Queridos
amigos lectores de La
Orilla de las Letras,
Volvemos
a la carga con nuestra sección de entrevistas, esta vez con la que nos ha
concedido la autora Patricia Reimóndez.
Patricia Reimóndez Prieto
(Ponferrada. 1978) estudió postproducción
audiovisual en la Escuela de Cine de
Ponferrada. Desde entonces ha trabajado en varios documentales, como La luz oculta y Los ojos de la guerra, y ha codirigido uno propio: Perdices. Sus primeros relatos fueron
publicados en las revistas Argonautas
y Alfa Eridiani; en la I Antología Argonautas de la editorial
Argonautas; en las antologías de la Asociación de Castilla y León de
Fantasía, Ciencia Ficción y Terror Kalpa
V: Relatos de naves nodrizas en Castilla y León y Cylcon I: Forastero en tierra extraña. Ha autopublicado el relato
de ciencia ficción Error 404,
disponible en Lektu. En su blog, deprincesasymeigas.com, escribe sobre cine,
series, libros y videojuegos. De vez en cuando, también publica relatos
propios, hasta una novela por entregas entre la fantasía y la ciencia ficción: La maldición. Nía su primera novelette
de fantasía ha sido publicada en marzo de 2022 por LES Editorial.
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
A esta pregunta siempre contesto
con cuándo decidí ponerme a escribir en serio. Y con esto me refiero a cuándo
me propuse aprender a escribir. Fue en el año 2010. Yo de pequeña soñaba con
hacer películas o series, crecí con el cine y la televisión y fue gracias al
séptimo arte que me enamoré de las historias. Estudié en la Escuela de
Cinematografía y Artes Visuales de Ponferrada convencida de convertirme en
guionista, pero al final elegí hacer postproducción. Siendo editora de vídeo trabajé más con historias ajenas que propias y como
una no puede escapar a sus más profundos sueños y deseos, al final la
cuentacuentos que hay en mí encontró una forma de dar rienda suelta a todas las
historias que quería contar y esa fue la literaria.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Más que lecturas yo diría que
historias en general, la mayoría de mis referencias son audiovisuales, como ya
he dicho crecí con la televisión, y dentro de estas historias sin duda alguna
las que más me han influenciado son las que despiertan la imaginación, las que
te hacen soñar con otras realidades posibles y con explorar otros mundos. Para
mí esas son las que se engloban dentro de los géneros fantásticos: la ciencia
ficción, la fantasía y el terror. Soy una apasionada de estos géneros en
cualquiera de sus formatos. No en vano soy una orgullosa socia de la Asociación
de Castilla y León de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, CYLCON para los
amigos.
©Patricia
Reimóndez.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Pues hace poco he terminado dos
obras de ciencia ficción: La luna para
damas de Concepción Regueiro Digón, que está ambientada en la España de los
últimos días de la república y que para mí evoca a las novelas de Julio Verne y
a la película de Luis Buñel El ángel
exterminador. Y Luna 174 de Clara
Duarte que principalmente es una historia de amor, con un final que a mí me
sorprendió bastante, y que es una delicia cómo está escrita, es una maravilla,
de verdad. Ambas novelas las recomiendo mucho.
Por otro
lado acabo de empezar Batalla por el
olimpo: el torneo, una novela juvenil de ciencia ficción escrita por
Escuadrón 42. Lo único que puedo decir por el momento es que odio mucho a las
cinco personas que la han escrito porque me van a hacer sufrir de lo
lindo.
¿Ha
cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?
Pues la verdad es que no porque
están más condicionados por el hecho de tener tres hijos, con lo que desde hace
años me tengo que adaptar a sus horarios. Así que mis hábitos son aprovechar el
tiempo que me dejan sola o que mi señora esposa me consigue cuando se los lleva
a los tres, siempre con música y chocolate a mano.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
La inspiración para tener la idea
para la próxima historia en cualquier sitio, surge del lugar más inesperado.
