Título: Una vida en venta
Autor: Yukio Mishima
Traductores: Keiko Takahashi y Jordi Fibla
Editorial: Alianza Literaria
Páginas: 296
Precio: 18 € / 12,98 € ePub)
De
forma recurrente, siempre nos hemos preguntado acerca del sentido de la vida. Tan
recurrente, que a estas alturas resulta casi pueril plantearnos que tenga una
respuesta universal. Pasaríamos entonces a tratar de encontrarle un sentido a
la nuestra en particular, ese significado que cada persona quiere darle a su
propia vida y que, tantas veces, resulta igualmente difícil de encontrar. Nacemos
y crecemos en un mundo que se nos da, en gran medida, ya hecho y que puede
costarnos mucho trabajo entender y encontrar un sitio en él. ¿Pero qué tal si
no buscáramos una vida con significado? ¿Y si dejamos de buscar un significado
para nuestra vida? ¿Y si, sencillamente, buscamos una muerte con significado?
Eso
es lo que parece buscar Hanio Yamada, protagonista de Una vida en venta, del autor Yukio Mishima. A sus 27 años, Hanio es
un creativo de éxito en una conocida empresa de publicidad. Un buen día, y por
algo que ni él mismo es capaz de explicar muy bien, se acerca a la farmacia,
compra unos somníferos y trata de suicidarse. No lo consigue. Sin pensarlo
demasiado, como si fuera lo más lógico del mundo, decide entonces poner un
anuncio en el periódico: «Vida en venta. Quien la compre puede utilizarla como
le plazca».
Se
van sucediendo los clientes que quieren comprar esa vida y sus rocambolescas
historias. Si extraño puede resultar que alguien quiera vender su vida,
sorprende cuánta gente puede tener interés en comprarla. Así lo hace, por
ejemplo, un hombre que ha urdido un extraño plan para vengarse de su tan
exuberante como infiel mujer: Hanio deberá acostarse con ella de tal manera que
su amante, un peligroso mafioso, los descubra y los asesine a los dos. Sin
problema. Posteriormente también una
mujer quiere comprar su vida para cerrar un negocio relacionado con un peligroso
veneno. Sin problema. Un joven compra su vida
porque su madre necesita sangre que beber. No hay problema, Hanio tiene
y quiere gastarla. Dos espías necesitan a alguien que se sacrifique para
obtener un código de encriptación de un país competidor. Sin problema.
Pero
tal vez sí que va surgiendo un problema: por paradójico que resulte, puede
ocurrir que cuanto menos nos importa la muerte, más significado tiene nuestra
vida. Cuando el miedo desaparece, el
mundo se aclara. ¿Cae Hanio en un círculo vicioso al buscar la muerte sin,
realmente, querer morir? ¿Es su búsqueda de una muerte con significado una
forma de apegarse a la vida? Pero a lo largo de la historia en la que los
distintos personajes no tendrían por qué tener un hilo conductor más que el
propio Hanio, ¿hay en realidad un nexo en común? ¿Líneas invisibles que conectan
los distintos sucesos? ¿Es la propia vida, cuando no nos preocupamos tanto de
ella, la que va buscando su propio significado? Tal vez, empeñados en buscarle
un significado a nuestra vida no nos damos cuenta de que ya lo tiene, aunque
nosotros no tenemos por qué conocerlo.
Como
toda gran novela, y ésta lo es, el libro nos plantea un escenario que podemos
disfrutar desde distintos puntos de vista. No os dejéis engañar por mi perorata
filosófica. Como toda grandísima novela, lo hace con naturalidad consiguiendo
que te adentres en ese mundo un tanto surrealista con la intriga propia de una
novela negra. No obstante, esta novela fue publicada por primera vez mediante
entregas en la revista Playboy, lo que dice mucho de la calidad de la edición
nipona de Playboy y de la conjunción entre entretenimiento y filosofía que
posee la novela.
Y
es que Yukio Mishima, nacido en 1925, está considerado uno de los mejores
escritores japoneses del siglo XX. No llegó a obtener el premio Nobel, al que
fue candidato, porque el autor no consideró oportuno vivir lo suficiente para
ello. Mishima fue un gran defensor de la cultura japonesa tradicional en una
época en la que, primero por la industrialización, y, posteriormente, por el
hecho de perder la Segunda Guerra Mundial, se empujó a Japón por la senda del
capitalismo y el consumismo más salvaje, de los que Una vida en venta, también podría considerarse una crítica. De
hecho, llegó a fundar una especie de grupo paramilitar para defender la cultura
tradicional y poner en valor la figura del emperador, relegado a una figura
estética por la intervención estadounidense. Para reponer el poder el emperador
y recuperar la cultura japonesa Mishima, en una acción audaz, trató de provocar
un levantamiento militar. Ante el fracaso del levantamiento y a modo de
protesta Yukio Mishima, llevó a cabo el seppuku, el suicidio ritual japonés, a
sus 45 años.
Como
el protagonista de su novela Una vida en
venta, Mishima no dejó de buscar en su vida una muerte con significado
hasta que la encontró. Ello hace que la propia novela se llene aún más de
interés y sus distintas lecturas cobren aún más intensidad y de una forma tan
entretenida, clara y ágil que parece que lo hace sin querer. Definitivamente, una
novela imprescindible.
Sergio M. Planas
© Sergio M. Planas.