Título: Casa de fieras
Escriben: Varias Autoras
Publica: Ediciones Irreverentes
Páginas: 208
Precio: 15 €
Cortesanas, vampiresas, espías, señoras
de apariencia respetable que envenenan al vecindario en sus ratos de ocio: la
literatura y el cine no has hablado largo y tendido de la maldad femenina, esa
que viene siempre a perjudicar a uno o varios hombres. Pero, ¿es esa maldad real?
¿No puede ser posible que la visión masculina del asunto (machista, en muchos
casos) no nos haya contado la verdadera dimensión del asunto? Porque, ¿qué hay
del punto de vista de la propia mujer? ¿Acaso no cuenta? Pues cuenta, sí, ¡y
mucho! Como prueba de ello no tenéis más que echarle un vistazo al libro Casa de Fieras, una antología que
recopila un total de veinticuatro relatos sobre las mujeres supuestamente
malas. Si queréis saber un poco más sobre este libro, no tenéis más que seguir
leyendo esta reseña.
Casa
de Fieras no es un libro que surge por casualidad. Su origen
lo encontramos en la reunión de un grupo de escritoras en la Biblioteca Eugenio
Trías de El Retiro de Madrid, lugar en el que antiguamente se situaba la Casa
de Fieras. De este encuentro entre autoras nace la voluntad de crear una obra
que recopile un cierto número de relatos breves que hablen de la mujer mala,
traviesa o simplemente incomprendida desde un punto de vista más femenino y
humano. Estas autoras no son otras que: Elena Marqués, María Zaragoza, Mariaje
López, Sol Antolín Herrero, Olga Mínguez Pastor, Fátima Díez, Eloína Calvente,
Montserrat Suáñez, Ángela Hernández Benito, Teresa Iturriaga Osa, Lourdes
Ortiz, Rosi Serrano, Ana Zarzuelo Álvarez, Balbina Rivero, Carmen Pita, Carmen
Soteres, Laura Garrido, Rosario Martínez, María Luisa de León, La Vizcondesa de
Saint-Luc, Carmen Martagón, Paula Lima, Olvido Andújar y Paula Izquierdo.
La mujer mala o
supuestamente mala (a veces, como decía antes, todo es muy relativo) es un tema
que puede ser tratado desde muchos puntos de vista, en este caso, tantos como
escritoras han escrito para esta antología. El libro, sin embargo, comienza con
todo un clásico del que nos han dado buena cuenta las películas americanas de
los años cuarenta y cincuenta del siglo XX: el de la mujer asesina que enamora
al protagonista de la historia de Corazón
sicario. Un caso que podríamos encuadrar dentro del género negro más clásico
lo encontramos mucho más adelante en Una
maleta y un neceser, un relato en el que la dama es una exótica chica
oriental, y Odisea, donde la asesina
en serie es, además, una indudable mujer fatal.
Como vemos, muchos de
los casos de mujeres malas están relacionados con el amor y el apasionamiento
extremo, aunque no siempre del mismo modo. Este libro nos ofrece un gran
abanico de relaciones amorosas. En La
observadora, Apartamento y en Veneno de tórtola, por ejemplo, las
protagonistas quieren, consciente o inconscientemente, deshacerse de su amante,
mientras que en Anuncio por palabras
nuestra mujer lo que quiere es simplemente vengarse de los que la han
traicionado, incluyendo a su esposo. Por otro lado, tenemos el caso del relato
de humor Claudio o la justa y santa
perversidad, en el que las relaciones amorosas no son lo que parecen, o los
de El diablo metido en los ojos o Hasta el último aliento, cuentos en los
que los enamorados hacen lo que sus mujeres quieren, incluso cuando ellos salen
claramente perjudicados. También tenemos en este libro un relato dedicado a la
visión clásica del amor pasional reflejado en las coplas españolas, aunque con
cierta variante. Por supuesto, se titula Carmen.
En numerosas ocasiones,
nos encontramos que la mujer supuestamente mala es parte fundamental de una
familia, como es el caso de la perfeccionista y controladora Jana del relato titulado de igual forma,
o la suegra despiadada de Malas hierbas;
aunque en este libro lo que más vamos a encontrar son madres que harían lo que
fuera por vengar a sus hijas, por advertirlas de lo que les puede pasar o
simplemente por, precisamente, tener descendencia, como vemos en los relatos Justicia en tres actos, La cara de El gato, Tres años, seis dedos y un día y LSD.
Puede haber mujeres
supuestamente malas en todas partes, ya sea en callejones en los que sus
tacones puedan acabar con vidas inocentes, como nos cuenta Tacón de aguja, o acodadas en la barra de un bar esperando una
invitación, como nos cuenta Sin prisas.
O incluso en los internados y hospicios, como narran los relatos El monstruo del armario (por cierto, y
no puedo evitar decirlo, mi favorito de todo el libro por la capacidad de su
autora de mantener la tensión y la sorpresa hasta el final) y Lo dejo en sus manos.
Si bien muchos de los
relatos de esta antología tienen lugar en el presente siglo o en el XX, existen
también unos cuantos que nos hacen viajar a un pasado menos reciente, como Hasta el último aliento, Carmilla, La dama sangrienta y ¿Dónde
está Wallis…?, para darnos una visión distinta de los hechos históricos que
puede que ya conociéramos previamente.
Casa
de fieras, en definitiva, es una antología de relato breve
llena de historia, humor, drama y tensión, que gira en torno de la figura de la mujer mala desde el punto de
vista meramente subjetivo o mala sin ninguna duda que siempre, sin embargo,
tiene una motivación para hacer lo que hace. Un libro que viene a reivindicar
la riqueza del personaje femenino en cualquier tipo de historia narrada desde
distintos puntos de vista y situaciones. Una obra, en definitiva, que te está
esperando para conquistarte ferozmente. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva