Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras,
hoy
vamos a darnos un paseo por la Historia con nuestra entrevistada, Carmen Sánchez-Risco.
Carmen
Sánchez-Risco es
licenciada en Geografía e Historia,
especialidad Arqueología, por la Universidad de Extremadura. Ha
trabajado para cadenas nacionales y
autonómicas (TPA, CM TV, TeleMadrid, Canal Extremadura, Cuatro, Antena 3,
AMC Networks, The History Channel, La Sexta) como presentadora, guionista y directora. Centrada en la divulgación histórica como contenido audiovisual, compagina su
trabajo como comunicadora con el desarrollo de formatos, investigación y asesoría histórica en
ficción y entretenimiento, así como la dirección y producción de documentales
históricos. Desde 2013 está inmersa en el desarrollo de un proyecto sobre el clan Pizarro que incluye una
serie de ficción y un documental. Ha publicado la novela La primera mestiza.
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
Creo que desde niña me ha gustado
escribir, y creo que mi madre ha jugado un papel fundamental en ese sentido,
siendo quien nos hablaba del poder terapéutico de la escritura, digamos que
escribir era la forma de darle salida al torbellino de ideas y emociones que
uno vive.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Muchas, volviendo a la infancia,
he sido una lectora voraz desde que aprendí a descifrar el enigma de las
letras, también comencé a tener mis autores de cabecera, como Ana María Matute,
para mí El saltamontes verde era una
obra maestra.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
He vuelto a uno de mis libros
favoritos, por la reciente muerte de su autor del que he leído todo, Milán
Kundera, La insoportable levedad del ser es
un libro al que regreso cada cierto tiempo, me fascinó la primera vez que lo
leí con 15 años, y siempre encuentro algo que me conmueve en sus páginas, algo
nuevo que conecta con mi momento presente, un pensamiento, una frase en la que
no había reparado y que resuena de repente, a pesar de haberlo leído tantas
veces siempre me regala nuevas reflexiones.
También me
pasa esto con Madame Bovary, de
Flaubert, que me parece una obra maestra y regreso a ella de vez en cuando.
Confesión: tengo los dos libros subrayados con mil colores y llenos de
anotaciones, es una manía, que por cierto evita la perdida de libros, hace que
nadie me los pida prestados.
¿Cómo
compaginas la escritura con tus otros compromisos profesionales?
Haciendo encaje de bolillos,
robándole horas al tiempo de asueto, de descanso, buscando esos momentos para
sentarme a escribir, momentos largos, porque es cierto que cuesta mucho entrar
en la atmosfera, entregarte a la historia si tienes interrupciones, yo necesito
estar muy concentrada, sin ningún quehacer por delante durante horas, sin
teléfono, sin visitas, solas la historia y yo. Durante la escritura de la Primera Mestiza sentía que estaba
viviendo dos vidas: la del personaje y la mía que comenzaba cuando cerraba el
ordenador, aunque sin desprenderme del todo de la de la mestiza.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
Cuando estás escribiendo creo que
hay un momento en el que todo: tu mente, tu escucha se pone al servicio de la
historia, es como si te convirtieras en una esponja, el proceso creativo hace
que dentro de ti todo se mueva en esa dirección, es entonces cuando una frase escuchada
en la calle, una canción, una noticia leída en el periódico obra la magia de
ser revelador y darte la idea que estabas buscando, las musas están en todas
partes, pero solo se manifiestan cuando tú estás conectado.
¿Cuándo
comienza tu fascinación por Pizarro y su clan?
Realmente, como historiadora, el descubrimiento de América para el mundo occidental, la llegada de Cristóbal Colón a un vasto continente desconocido hasta entonces por los europeos, me parece un hito histórico sin precedentes y sin lugar a dudas el más relevante de la historia, luego imagino que el hecho de ser de Trujillo hizo que tuviera muy de cerca la memoria de un buen número de aquellos hombres que se atrevieron a cruzar el mar tenebroso y alcanzar la otra orilla. Es curioso que Francisco Pizarro, pese a ser quien detenta el lugar principal me llevó hasta su hija, y también es curioso que el personaje masculino que me fascinó, después de la mestiza, fue Gonzalo Pizarro, creo que es un personaje lleno de aristas y poco conocido, que merece un estudio detenido.
© Diego J. Casillas.
¿Cuánto
tiempo te has tenido que estar documentando antes de emprender la escritura de La primera mestiza?
