Queridos amigos
de La Orilla de las Letras,
como
sé que os encanta conocer a los escritores, aquí os traigo una nueva entrevista
a un autor español. En esta ocasión se trata de Javier Castañeda de la Torre, autor de Ciencia Ficción ganador,
entre otros premios, del XXVI Certamen
Literario Alberto Magno con la novela Horror
Vacui (libro que encontraréis reseñado también en blog), recientemente
publicada por la editorial Apache
Libros.
Javier,
que tiene dos licenciaturas, la de Economía por la Universidad de Alcalá de Henares y la de Filosofía por la Universidad
de Valladolid, además de haber obtenido la Suficiencia Investigadora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, trabaja actualmente como profesor
de Filosofía en un instituto de secundaria.
Como
decía antes, Javier es autor de Ciencia Ficción, un género no muy visible en
nuestro país. Si bien su nombre no ha sido muy conocido hasta ahora, estoy
segura que tras la publicación de Horror
Vacui se convertirá en un imprescindible de la literatura nacional.
Sin
más preámbulos, os dejo ya con la entrevista que nos ha concedido:
¿Cuándo comenzaste a
escribir?
Hace ya mucho. Como quince años. Pero escribía guiones
cinematográficos. Me sentía más cómodo con ellos. De hecho mi formación como
escritor es de cursos de guion de cine. Creo que se nota en mis relatos y
especialmente en Horror Vacui, puntos
de giro pensados milimétricamente, acción constante... Y comencé a escribir
narrativa cuando acepté que vender un guion en España era imposible. Lo que no
sabía es que vender ciencia ficción es casi igual de difícil.
¿Por qué ciencia ficción?
Pues te va a sorprender lo que te voy a decir, pero no soy un
gran lector de ciencia ficción. En realidad no soy un gran lector de nada,
salvo comics y moderadamente de filosofía. En ciencia ficción no tengo lagunas
sino océanos. Pero creo que este género es perfecto para contar todos los
problemas filosóficos que me acucian. Además dentro de mi disciplina me gusta
mucho la parte de filosofía de la ciencia, por lo que miel sobre hojuelas.
¿Qué autores crees que
han influenciado en ti como escritor?
Es difícil decir. Tengo claro los que me gustan, pero no son
necesariamente a los que soy capaz de imitar. Me pasa con Ballard. Nunca seré
capaz de acercarme a escribir como él. Pero temáticamente sí noto influencias.
Borges sin duda. Incluso en Horror Vacui
que puede parecer que no tiene nada de él, se encuentra una reflexión del
hombre como intérprete del mundo que nos rodea, que deja a Pierre Mernard como
un principiante (risas). La influencia de Borges es mucho más marcada en El Traductor de Dios.
Alan Moore es otro de mis
escritores fetiche, sobre todo a nivel estructural. Me encuentro a menudo
utilizando los casi infinitos recursos que él usó. ¿Acaso en Horror Vacui no
se puede encontrar la estructura a base de anexos que complementan la historia principal
como en Wachtmen?
Javier y Batman steampunk en el Festival de Fantasía
de Fuenlabrada 2016
©Javier Castañeda de la Torre.
¿Relato breve o novela?
Cuando empiezo un relato siempre tengo miedo de que me quede muy
corto y sin chicha. Pero según escribo va creciendo y creciendo. Al final menos
de 5000 palabras me es muy difícil escribir. Siempre me pide más el relato. Por
eso me gusta el Alberto Magno. Pero a veces me digo que debo aprender a ser más
escueto, insinuar más y exponer menos, trasmitir lo mismo con menos palabras;
es decir, aprender la técnica del relato corto. Debo proponérmelo como ejercicio.
Has obtenido varios
premios literarios con tus obras. Sin ir más lejos, Horror Vacui fue ganadora del XXVI Certamen Literario Alberto Magno
de Ciencia Ficción en 2014. Sin embargo, no ha sido publicada hasta este año,
2016. ¿Por qué este hecho? ¿Has tenido problemas a la hora de publicar esta
novela?
Es un poco engañosa la fecha. El Alberto Magno se da en
diciembre del 2014, casi 2015, por lo que ha trascurrido poco más de un año.
Pero sí, es difícil publicar. En eso debo dar las gracias a mi editor José Luis
del Río Fortich y su apuesta por la ciencia ficción española con su editorial
Apache. Sin él estoy convencido de que solo me quedaba la autopublicación. No
se apuesta mucho por autores españoles de ciencia ficción y menos en novela
corta.
Por cierto, hablando de
ciencia ficción en España, ¿no crees que es un tanto complicado publicar libros
que toquen estos temas en nuestro país? ¿Faltan lectores, acaso?
