Dicen que el que
espera, se desespera. Y es que a veces, y si bien la esperanza sea lo último
que se pierde, sabemos que aunque las cosas acaben bien, algo irrecuperable se
irá por el camino. De esto y mucho más va Esa
espera que lo envenena todo, la nueva antología de relatos de Maite Núñez
de la que hablaremos a continuación.
San
Cayetano es un lugar ficticio en el imaginario de Maite Núñez, tan recurrente
en su literatura que a sus lectores casi nos parece un lugar real. Si bien en
sus anteriores libros este espacio se manifestaba como un barrio, en Esa espera que lo envenena todo se ha
convertido en toda una pequeña localidad, con su parte alta, su parte baja, sus
zonas residenciales y las comerciales. Aquí viven padres angustiados por la
salud de su hijo, chicas que pasan mucho tiempo solas y temen que su situación
vaya a peor, mujeres que saben que pronto quedarán huérfanas, chicos
conflictivos, madres que temen lo que dirá un informe médico, mujeres que
anhelan ser madres, matrimonios en crisis, maridos infieles, padres que se
niegan a aceptar que lo peor está por llegar, exmaridos que recuerdan a sus
exmujeres y hombres que se hacen pasar por vendedores de inmobiliaria.
Este
libro puede leerse como la etiqueta que le precede, antología de relatos, o
como novela fragmentaria, ya que en realidad lo que nos ofrece son las vidas entrecruzadas
de sus personajes, episodios en los que vemos a unos en un estado (de espera)
para luego descubrirlos en otro (donde ya no esperan nada de la vida), etc.
Maite
Núñez no solo se esfuerza como nunca en ofrecer una prosa rica en símiles y
metáforas imaginativos, sino también en hacernos sentir tanta ternura por sus
personajes como desesperanza. Porque, me temo, que la mayoría de las esperas de
las que habla este libro no acaban como nos gustaría. O sea, que acaban como
muchas veces la vida misma.
Esta espera que lo envenena todo,
en definitiva, es un libro rico en matices que nos invita a reflexionar sobre
el mundo en el que vivimos, lo que esperamos de la vida y en cómo afrontar las
malas noticias. Sobre todo este último. La buena es que puedes conseguirlo ya
en librerías. Desde aquí, te invitamos a hacerlo.
Cristina Monteoliva