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viernes, 10 de noviembre de 2023

Entrevista: MARÍA IGLESIAS.

 Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

volvemos con nuestra sección de entrevistas, esta vez con la que nos ha concedido la periodista y escritora María Iglesias.

María Iglesias trabaja como articulista de elDiario.es y como redactora especializada en política internacional, migraciones y derechos humanos. Ha sido analista de actualidad en Canal Sur Radio y antes trabajó para Público, la SER, EFE, Canal Sur TV, Jot Down, Paramount Comedy Channel, Diario de Sevilla y el canal de televisión franco-alemán ARTE. En 2016, recibió el XXV Premio de Comunicación de la Asociación de la Prensa de Sevilla y fue coautora tanto de la campaña de concienciación Acojamos a los refugiados ¡Ya!, como del documental Contramarea, sobre la emergencia humanitaria en el Egeo, premiado por la Cruz Roja y la ONCE. Como autora, ha publicado las novelas: El granado de Lesbos (Galaxia Gutenberg, 2019), Lazos de humo (Planeta, 2011) y Horizonte (Edhasa, 2023). Además, con Plata (2019), fue reconocida con el VII Premio Francisco Ayala de Narrativa. Por otra parte, junto a la artista Irene Mala, creó el álbum ilustrado Vaho (Maclein y Parker, 2018), y ha participado también en libros colectivos, como El ADN de la Memoria, sobre la represión franquista, y Comunicación y desarrollo en la sociedad global de la información. Imparte talleres de especialización sobre periodismo digital en Campus Universitario EUSA Sevilla, presenta y modera debates y conferencias y coopera como asesora académica con el Festival Internacional de Cine y Memoria Común de Nador (Marruecos).

Dicho esto, ¡vamos con la entrevista!:

¿Qué fue primero: tu pasión por el periodismo o por la literatura?  

Lo primero fue la pasión lectora. De niña, bastante pequeña, disfrutaba con álbumes ilustrados como Soy un árbol, Rosa Caramelo o El bosque mágico inolvidables y que conservo o he recuperado. Mucho después, al ir a entrar a la facultad, elegí Periodismo porque quería escribir y me parecía una carrera más enfocada a la práctica de la escritura que Filología. Aunque también es verdad que tenía en la cabeza cierta mistificación del trabajo de periodista y reportero. Luego, tanto escribir novelas como textos periodísticos (artículos, entrevistas, crónicas, reportajes…) me llena. Son dimensiones de una misma tarea, comunicativa, que me hace sentir realizada. Y se retroalimentan. Para mí están íntimamente conectadas y no separadas por ninguna frontera.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Guardo en mí muchos recuerdos, huellas e influencias de lecturas claves. Desde aquellos álbumes ilustrados de mi infancia a lecturas muy tempranas como La historia interminable. Luego, ya en mi juventud me marcaron El perfume de Patrick Süskind, toda Virginia Woolf en especial el Orlando, Una habitación propia o Tres guineas, Emilie Brontë y su Cumbres borrascosas, Annie Ernaux con su Pura Pasión o Margarite Duras y el Marinero de Gibraltar. Más adelante vinieron Mario Vargas Llosa sobre todo Conversación en la Catedral y La fiesta del Chivo, Ian MacEwan y su Expiación, Agota Kristof y su Claus y Lucas. Y, en fecha más reciente, Emmanuel Carrère en especial Una novela rusa, Leila Slimani y su Canción Dulce, la autobiografía de Malcolm X contada por Alex Haley, Condiciones nerviosas de Tsitsi Dangarembga o Desierto sonoro de Valeria Luiselli. No es ninguna lista cerrada. Releo lo que he escrito y veo que me he dejado atrás a Stefan Zweig, a Maryse Condé, Jean Rhys, el Frankenstein de Mary Shelley o el Quijote que da hasta apuro citar pero que he disfrutado mucho desde la primera vez que lo leí, en el instituto. 

©Santi Burgos.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?  

Arado torcido de Itamar Vieira Junio, la perturbadora y lírica historia, que recomiendo vivamente, de dos hermanas traumáticamente unidas por las consecuencias de un terrible accidente infantil y por su destino de braceras desposeídas en una hacienda brasileña como descendientes de esclavos africanos.

¿Dónde encuentras la inspiración?

En la vida: en lo que vivo en mi esfera personal y en mi vivir social, como mujer dentro de la comunidad de mi tiempo, en lo que sueño dormida o despierta. Cualquier hecho, persona, encuentro, reflexión o sentimiento es potencialmente inspirador. Nunca elijo qué me inspira, más bien algo/alguien llama tanto mi atención, me atrapa de tal modo que se encarna en una imagen o una serie de ellas y no puedo quitármelo de la cabeza, necesito pensarlo y escribirlo, darle forma, expresarlo y compartirlo. Es un proceso que ocurre de forma muy natural, orgánica. En cualquier instante y lugar. A menudo trabajando en el escritorio, pero con frecuencia también de improviso obligándome a salir corriendo a buscar la libreta y anotarlo.

¿Cómo surgió la idea de escribir Horizonte?  

Para mí Horizonte nace y se asienta sobre dos pilares. El primero fue la entrevista que hice en noviembre de 2018 por encargo de la revista en papel de elDiario.es a Sani Ladan, joven inmigrante camerunés entonces estudiante de segundo de Relaciones Internacionales quien me habló de una nueva juventud africana decidida a dar el definitivo pulso de igualdad a Europa. Yo imaginé ese pulso como dos brazos, uno negro y otro blanco, formando un puente sobre el Estrecho de Gibraltar. Y me pareció un símbolo muy sugerente, muy potente de la necesidad urgente que tenemos de trenzar puentes de empatía, puentes humanos entre la población de ambos continentes.