Sí que es complejo. Y las razones creo que son varias. Una diría
sin duda que son pocos lectores. Creo recordar haber leído que en EEUU la
ciencia ficción es el segundo género más vendido después del romántico. Aquí es
casi residual. El número de editoriales de ciencia ficción que han desaparecido
durante la crisis dejó el tejido muy dañado. Gracias a las microeditoriales
volvemos a ver algo de luz, pero sigue siendo deficiente. La CiFi continúa
teniendo mala fama, se considera un género de escasa calidad y si encima son
autores españoles... No soy muy optimista con respecto al futuro.
En clase con Javier
©Javier Castañeda de la Torre.
Volviendo a Horror Vacui: ¿cómo se te ocurrió
escribir esta novela?
En 2013 había quedado finalista del Alberto Magno con La paradoja de Teseo. Me pregunté
entonces por qué no había ganado. Me di cuenta de que muchos de los ganadores
eran relatos ciberpunk, por lo que me propuse escribir uno. Ya tenía la idea de
utilizar en algún relato el mecanismo y manipulación de las emociones y como el
cerebro reinterpreta la realidad . Es un tema que he trabajado mucho estos
últimos años para mis clases de filosofía.
Añádele que leí algunos
libros sobre los datos masivos o Big Data y tenemos el trasfondo.
Una vez decidido este, me quedaba el desarrollo de la acción y
en eso me inspiré en Minority report, sería estúpido negarlo. Así salió este
thriller tecno noir, Horror Vacui, que tuvo la suerte de
ganar el Alberto Magno. Y no es falsa modestia. Para ganar un concurso es
necesario contar con algo de suerte.
La novela parte de la
base de que el libre albedrío y la moral no existen, que todo lo que decide
hacer el ser humano puede ser controlado por un ordenador central. ¿Crees que
algo así podría ser posible en el futuro?
El polvo inteligente (smartdust)
también existe. No introducido en el cuerpo, pero es un paso obvio.
También ya es una realidad
el control de las emociones. Si tienes una depresión, te doy un prozac que va a
impedir que tu cuerpo absorba la serotonina y eso hará que estés más
estimulado. O si tienes hiperactividad te doy otra pastilla y consigo que
controles mejor ese trastorno. Como profesor que ve alumnos con esos problemas
te aseguro que la eficacia de estos fármacos que regulan los neurotrasmisores
del cerebro es asombrosa.
Respecto a la moral ocurre
lo mismo, todas nuestras decisiones son emocionales. Está el famoso dilema
ético del tren, en el que apretando un botón debes decidir si salvar a una o a
cinco personas (a costa de esa una) de la muerte. Inmediatamente sabemos cuál
es la decisión correcta. Pero si en vez de apretar un botón tenemos que empujar
a esa una para que frene el tren, la decisión cambia inmediatamente, aunque
desde el punto de vista racional siga siendo el mismo resultado. ¿Por
qué ocurre? Porque no decidimos racionalmente, somos esclavos de las emociones.
Lo que planteo en Horror Vacui es qué ocurriría si en vez
de dejar esas emociones al azar, fuesemos capaces de manipularlas a través del
polvo inteligente para optimizar sus cantidades. No necesariamente tiene que
ser algo malo, no olvides que sientes lo que sientes sin elegirlo, por lo que
regulándolos podría hacer una sociedad mucho más empática y cooperativa. En el
relato he tenido mucho cuidado de no caer en una visión distópica sesgada. Es
el lector el que debe decidir su bondad.
Por lo que sí que creo que
será posible en un futuro. Pero la cuestión es si nos atreveremos a permitirlo
y en eso tengo serias dudas. Hay mucha tecnofobia en nuestra sociedad. Y fobia
en sentido de miedo, no de asco. Si hasta no hace muy poco en España no estaba
permitido la selección de embriones para salvar a un hermano con
beta-talasemia. O mira el miedo a los
transgénicos que algún partido político recogió en su programa, ignorando toda
evidencia científica.
Otro punto interesante
en el planteamiento inicial de la trama es la utilización que se hacen de los
datos en este hipotético futuro, de todos esos rastros que vamos dejando por
redes sociales, búsquedas de internet, etc; aunque, ¿no son utilizados ya para,
en cierta medida, controlarnos?
Sin duda. ¿Por qué crees que cientos de aplicaciones son gratuitas o que
ahora todos los aparatos se van a conectar a internet? Los datos masivos es
algo muy real y de importancia creciente. Google fue capaz de predecir la
expansión de la gripe por EEUU por las búsquedas que realizaban los afectados.
