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jueves, 10 de octubre de 2019

Reseña: LA CHICA SALVAJE, de Delia Owens.


Título: La chica salvaje
Autora: Delia Owens
Traducción: Lorenzo F. Díaz
Publica: Ático de los Libros
Páginas: 384
Precio: 17,90 €

Lo que vivimos durante la infancia, la manera en la que somos criados (o mal criados) y la relación que mantenemos con los miembros de nuestra familia van a determinar al adulto que después seremos. La soledad extrema en un niño hará que este tenga que buscar la manera de sobrevivir por sus propios medios. Pero, ¿y si al llegar a la edad adulta tuviera que vivir en sociedad? ¿Se vería esa persona capacitada para ello? La respuesta a estas y a otras muchas preguntas que os surgirán durante su lectura las encontraréis en La chica salvaje, la exitosa novela de Delia Owens que por fin en octubre de 2019 ha aterrizado en nuestro país.
Cuando Kya solo tenía seis años, su madre hizo la maleta y se marchó por el camino que la alejaba de la marisma y su familia. Poco después, los cuatro hermanos de la pequeña, hartos todos al igual que su madre del carácter violento de su padre, tomarían la misma decisión. Tras la marcha, más tarde, también de su padre, Kya se quedaría sola en la cabaña de la marisma, rodeada de la exuberante y plácida naturaleza pero con pocos recursos para salir adelante sola. Gracias a Jumpin´ y Mabel, los propietarios de la gasolinera de la marisma, a Tate, el chico que le enseñará ya de adolescente a leer y expresar por escrito todos sus conocimientos sobre el entorno natural y a su propia determinación por salir adelante, Kya llegará a ser una adulta capaz de mantenerse por sí misma. Su placidez se rompe cuando Chase, su antiguo amante, aparece muerto en el pantano. Muchos están convencidos de que Kya le ha matado por despecho. ¿Será verdad? ¿Tendrá la joven algo que ver ella con su muerte? ¿Conseguirá salir libre tras el juicio?
Kya es la más joven de una familia numerosa pobre que vive en una cabaña en una marisma cerca del pueblo pesquero de Barkley Cove, en Carolina del Norte (Estados Unidos). Tras la marcha de la madre, demasiado alterada como para seguir lidiando con la violencia de su marido, todos tomarán la inexplicable e incomprensible decisión de marcharse dejando a Kya atrás. Nuestra historia comienza en 1952, y aunque ya entonces existían los servicios sociales, nadie parece preocuparse demasiado, en un pueblo que ve como apestados a todas los que, por necesidad, han de vivir de forma precaria en la marisma, por una niña de tan solo seis años. Sin embargo, Kya, como suele pasar con los menores de tantas familias numerosas, es una chica muy avispada que, a pesar de todas las penurias que ha de enfrentar, sabrá cómo salir adelante.
La lectura de la sinopsis oficial del libro, la que aparece en la contraportada de este volumen, puede que os haga pensar que Kya se ha criado como una niña totalmente salvaje, haciendo honor a su apodo. Esto no es así en realidad. Y es que si bien Kya se niega a ir al colegio en el pueblo cuando los servicios sociales vienen a por ella (solo acude a la escuela un día) a lo largo de los años se encuentra con la ayuda de Jumpin´ y Mabel, los dueños de la gasolinera de la marisma, y Tate, su primer amor y gran profesor. Otros personajes que marcarán su vida será su desaparecida madre, a la que esperará toda la vida; Jodie, el hermano que se marchó el último de casa; su padre, con el que, a pesar de su carácter y sus adicciones consiguiría vivir un periodo tranquilo; y Chase, el rompecorazones del pueblo que la sedujo para luego marcharse y casarse con otra: el mismo que ha aparecido muerto en 1969 y todos creen que ella ha matado.
Tampoco se puede decir que Kya viva totalmente sola en su casa de la marisma. En su día a día la acompañan las aves (a las que suele alimentar), los animales acuáticos y la vegetación de la marisma. Su amor por su entorno es enorme, un amor que llega a transmitir a los lectores con cada excursión, con cada observación, con cada reflexión.
La chica salvaje, en definitiva, es una insólita y maravillosa historia sobre una muchacha que, repudiada una y otra vez por la sociedad, ha de vivir en medio de la naturaleza, donde los elementos le son favorables. Una historia sobre la determinación de esta chica por salir adelante, su valor y su lucha. Pero también un libro en el que pensar que, al final, los seres humanos somos animales y, como tales, tenemos ciertos comportamientos que nos llevan a repetir patrones que se dan entre otras especies. Dicho esto: ¿a qué esperas para conocer a la valiente Kya?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.