Horizonte habla, entre otros muchos temas, de la construcción de un puente entre Europa y África. ¿Te has basado en una noticia real para ello?   

El segundo pilar de mi novela es, en efecto, mi descubrimiento de que, desde la Transición, existe un proyecto de puente o túnel entre España y Marruecos, entre Europa y África. Este proyecto real, desarrollado por la sociedad SECEGSA que depende del Ministerio de Transportes, cuenta con una elegante sede en Madrid, con personal, altos cargos, presupuesto millonario y, según noticias recientes, podría experimentar un impulso gracias al Mundial de fútbol 2030 cuya sede compartirán España, Marruecos y Portugal. En la novela el protagonista, Ketu Simo, descubre este proyecto que lleva hibernando 40 años, y lo transforma para impulsar un nuevo contrato social África-Europa basado en la igualdad.  

¿Quién es Ketu Simo, uno de los protagonistas de esta historia?  

Ketu es un joven camerunés que, como Sani Ladan en quien está inspirado, deja atrás su Duala natal frustrado porque le roban una beca a Quebec para dársela al hijo de un alto funcionario y que tras sobrevivir al Boko Haran en un camión de tomates, al Sáhara donde muere un compañero, al mar al nadar entre Fnideq (Marruecos) y Ceuta, al CIE de Tarifa y los invernaderos almerienses retoma sus estudios. Entonces descubre el proyecto puente y en torno a él lidera un movimiento de emancipación africana llamado a cambiar la historia para siempre.

¿Y Carmen? ¿Qué puedes contarnos de ella?

Carmen Barea es una activista tarifeña que trabaja ayudando a los inmigrantes, inspirada en Ana Rosado quien es investigadora de migraciones en frontera sur de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. En la novela Carmen Barea conoce a Ketu y ve en su proyecto de puente y en su carismático liderazgo una esperanza para cambiar la deriva de décadas de muerte de los migrantes náufragos en el Estrecho. Y por eso, mientras ella recobra el vínculo con el desaparecido padre de su hijo, se entrega a promover el mayor apoyo posible para el puente desde esta orilla europea.  

©Edhasa.

¿Te has encontrado en el mundo real a muchas personas como Ayo?  

Ayo Sanogo, joven inmigrante marfileña y la mejor amiga de Ketu, es a la vez un personaje extraordinario y, por otro lado, un perfil de inmigrante que probablemente nos es más cercano no solo a mí, a todos: la migrante cuidadora de niños o ancianos, con unas condiciones de abuso y explotación que, en su caso, irán a peor hasta obligarla a afrontar un desafío vital espectacular.

¿Crees que en literatura vende menos hablar de migración y derechos humanos que de otros temas?  

Algo frustrante de lo que a menudo hablamos los periodistas de migración es el hecho de que nuestros lectores, oyentes o espectadores se anestesien ante el sufrimiento y muertes de los migrantes. Pero pienso que eso ocurre por una lógica reacción de autoprotección. Como los medios solo solemos mostrar las consecuencias de la migración, las llegadas de pateras, sin explicar las causas, parecen tragedias inevitables ante las que uno se siente impotente. Algo parecido a lo que pasa con la catástrofe climática.

Horizonte plantea algo distinto. En ella la nueva juventud africana, encarnada en sus protagonistas, abre una partida de ajedrez, un juego de estrategia para liberarse del expolio europeo, del neocolonialismo y las y los lectores son llamados a tomar partido, a posicionarse sobre qué futuro construir. Y la estupenda acogida que la novela ha tenido desde el primer momento de su publicación en septiembre evidencia que este enfoque es atractivo para mucha gente.

¿Qué esperas que encuentren los lectores en Horizonte?

Una historia que les atrape y emocione. Para mí escribirla ha sido un viaje de desconstrucción de falsas ideas, de prejuicios y miedos hacia lo africano gracias al cual he podido luego viajar físicamente no solo al Marruecos más cercano sino también al de interior, en la subyugadora región del Atlas, y a Senegal, como primeros pasos para adentrarme más. Ojalá su lectura y los viajes que contiene, a Camerún, Sudáfrica o Sudán se convierta en sí misma en un puente a África para quien lee, en una vivencia que amplíe los horizontes mentales.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Ahora que he publicado y comparto Horizonte, mi tercera novela tras Lazos de humo y El granado de Lesbos es la primera vez en mi carrera que tengo claro un proyecto que emprenderé después. No necesariamente el inmediato siguiente, ya veremos, es pronto para saberlo porque creo que es muy positivo, fundamental, darse tiempo de vivir, reflexionar, pensar, de dejarse inspirar, sin aturullamiento. Pero sí que hay ya unos personajes, un espacio-tiempo, un conflicto, unos dilemas, imágenes, sonidos, olores que me rondan y obsesionan y eso, por mi experiencia previa, es lo que me lleva a sentarme y escribir novelas.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Sí, que estoy absolutamente segura de que igual que hoy nos resulta incomprensible que hasta que en 1955 Rosa Parks se negó a ceder su asiento los negros fueran relegados a las filas de atrás de los autobuses de EEUU, pronto no le cabrá a nadie en la cabeza que aún en 2023 Europa y Occidente mantengan a los africanos en su continente como enjaulados cobrándoles dinerales por tramitaciones de visados que luego les denegamos por sistema mientras nosotros, que expoliamos sus riquezas, viajamos a sus países con plena libertad solo por ser occidentales, europeos, blancos. Esta injusticia es la que, a través de una trama coral y de aventura, se desenmascara en Horizonte.

Muchas gracias, María, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Ojalá tu obra llegue a un gran número de lectores.

Y a vosotros, amigos de las letras, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva