La adolescencia, esa
etapa de transición entre la niñez y la edad adulta, se hace extraña
precisamente por los cambios a los que nos vemos abocados. Todo se complica si
de pronto nos damos cuenta de que no encajamos en el entorno. Pero, ¿y si no se
debe solo a la edad? ¿Y si hay algo más? Algo como lo que le sucedió a la
protagonista de Desquiciada, la
novela de autoficción de Juliet Escoria de la que hablaremos a continuación.
Juliet
es una brillante estudiante de catorce años de un instituto de nivel de una
zona acomodada del sur de California. Un buen día, nuestra chica comienza a
experimentar alucinaciones y otras situaciones que la hacen rozar el límite. Tras
un intento de suicidio, los médicos encontrarán un diagnóstico, no así un
tratamiento adecuado para ella. Juliet cambiará de instituto, hará nuevos
amigos, se autolesionará y experimentará con las drogas. ¿Hasta dónde será
capaz de llegar hasta encontrarse a gusto consigo misma y con la sociedad?
Juliet
era una adolescente cuando le diagnosticaron un trastorno psiquiátrico serio. La
edad y la enfermedad hicieron que viviera su adolescencia de una forma
diferente, al límite. En esta novela de autoficción, su autora se abre en canal
para contarnos cómo fue la peor época de su vida. Lo hace de forma cruda y
directa: no hay detalle, por escabroso que sea, que quede fuera de la
narración. También lo hace con sensibilidad, de tal forma que es imposible no
empatizar con esa joven inteligente que no se halla en el mundo.
Todo
el mundo cree que tiene algo que contar. De esta manera, a menudo nos
encontramos obras de autoficción que no dicen gran cosa. Otras, como Desquiciada, se hacen totalmente
necesarias para entender los fallos del sistema a la hora de tratar ciertas enfermedades,
lo poco que la sociedad entiende lo diferente, la desubicación que ciertos
enfermos sufren, lo dura que es la adolescencia cuando se tiene una enfermedad
de este tipo y cómo, en general, viven las personas marginales.
Desquiciada
es, en definitiva, una obra que aporta una buena dosis de verdad sobre un tema
tan complicado como la enfermedad mental, en general, y en la adolescencia, en
particular. Un libro íntimo, sincero, desgarrador y, sobre todo,
imprescindible. Y tú, ¿a qué esperas para conocer las luces y las sombras de la
joven Juliet?
Cristina Monteoliva