más de tres semanas. Y las letras,
por supuesto. Como las de nuestra entrevistada de hoy: Irel Faustina Bermejo.
Irel Faustina
Bermejo es maestra,
actriz y escritora. Si nos fijamos en su currículo literario, podemos decir que
es coordinadora de la revista literaria
Molínea y miembro del grupo Retén
literario, además de organizadora de
eventos culturales como el Festival Internacional de Arte y Poesía Grito de
Mujer. Ha publicado los poemarios: El
Hombre era un Monte (2004), Reloj de
Candela (2007), ¿Realidad
desvanecida? (2007), Realidad
Recobrada (2010); las otras de ensayo: Alas,
un camino hacia la libertad (Ed. Seleer 2013 y Ed. ADIH, 2015), Los
secretos guardados en el silencio del corazón (Ed. Trirremis,2017) y las novelas:
22 Arcanos / Esa maldita Eva (Dulce
Lectura Ediciones. 2020). Asimismo, ha colaborado en diferentes antologías y
revistas literarias con sus relatos y poemas, y ha organizado diversos
espectáculos poéticos.
Dicho
esto, os dejamos ya con sus palabras:
De
tu infancia, ¿qué libros recuerdas?
Especialmente
El Principito y la colección de los
cinco.
¿Y
te acuerdas de cuándo comenzaste a escribir?
Empecé
siendo niña, escribiendo cuentos y redacciones que mis compañeras de aula me
pedían que les hiciese para la escuela. Después me adentré en la poesía,
sobre los 11 o 12 años y viví la etapa romántica de mandar cartas a los chicos
que me gustaban con poemas supercursis. Mis primeras publicaciones en revistas
y antologías datan de finales de los setenta y, dentro del taller de teatro del
instituto, creé mis primeros espectáculos poéticos con mis propios poemas. Por
aquella época escribí teatro, un género que actualmente tengo abandonado. De
aquellas obras solo conservo dos o tres, las demás las destruí junto con mi
diario en un momento de mi vida crítico. Una de esas obras se llegó a montar y
representar y ha sido publicada en una revista y la incluí dentro de mi libro Los secretos guardados en el silencio de mi
corazón.
© Irel Faustina Bermejo.
Si
tuvieras que elegir entre el teatro, la poesía, el ensayo o la novela, ¿con qué
género te quedarías?
Cada
género me ayuda a expresar de forma diferente lo que siento, pero si tuviera
que elegir yo me quedo con la poesía, aunque también tengo que decir que cada
vez le tengo más respeto.
¿Qué
libro nos recomendarías leer en estos tiempos de confinamiento? Personalmente no me gusta recomendar
ningún libro porque cada cual tiene sus preferencias y lo que a mí puede
gustarme a otro no le llega. Pero no estaría mal en estos tiempos de confinamientos
leer libros de aventuras y de viajes, redescubrir a Julio Verne, por ejemplo.
¿Cómo
compaginas la escritura con tu trabajo en el teatro y las labores como
coordinadora de la revista literaria Molínea?
Cada
actividad tiene su espacio. Escribir suelo hacerlo cuando estoy a solas en
casa. Necesito mucha intimidad para ello. En el Teatro tenemos nuestros días de
ensayo, que ahora, con el confinamiento, se ha paralizado y se nos han caído
todas las actuaciones previstas para este año, por lo menos hasta septiembre,
parece ser. No sabemos si las que tenemos a partir de octubre podrán
realizarse. En cuanto a la revista, yo me encargo de las relaciones humanas,
del contacto directo con los escritores, de la organización de los eventos y
las redes sociales, lo cual me lleva su tiempo, pero se hace. Al principio la
revista era bimensual, pero es mucho el trabajo que supone y actualmente se
sacan dos al año, aunque este año creo que nos vamos a quedar con un solo
número. La parte de la maquetación y del contacto con la editorial lo lleva el
escritor y pintor Juan Espallardo.
© Irel Faustina Bermejo.
¿Estás
escribiendo más o menos que antes en este tiempo de confinamiento?
Más o menos igual. Yo no me
pongo metas ni límites. Escribo cuando siento la necesidad de hacerlo o cuando
tengo un proyecto entre las manos. Cuando publico un libro, dejo un tiempo de
barbecho para ir preparando la tierra para la nueva aventura. Ahora voy
escribiendo algún que otro poema y algún que otro relato. Tengo un poemario
para publicar, pero primero he de presentar mis novelas.
Tu
último libro publicado incluye las novelas 22 arcanos y Esa maldita Eva. Son
sus dos primeras novelas publicadas y lo has hecho de forma conjunta. ¿Por qué
has decidido hacerlo así y no de otra manera?
La
razón fundamental de publicarlas en el mismo ejemplar es porque son novelas
breves, de un poco más de cien páginas cada una y ya que estaban ahí consideré
que para hacer dos presentaciones mejor hacer una sola y siempre saldría más
económico al lector adquirirlas en un ejemplar que en dos. Aparte, las dos
novelas tienen un leitmotiv común y
es el viaje. Las dos novelas
empiezan con un viaje, pretexto para que los personajes se enfrenten a sus
demonios y terminen encontrándose a sí mismos y transformándose.
¿Qué
puedes contarnos de 22 arcanos?
22 arcanos está ambientada en 1984, en
plena movida. Arturo, harto de su aburrida vida decide visitar a su amiga La
Maga para que le haga una tirada de Tarot. La novela se abre con el arcano del
Carro en el que el protagonista se sube para salir en busca del Mundo que es su
triunfo. Arturo cruza el país para vivir una aventura, un viaje iniciático, un
recorrido por los 22 capítulos de la novela a través de los 22 arcanos mayores
del Tarot para volver al punto de partida totalmente transformado. El que ha regresado ya no es el mismo que
partió.
© Irel Faustina Bermejo.
¿Y
de Esa maldita Eva?
Es
una historia de familia que se remonta hacia finales del S. XIX. La novela
queda dividida en tres partes, yendo del presente al pasado y del pasado al
presente. Está narrada por cinco personajes distintos. Un manuscrito aparece en un viejo
baúl, desvelando una historia que remueve la herida sin cicatrizar de Laura. El
manuscrito nos traslada hasta finales de 1800. Realizamos un barrido por los
dos últimos siglos, cuestionando el patriarcado.
Eva, creada de la costilla de Adán, ha arrastrado
generación tras generación, una maldición. Sanar esa herida de la Humanidad es
lo que nos conducirá al encuentro con la Madre Tierra.
¿Qué
esperas que encuentren en los lectores en 22
arcanos?
Por
un lado, la novela refleja una época de transición de una dictadura a la
democracia, y nos sitúa en plena movida, replantando algunos aspectos sobre la
vida de los artistas; por otro lado, nos acerca a un lenguaje lleno de
simbolismo como es el Tarot. Los 22 arcanos son la línea de tiempo por la que
se mueve nuestro protagonista.
¿Y
en Esa maldita Eva?
En
esta novela lo quise reflejar, y espero que el lector lo sepa ver, es el dolor
que arrastramos las mujeres desde el momento en el que la Iglesia la despoja de
su sabiduría ancestral y la convierte en sierva del varón, considerándola como
una costilla de Adán. A lo largo de ese barrido que se hace por la historia de
los últimos siglos, el lector encuentra la ardua tarea que ha llevado la mujer
para reconquistar sus derechos.
© Irel Faustina Bermejo.
¿Seremos
los mismos los escritores y los lectores después del confinamiento?
Depende
de cada persona. No todos estamos cortados por el mismo patrón ni vivimos esta
situación de la misma manera. Los habrá que hayan reconsiderado que es inviable
continuar con el mismo sistema de vida que llevamos hasta antes del
confinamiento, y los habrá también que sigan igual o peor, porque si lo que
estamos experimentando lo vivimos con miedo, esta emoción puede destapar los
peores demonios de quien la siente. El miedo es todo lo contrario al amor y al
altruismo, engrandece nuestro ego. Quizá yo sea un poco pesimista, pero creo
que cuando salgamos de esto, muchos volverán a mantener el mismo ritmo de
consumo, con una diferencia, y es la desconfianza ante los extraños. Creo que la
vida social se va a empobrecer y en eso sí que no seremos los de antes.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Como
anteriormente he afirmado, entre uno y otro proyecto siempre dejo un tiempo
para no estar contaminada del anterior. Dejo que me llegue y cuando sienta la
necesidad de abordar un nuevo proyecto, lo haré. Ahora escribo sin un objetivo
concreto.
¿Te
gustaría añadir algo antes de acabar esta entrevista?
Quiero
agradecerte, Cristina, esta entrevista para La
Orilla de las Letras, e
invitar a los escritores que quieran colaborar en el próximo número de la Revista
Molínea que contacte conmigo a través de Facebook e Instagram como @Irelfaustina
Bermejo y, a través de privado, comparto las bases. Quiero solidarizarme
con todos los artistas y con el mundo de la cultura que, con el confinamiento,
nos hemos sentido perjudicados de alguna manera y cuestiono si, a partir de
ahora, tendremos que asomarnos a nuevas ventanas de expresión.
Muchas
gracias a ti, Irel, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales.
Esperemos que esto acabe lo antes posible y, valiéndote de todos los medios que
estén disponibles, puedas hacer llegar al gran público tu nueva otra.
Y
a vosotros, lectores de La Orilla de las Letras, gracias por estar al
otro lado un día más.
Cristina Monteoliva