Aunque la globalización
tiene sus aspectos negativos, hay otros que, sin duda, nos favorecen, al menos
culturalmente. Me refiero a la posibilidad que tenemos de acceder a obras de
autores de todos los puntos de mundo. Escritores con puntos de vista muy interesantes
precisamente de la actualidad, como nos demuestra, por ejemplo, la autora
japonesa Yukiko Motoya en el libro Selección
automática. Si quieres saber más sobre este volumen que consta de dos
novelas cortas, no tienes más que seguir leyendo esta reseña.
El
libro se llama Selección automática,
pero en realidad contiene dos novelas cortas: la homónima y otra titulada Mis eventos.
En
Selección automática nos encontramos
con una madre que vive feliz conectada a las nuevas tecnologías a través de
chips implantados en su cuerpo. Esta madre, Oshiko, tendrá contacto con otra
del colegio de sus hijas. La segunda, reticente a delegar hasta las actividades
más básicas en los aparatos modernos, hará que nuestra protagonista se plantee
el sentido de su existencia. La cuestión es: ¿cuál de las dos adoptará el
estilo de vida de la otra?
Vivimos
en un mundo en el que la tecnología ocupa cada vez más espacio. Los chips, los
ordenadores, las inteligencias artificiales… Todo parece facilitarnos la existencia.
El día en el que las máquinas controlen del todo nuestras sociedades está cada
vez más cerca. ¿Hasta qué punto, sin embargo, estaríamos dispuestos en delegar
en las máquinas? ¿No dejaríamos entonces de ser humanos? ¿Qué sentido tendría
vivir?
En
Selección automática nos encontramos
con dos tipos de mujeres: una dispuesta a dejarse llevar por la tecnología y otra
que recela de las máquinas. La que vive conectada a la tecnología está en
sintonía con la sociedad del momento, mientras que la otra, es la rebelde, la
distinta. La interacción entre ambas nos hará reflexionar sobre nuestra propia
existencia actual. ¿Hasta dónde vamos a llegar con nuestra dependencia a la
tecnología?
En
Mis eventos, por otro lado, nos
situamos en un lugar en el que está a punto de llegar un gran tifón. La lluvia
no para de caer, los ríos están a punto de desbordarse. Katsuyuki, el
protagonista, está tranquilo porque vive con su familia en lo más alto de un
gran edificio. Sin embargo, no estarán solos pues su mujer decide invitar a
quedarse con ellos a los vecinos, lo que hace que la desconfianza crezca en el
padre de familia.
Katsuyuki
es un hombre precavido. Él sabe que algún día llegará la catástrofe natural que
ponga en peligro a las gentes del lugar, por eso se ha preparado. Aunque, ¿y si
no lo hubiera hecho del todo? ¿Y si hay cosas que no ha previsto?
Mis eventos
nos habla de dos grandes temas: las crecientes catástrofes naturales que hacen
que peligre la vida de millones de personas en el mundo diariamente, y la
desconfianza creciente con la que vivimos. Una desconfianza hacia el prójimo que
antes no era tal pues estábamos más unidos los unos a los otros. La cuestión
es: ¿tiene razón de ser esta desconfianza?
Hay
novelas largas de las que salimos como si nada y otras en las que aprendemos un
sinfín. Podríamos decir que esto es lo que sucede con Selección automática y Mis
eventos, estas historias de ritmo pausado, aunque cargadas de contenido,
especialmente pensadas para que el lector, cuando salga de ellas, se dedique a
plantearse su propia existencia. ¿Necesitamos más obras como esta? Desde luego
que sí. Pero, por lo pronto, ¿por qué no os decidía por este? Selección automática: un gran libro.