Mucho mejor que la agencia de salud americana. ¿Qué quiere decir esto? Que
los datos son poder y por tanto capacidad de manipulación. Pero si nos
manipulan es porque queremos. Estamos dando esa información de manera gratuita
e indiscriminada. ¿Quien
se lee el mensaje de "esta aplicación recoge datos de su GPS, actividad de
Facebook..."? Damos el consentimiento y punto. Yo estuve hasta hace un año
sin wassap porque quería acceder a mi agenda de contactos y la verdad no me
sentía cómodo. O, ¿a
quién no le ha llegado un mensaje en Facebook de alguien que ha conseguido
pasarse no se qué nivel del Candy Crash? Eso es porque han permitido que la
aplicación pueda escribir en tu biografía.
Pero como he dicho antes
esos datos no son malos en sí. El peligro está si solo unos pocos tienen
accesos a ellos. Por eso en Horror Vacui
hay una ley que obliga a hacerlos públicos. Siempre he creído que la culpa de
una mala sociedad no es ni de un sistema intrínsecamente malvado (como algunos
opinan del capitalismo) ni de una tecnología concreta, sino de los individuos
que componen esa sociedad. Por eso he intentado evitar el "esta tecnología
tiene mucho peligro". El peligro lo tienen los individuos que las usamos y
nos dejamos usar.
Jack Miller, el
protagonista de esta novela, es un personaje muy complejo, marcado por su
pasado. ¿Se parece en algo a ti?
Creo que cuando uno piensa en cómo se comporta un personaje, de
alguna forma es él. Pero no, yo no soy como Jack Miller, más bien soy su antítesis
en la forma de ser. Más bien está inspirado en esos héroes de acción como John
McClane, el Batman de Frank Miller o el propio John Anderton de Minority
Report. En eso reconozco que me quedó algo estereotipado. Pero creo que se
salva precisamente en esa complejidad. Hay muchas interpretaciones posibles
sobre por qué Jack Miller hace lo que hace. La estructura elíptica hace que
varias hipótesis incompatibles entre sí sean compatibles con lo que se narra en
la novela, lo que le da al personaje y al libro varias capas de lectura. Esa es
a mi modo de ver una de sus principales virtudes. Si al final llegas a la
conclusión de si está loco o no lo está, deberías volverlo a leerlo suponiendo
la hipótesis contraria y te sorprenderá que también cuadra.
De izquierda a derecha: David Luna y Javier Castañeda
de la Torre
©Javier Castañeda de la Torre.
Una pista para los
lectores que no lo sepan aún: Horror
vacui significa miedo al vacío. ¿A qué le tiene miedo Javier Castañeda de
la Torre?
A muchas cosas, como todos, pero fundamentalmete a la muerte. De
ahí que creo que la escritura me sirve para rellenar ese vacío, esa
incomprensión: intentando buscar una respuesta en las palabras, intentando
inmortalizando mi nombre (un tema que trato en el Abismo Mecánico), o simplemente divirtiéndome para olvidar que en
cualquier momento podemos morir. La muerte es un tema recurrente en mis
escritos y estoy seguro de que lo seguirá siendo.
¿Qué esperas que
encuentren los lectores en Horror Vacui?
Fundamentalmente entretenimiento. Yo creo que una novela o
película debe entretener. Me he tragado demasiadas obras pseudointelectuales y
mortalmente aburridas para saber de la importancia del entretenimiento. Que
además no está reñido con las capas de lectura y las tramas secundarias en las
que se expongan ideas profundas. No hace falta jugar al ajedrez con la muerte
para hablar de la muerte.
Pero además de que pasen
un rato ameno, busco que reflexionen, que quieran volverlo a leer para
encontrar lo que se les ha escapado en una primera lectura. Si consiguiese que tan solo se planteasen hacerlo, me daría
por satisfecho.
¿Qué nuevos proyectos
literarios tienes en mente?
Hace poco terminé una novela corta de ciencia ficción lingüística.
Es un subgénero poco prolífico y la mayoría basada en la hipótesis Sapir-Whorf.
Intento hablar de los problemas de traducción de una niña con un extraterrestre
y... bueno, espero poder pronto decir algo más de ella.
Y ahora mismo estoy
escribiendo una novela de fantasía urbana. Un juego de engaños entre un mortal
y el diablo, una lucha de inteligencias y egos con Barcelona como testigo.
Tengo muchas ganas de terminarla.
¿Te gustaría añadir
algo antes de terminar con esta entrevista?
Que estoy encantado de que me hayas entrevistado y que espero
que haya picado la curiosidad a tus lectores para que me lean. Muchas gracias.
Muchas gracias a
ti, Javier, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Espero que
Horror Vacui te abra muchas puertas y que pronto todos los lectores de ciencia
ficción conozcan tu obra.
Y a vosotros,
amigos lectores, muchas gracias por estar al otro lado una vez más. Feliz día y
felices lecturas.
Cristina
Monteoliva