Puede salir de un taller de escritura como en los primeros
relatos que escribí, de un recuerdo, de la anécdota que me cuenta una amiga. Puede
surgir de una noticia o una curiosidad científica o de una pregunta tan
sencilla como ¿y si…? Se me puede ocurrir viendo una película o una serie,
leyendo un libro, jugando a un videojuego… Ese tipo de inspiración está en
todas partes, pero la que hace que lleves una historia hasta el final, esa solo
se encuentra en el trabajo constante y en no rendirse nunca aunque a veces no
consigas ni siquiera ponerte frente a la página en blanco.
Tienes
una novela que ofreciste por entrega: La maldición. ¿Te costó mucho el formato? ¿Crees que es
más fácil o más difícil ofrecer una novela por entregas que entera de una vez?
Creo que escribir es difícil sin
más, sea lo que sea, un relato o una novela. Para mí escribir por entregas
comenzó por casualidad. La maldición
solo iba a ser un ejercicio donde contar con dos relatos una historia desde dos
puntos de vista, pero una de las personas que me leía me preguntó cuándo
continuaría y me dije: ¿por qué no? Fue toda una experiencia que me obligó a
cumplir conmigo misma y, sobre todo, con las cuatro o cinco personas que
seguían puntualmente cada entrega. Al final, el resultado, siendo sincera, es
un borrador bastante elaborado que necesita varias revisiones porque al ir
construyendo, no solo la historia, sino también el mundo, en cada nuevo
capítulo ha hecho que La maldición tenga
cierto desequilibrio entre las primeras partes y las últimas y que muchos de
sus elementos o personajes no estén del todo desarrollados. La maldición es una historia que me
gusta mucho y que me he propuesto revisar en un futuro para ampliarla y darle
la consistencia de una novela bien trabajada.
©Patricia
Reimóndez.
Por
cierto, ¿qué puedes contarnos de La
maldición?
La
maldición es la historia de dos ciudades: la ciudad de
luz, Ir Haorot, y la ciudad subterránea, Taht Alardi. La primera es una ciudad
más moderna, más tecnológica que se parece a lo que conocemos y está asentada
en la superficie, mientras que la ciudad subterránea, como se puede deducir, se
ha desarrollado bajo tierra y es un lugar más tradicional que parece congelado
en el tiempo y que se rige por gremios. Esta separación espacial entre ambos
lugares es así porque tienen la creencia de que los habitantes de la otra
ciudad son monstruos y esta es una forma de mantenerse a salvo. En la ciudad de
luz sus habitantes solo viven de día y por las noches se encierran en sus
hogares donde nunca hay oscuridad porque la noche les pertenece a los otros y
creen que les devorará. En la ciudad subterránea la actividad se limita a la
noche porque la tradición dice que el sol les matará y por eso el día solo es
lugar para los otros. Todas estas creencias puede que empiecen a tambalearse
cuando Raina, una niña de siete años, se aventura en los dominios de la ciudad
de luz y queda allí atrapada, algo que también le pasará a Oren, un preadolescente
de doce años, habitante de la ciudad de luz que por hacer una chiquillada acaba
viviendo en la ciudad subterránea. Oren crecerá deseando regresar a su casa,
mientras que Raina solo querrá que se sepa la verdad. Perdón por la parrafada.
¿Qué
ha supuesto para ti publicar Nía?
Pues muchísimas cosas. Trabajar
con excelentes profesionales, desde la ilustradora, Gabriela Rey, que diseñó la
preciosa portada del libro o Bárbara, la editora de LES Editorial, hasta la
correctora, la maquetadora, etc., personas que han tratado con mucho mimo mi
historia y que la han hecho mejor. Conocer a gente de diferentes ciudades y
hasta países que han compartido lo que les ha parecido Nía. Saber que alguna hasta ha madrugado para poder leer la novelette antes de que se despertara su
hijo y que en cuanto la ha terminado lo primero que ha hecho es escribirme
emocionada, es una experiencia increíble. Ir a firmar a Sant Jordi, la feria
del libro de Madrid o de Valladolid. Presentar Nía en mi ciudad natal,
Ponferrada, rodeada de gente que te quiere y te aprecia. Firmar en el Festival
Celsius, por favor, quién me lo iba a decir a mí hace años. Y no me puedo
olvidar de las reseñas que está recibiendo. Ni en mis mejores sueños, la
verdad. Lo que está suponiendo Nía para mí, lo que estoy viviendo gracias a
ella, no lo olvidaré nunca.
