Título: Zombies de Leningrado
Autor: Javier Cosnada
Publica: Dolmen Editorial
Páginas: 312
Precio: 17,95 €
Los zombies nos parecen monstruos
sorprendentes, seres fantásticos algo tan horrible como comerse a las personas
vivas, cuando lo cierto, por desgracia, es que el canibalismo es una práctica
que se ha dado a lo largo de toda la historia, y no solo en civilizaciones
extintas hace miles de años, sino también en épocas mucho más recientes, como
en la Segunda Guerra Mundial en la ciudad de Leningrado. Este es el punto de
partida de Zombies de Leningrado, la
novela de Javier Cosnada que a continuación os comento.
Consciente de que le
queda poco de vida, Catarina Kubatkina decide emprender un viaje por la antigua
Unión Soviética con su nieto Anatoli. El fin de tal periplo no es otro que
darle a conocer al joven la vida que su abuela llevaba antes y durante la Segunda
Guerra Mundial. Mientras viaja, Catarina le narra a Anatoli los días que pasó
en la ciudad sitiada de Leningrado, en el crudo invierno de 1942. La historia
comienza con unas niñas que huyen de los caníbales hambrientos y son
encontradas por unos policías de la NKVD (la policía secreta). Los policías
deciden buscar acomodo a las niñas al tiempo que intentan encontrar a un topo
introducido en la ciudad por los nazis. La aventura durará varios días en los
que tanto los policías como las niñas descubrirán los peores horrores que la
guerra ha traído a la ciudad. Al final, tanto de aquella aventura de 1942 como
en el momento en el que Catarina le habla a su nieto, se desvelará la verdad.
El sitio de Leningrado por
parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial duró novecientos días, desde
1941 a 1944. El hambre y el frío se apoderaron pronto de las calles. La
ciudadanos morían tanto por el ataque de los nazis como por las crudas
condiciones. Había gente haciendo interminables colas para conseguir una ración
de pan, niños perdidos, personas que arrastraban sus cadáveres de sus
familiares por las aceras… En medio de todo esto, conoceremos a Catarina, una
joven que atraviesa la ciudad junto a Tania, una niña que acaba de conocer.
Catarina y Nadia se ven, por obra y gracia del destino, de pronto en el grupo
que encabeza el sargento de la policía secreta Anatoli Kubtkina, un joven
valeroso tan empeñado en encontrar un nuevo hogar a las chicas como en
desenmascarar a un temible traidor.
En el Leningrado de
1942, tiempo en el que transcurre la mayor parte de esta novela, está lleno de
gente que muere literalmente de hambre. Mientras unos se dan por vencidos,
otros deciden dedicarse al canibalismo. Dentro de estos últimos, podemos
distinguir a los comedores de cadáveres, a los que vagan sin consciencia a la
espera de tirarse al cuello del primero que pase y a los que hacen negocio con
la carne del prójimo. Con los tres tipos de seres temibles se las verán
nuestros héroes, aunque tal vez no tantas veces como el título de esta novela
nos pueda hacer pensar.
Lo cierto es que en
Leningrado, en esos momentos ocurrían un sinfín de situaciones que el lector
interesado en la historia querrá conocer y esta novela es la excusa perfecta
para hacerlo. Y es que Javier Cosnada, tal y como queda patente no solo en
numerosos momentos del texto, sino en los apéndices finales, se ha basado en un
buen número de hechos reales a la hora de escribir esta historia de aventuras.
¿Qué es un zombie? Un
muerto viviente que come personas. Personas generalmente vivas. Es decir, que
las ataca, primero, y luego se las come. ¿Eran los caníbales de Leningrado
zombies? En principio, no, porque estaban vivos; pero, ¿podría considerarse que
estaban en su sano juicio? Los que comerciaban con la carne humana,
probablemente sí; pero todos aquellos que vagaban sin rumbo, a punto de morir,
desesperados por llevarse algo a la boca, aunque ese algo fuera otra persona,
creo que podría considerarse que eran como muertos vivientes. O algo así. Dicho
esto, creo que muchos lectores podrían llegar a este libro pensando que va de
una cosa y luego encontrarse con otra bien distinta. Por eso insisto en que Zombies de Leningrado es en realidad una
ficción histórica de aventuras que invita a conocer no solo la cruel realidad
de los caníbales de la ciudad, sino también el sinfín de penurias que los
habitantes de Leningrado tuvieron que padecer durante largo tiempo. Una forma
distinta de contar aquella verdad: una novela que seguro que a los amantes de
la historia os resultará, cuanto menos, entretenida y original.
Cristina Monteoliva