Título: Las
crisálidas
Autor: John
Wyndham
Traducción: Catalina
Martínez Muñoz
Publica: Alianza
Editorial
Páginas: 208
Precio: 18 € / 12,98 € (ePub)
¿Existe la perfección
desde el punto de vista genético? ¿Pueden considerarse unos genes mejores que
otros? ¿Y las diferencias? Es decir: ¿qué pasa con las mutaciones? ¿Son buenas
o son malas? Entiendo que estas son muchas preguntas, pero son justo las que yo
me planteo antes de hablaros de Las
crisálidas, la novela de fantasía y ciencia ficción ya clásica de John
Wyndham. Si queréis saber de qué va en realidad esta obra, como siempre, solo
tenéis que seguir leyendo este artículo.
Tras
la Tribulación, una suerte de catástrofe apocalíptica que, según los habitantes
del futuro, mandaría Dios para castigarles, el mundo queda dividido entre las
plantas, los animales y las personas que presentan mutaciones y los que no. Las
mutaciones, en el mundo de los humanos, son consideradas las Ofensas, pecados
imperdonables que han de ser eliminados de la sociedad. Es por ello que los
mutantes humanos son expulsados, obligados a vivir en los Márgenes.
David
es un chico que vive en Waknuk. Sus padres son muy religiosos, especialmente su
progenitor. Toda aberración es inmediatamente eliminada de su granja, nada le
resulta perdonable. Es por ello que David ha de mantener el secreto que
comparte con su prima Rosalind y con otros chicos de la comunidad: un secreto
que, sin duda, les hace especiales. Cuando las cosas se ponen difíciles para
sus amigos y ellos dos, han de huir. Pero, ¿conseguirán encontrar un lugar en
el que sentirse a salvo?
David,
el narrador y protagonista de esta novela distópica publicada por primera vez
en 1955 cuyo planteamiento no le parecerá en absoluto obsoleto al lector, es un
muchacho inocente que, con el transcurso de los años, comprende que su
comunidad tiene unas férreas creencias con respecto a la pureza genética y que
tal vez tanto sus padres como los otros adultos estén equivocados al respecto.
Las
mutaciones, en el mundo real, son la base de la evolución. Las variaciones en
el ADN de los organismos han hecho que estos desarrollen características que
les han permitido adaptarse mejor al medio a lo largo de millones de años. Una
mutación puntual que no dañe al ser vivo y que tampoco se transmita es igualmente
factible. ¿Por qué es considerado como algo tan horrible en Las crisálidas? Sin duda, por el temor a
Dios que la comunidad de David ha adquirido generación tras generación. Pero,
¿acaso podrán conseguir en Waknuk que Dios les perdone por todos sus pecados?
Las crisálidas,
en definitiva, es una excelente novela de aventuras de corte distópico que,
digo nuevamente, resulta atemporal: puesto que el futuro es un enigma en el que
casi todo cabe y la historia no hace referencia a fechas concretas, es factible
pensar que ese mismo futuro pueda estar dominado por personas extremadamente
religiosas con el poder de marginar a los diferentes y que la sociedad dé un
paso atrás y se muestre como fue hace tal vez un par de siglos. Esta es una
historia sobre unos chicos en busca de su lugar en un mundo hostil en la que la
diversidad es rechazada de pleno. Una obra que invita a reflexionar sobre ese
hipotético futuro, pero también, y sobre todo, por el mundo en el que vivimos,
donde la otredad es, a menudo, rechazada. Y tú, ¿acompañarás a David en esta
emocionante aventura?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.