¿Quién
o qué es Nía?
Siento no poder contestar a esta pregunta, porque la única manera de averiguarlo es leer el libro.
©Patricia
Reimóndez.
¿Qué
puedes contarnos de tu novela a los que no la hemos leído aún?
Nía
narra la historia de Mara, una joven campesina que vive en una aldea
empobrecida por las constantes guerras y una sequía. La particularidad que
tiene la aldea de Mara respecto a otras es que está asentada cerca de un lugar
mágico: el Bosque de Robles. Este paraje permanece verde mientras todo a su
alrededor perece y sería sencillo adentrarse en él en busca de agua o comida,
pero este lugar está prohibido para los humanos. Lo custodia una dríada, un ser
poderoso e inmortal, que nos odia y cuya leyenda dice que cualquiera que ose
entrar en sus dominios jamás regresará. Mara ha perdido a casi toda su familia
por la guerra y si no hace nada pronto también lo hará la poca que le queda.
Así que coge un saco y un cuchillo y se dirige al bosque para conseguir algo
que llevarse a la boca, dispuesta a morir en el intento antes que volver de
vacío.
Con Nía quería contar una historia cotidiana
que reflejara, dentro de un mundo muy duro que convive con la magia, la vida de
cualquiera, por eso elegí a una persona como Mara cuyo único deseo es disfrutar
de su familia, trabajar en su granja o envejecer. Alguien como yo, como mis
hermanos, como mis amigas o mis vecinos. Una persona que pocas veces es
protagonista, que es el personaje que no se nombra, el que sufre las consecuencias
del gran villano o del dragón cuando destruye su aldea. Y, como toda persona
corriente, hace lo que sea por la gente que quiere. Y quizás también quería conseguir
algo que es mucho más fácil en la ficción que en la realidad: mostrar una forma
de transformar el mundo.
Después
de leer la sinopsis de Nía me pregunto y te pregunto a ti: ¿crees que el mundo
puede tener esperanza?
Ojalá, la verdad, ojalá la haya.
El mundo está lleno de personas maravillosas que se lo merecerían, no solo
lleno, abarrotado, el problema es que este mundo no está en sus manos, al menos
por ahora, quién sabe mañana.
¿Qué
esperas que los lectores encuentren en Nía?
Un cuento mágico como los que nos
maravillaban de niños, algo tan sencillo como eso (o tan complicado). Un cuento
sobre personas como tú o como yo que solo desean una vida más que digna y que,
quizás, esa magia se encuentra en lo más cotidiano. Y que aunque no compartan
el mensaje final de esta historia, al menos les haga reflexionar.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Pues tengo un reto personal que
llevo años queriendo completar: presentarme una vez en la vida al Certamen
Literario de Ciencia Ficción Alberto Magno. Así que ahora mismo
estoy escribiendo un relato con el que me gustaría participar, si puede ser
este año bien, si no, espero llegar para el que viene. Y también me gustaría
encontrarle casa a una novela, un retelling
de cuentos clásicos en clave de humor. Humor un poco loco.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Solo darle las gracias a todas las
personas que han elegido Nía como
lectura, a las que han dedicado parte de su tiempo para hacerle una reseña o
dejar un comentario, a mis compañeros cylconitas por ser tan maravillosos y a mis
amigos y mi familia por su amor y su apoyo incondicional. También quería
agradecerte a ti que hayas pensado en mí para tu espacio literario. Ha sido un
honor y un placer.
El
placer ha sido mutuo. Muchas gracias, Patricia,
por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Espero que el Alberto Magno no se te resista y tu
nueva obra encuentre pronto casa editorial. Mientras tanto, a ver si Nía consigue también muchos lectores.
Y
a vosotros, amigos lectores, como
siempre, muchas gracias por estar al otro lado de la pantalla.
Cristina Monteoliva