Mucho tiempo, me metí de lleno en
2013, y cuanto más avanzaba más dudas me surgían, había vacíos importantes y
también momentos en los que la documentación no cuadraba, las fechas bailaban y
los datos no concordaban, tuve que buscar
a Francisca siempre reseñada como hija de, esposa de… los únicos documentos
personales son sus testamentos, hizo tres a lo largo de su vida, me bebí a los
cronistas de indias, que tampoco se ponen de acuerdo en su relato, y me dieron
pistas las actas judiciales para recomponer algunos momentos complicados de su
historia. Es asombroso el giro sorprendente de los acontecimientos que la
rodearon, a ella y a Gonzalo Pizarro. También la evolución del clan, y del
ansiado linaje, de la descendencia.
¿Qué
vamos a encontrar en La primera mestiza?
Una mirada a los hechos convulsos
de la historia de España y el sur de América, de los dos mundos, desde la
perspectiva de una mujer que vivió en primera persona los acontecimientos que
forjaron lo que fue aquel encuentro. La
primera mestiza es un viaje, provisto de una gran carga de sentimientos,
que abarca muchos aspectos, la brutalidad, la traición y la lealtad, los
conflictos políticos pero también personales y sociales, el desarraigo y la
búsqueda de identidad, el derribo de verdades irrefutables hasta entonces, las
creencias, la fe y la superstición, la privanza de libertad, las prisiones del
espíritu, la grandeza de lo cotidiano, pero por encima de todo, es una historia
sobre la fiereza y la determinación del amor.
¿Quién
fue esa primera mestiza en realidad?
Una mujer fascinante, fuerte, forjada en el estruendo de la guerra, en la extrañeza que su condición comportaba ante el resto. A Francisca le tocó asumir esa identidad que se iba creando en un siglo XVI en el que de repente el mundo creció sin dar tiempo a acostumbrarse a esa nueva realidad. La suya es una historia de dignidad, fortaleza y pundonor, de compromiso con sus dos almas, donde la fraternidad entre mujeres, la sororidad está presente de principio a fin, tal y como lo estuvo en su vida. Una mujer que tuvo que aprender a vivir asumiendo las perdidas más brutales a lo largo de su existencia, que se vio convertida en el eje de una implacable lucha de poder.
©
Carmen Sánchez-Risco.
¿Piensas
escribir más novelas sobre el clan de los Pizarro?
Todavía no he tomado una decisión
sobre esto, aunque ciertamente, los acontecimientos posteriores a la generación
de Francisca son realmente apasionantes y también el abanico de personajes que
la rodearon, mujeres muy desconocidas, y que tejieron las bases del tejido
social, cultural y hasta económico en los dos mundos, y cuya labor aún pervive
en la América española.
Por
cierto, ¿qué tiene que tener para ti una buena novela histórica?
Debe atraparme, agarrarme el
corazón y la atención, mantenerme sumergida, enganchada y colocarme
literalmente en el momento histórico donde se desarrolla, hasta el punto que lo
cotidiano de ese contexto se convierta en algo familiar, de ahí que me seduzca
tanto saber qué comían, cómo enfrentaban el día a día, cómo se vivía la
intimidad o qué compartían las gentes de aquel momento, Me atrae especialmente
que una novela tenga los visos de un viaje, al que llegas de un modo y regresas
de otro, debe hacerme crecer, y también reflexionar, permitirme asomarme al
alma de los personajes, tengo que verlos, olerlos, sentirlos, sentirme uno más
en el mundo creado por el autor, ser el que observa o escucha, y pasearlo con
libertad.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
De momento, estoy con la promoción
de la novela, cerrando presentaciones, pendiente del estreno de un programa de
Historia con Boris Izaguirre en tv, y voy con calma sopesando varios personajes
femeninos que me seducen mucho y que han sido borrados por el viento de la
Historia, es asombroso que la riqueza enorme de personajes y hechos históricos
que atesoramos no vean la luz, por eso estoy trabajando también en un formato
audiovisual centrado en esto, ojala plataformas y televisiones adquieran un
compromiso real y firme con la divulgación histórica y cultural, para desmontar
mitos y creencias que siguen muy arraigados socialmente, y que tienen escasa
base documental e historiográfica.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Una de las cosas más
reconfortantes durante el proceso de investigación y escritura ha sido poder
visitar y recorrer los lugares donde el personaje pasó partes de su vida,
algunos están todavía en pie, especialmente en España: en Trujillo, Conquista
de la Sierra, en Extremadura, en Medina del Campo, en Valladolid, me parece muy
enriquecedor para los lectores de La
Primera Mestiza que puedan visitar esos lugares, esos escenarios y
edificios haciendo un recorrido por la España del XVI que contempló la mestiza,
es algo que está incluido en la novela, en los anexos y que estoy segura los
lectores van a disfrutar. De hecho, algunas presentaciones de la novela, se van
a celebrar en esos lugares.
Muchas
gracias, Carmen, por tu tiempo, tus
respuestas y tus fotos personales. Y mucha suerte con todos tus proyectos.
Y
a vosotros, amigos lectores, muchas
gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva