La mayoría de nosotros
seríamos capaces de hacer cualquier cosa por salvar la vida de un ser querido.
Hoy en día, muchos males tienen sanación. Hace tan solo un siglo o siglo y
medio, todo era más complicado; las soluciones, mucho más imaginativas, pienso
tras la lectura de la novela de Chus Sánchez ganadora del VII Certamen de
Fantasía, Terror y Ciencia Ficción de Malas Artes titulada La historia que jamás deseé escribir. Si quieres saber por qué has
de decidirte por esta obra, no tienes más que seguir leyendo esta reseña.
Año
1934, Alcoy (Alicante). El agente de policía Juan Navarro desaparece en
extrañas circunstancias. El misterio no se desvanece del todo cuando su cuerpo
sin vida es por fin hallado: Navarro porta con él un inquietante escrito, una
suerte de diario que podría explicar los extraños sucesos que están teniendo
lugar en el entorno de la Sierra Mariola. Este diario habría sido escrito
décadas atrás por una mujer acomodada de nombre Elvira. Elvira estaría casada
con un tal Arturo. La felicidad del matrimonio se vería truncada por la
tuberculosis de él. Empeñados en vencer a la muerte, ambos se embarcarían en un
viaje de no retorno hacia lo desconocido. ¿Acabarían encontrando la cura para
el mal de Arturo? Pero, ¿a qué costo?
Esta
es la historia de Elvira y Arturo, un matrimonio de la alta sociedad alicantina
destinado a amarse hasta el fin de sus días. Los sucesos terribles se han ido
encadenando uno tras otro en sus vidas, lo que les ha llevado a tener que
exiliarse en una casa de Sierra Mariola. Mientras esperan un milagro, Elvira
escribe su historia para su marido.
La
historia de amor de Elvira y Arturo comienza en la infancia de ambos. Contra viento
y marea, los jóvenes acaban casándose. Pronto, sin embargo, llega la enfermedad
de él. Los médicos son claros: la enfermedad es mortal y a Arturo no le queda
mucho tiempo. La pareja deberá entonces decidir entre asumir el diagnóstico de
los galenos o tomar cartas en el asunto. Por supuesto, se decantan por lo
segundo, lo que les llevará a viajar hasta Inglaterra. Después, Elvira y un
acompañante irán a Egipto. ¿Por qué? Si habéis leído la sinopsis oficial,
sabréis que el remedio tiene que ver con algo que allí se halla. Un remedio tan
ancestral como peligroso: una verdadera maldición.
El
libro se divide en dos partes bien diferenciadas: el diario de Elvira, escrito
con tanto detalle como pasión; y las distintas cartas que suscitan el misterio
de la muerte de Juan Navarro. Si bien el terror se intuye en toda la obra, será
mediada la narración de Elvira y a través de las cartas cuando el lector sienta
mayor inquietud.
De
entre todos los personajes, la que siempre destaca es Elvira. Elvira es una
mujer fuerte, adelantada a su tiempo, que hará todo lo que pueda por salvar al
amor de su vida. Aunque eso le cueste la vida a ella misma.
La historia que jamás deseé escribir,
sinceramente, es una obra que me ha sabido a poco. Y es que si bien el diario
de Elvira me ha parecido lo suficientemente extenso y detallado, la última
parte del libro, dedicada a las cartas, me ha dejado con ganas de saber mucho
más. Es por ello que animo desde aquí a la autora a escribir una segunda y
terrorífica parte en la que los lectores nos podamos adentrar más en la
historia de Juan Navarro y los personajes que le rodean. Mientras tanto, espero
que vosotros, amigos lectores, disfrutéis tanto como yo de esta intensa, original
y, por supuesto, terrorífica obra.
Cristina Monteoliva