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jueves, 2 de marzo de 2023

Reseña: LA NAVE DE LOS LOCOS, de Cristina Peri Rossi

 

Editorial Menoscuarto ha reeditado La nave de los locos, un libro que se publicó por primera vez en 1984. Considerada como una de las obras más importantes del Postboom Latinoamericano es, sin duda, una obra trascendental en la  trayectoria de Cristina Peri Rosi, su autora. Se trata de un texto fragmentado sin transiciones entre capítulos. El lector deambula de una historia a otra, encontrando intercaladas entre los capítulos descripciones de diferentes fragmentos del Tapiz de la Creación que se encuentra en la Catedral de Girona. La trama se complica al superponer diferentes líneas narrativas. Podríamos decir que es un texto experimental que se plasma en una especie de cubismo literario.

         Su protagonista es Equis, el arquetipo del sujeto errante. Equis es la incógnita, lo desconocido. Es una novela coral en la que aparecen otros muchos personajes como Vercingetorix, Graciela, Morris, Gordon… además de las diferentes personas, muchas veces sin nombre, que se cruzan con el protagonista y con las que también interacciona.

Los primeros capítulos se desarrollan a bordo de un barco. Entre los diferentes simbolismos que pueblan esta obra plagada de intertextualidades, el agua del mar por el que navega esta embarcación nos remitiría al caos primordial en el que se sustenta la creación. El libro nos lleva a reflexionar sobre la condición humana, más concretamente sobre el individuo errante. El extranjero no nace, se hace; es un estatus que se adquiere, muchas veces, no por voluntad propia. Hablamos entonces del exilio, uno de los ejes vertebradores del libro de Peri Rosi. También versa sobre las causas de esos exilios, casi siempre de índole política, sobre las dictaduras y las desapariciones forzadas.

         Se hace patente que la vida emocional del exiliado es inestable, que desarrolla una peculiar hipersensibilidad. Inspirándose en su propio exilio, Peri Rosi describe la tensión del individuo frente al espacio que habita y que no es el suyo de origen; un espacio físico pero también mental. Además de ser un periplo vital, se trata de un viaje físico, sin embargo, en la narración apenas aparecen un par de nombres de ciudades; tal vez porque la historia podría ocurrir en cualquier lugar, en todos los lugares. La autora también reflexiona sobre el deseo, uno de los anhelos intrínsecos al individuo; más concretamente sobre el deseo sexual y el erotismo. Desde una mirada feminista y de exiliada política Peri Rosi teje una trama compleja y de gran profundidad. Especialmente impactante es el episodio del autocar que viaja a Londres cargado de mujeres que van hasta allí a abortar. La crudeza con que relata la forma en que se hace de ello un negocio conmueve. En definitiva, no es una novela al uso, tampoco resulta fácil de leer, pero el esfuerzo merece la pena.

María Dolores García Pastor