Emilia Pardo Bazán fue una mujer
extraordinaria, adelantada a su época. Introductora de la corriente Naturalista
en España, se ha convertido en una figura clave de la literatura de nuestro
país. Presentó tres veces su candidatura a la Real Academia Española y siempre
fue rechazada, precisamente por el hecho de ser mujer ya que sus méritos eran
más que evidentes. También sufrió discriminación en el ámbito académico de
parte tanto de profesores como de alumnos por este hecho. Su actitud valiente y
sincera ante infinidad de temas políticos, sociales, religiosos o morales hace
que, aún hoy, algunos la consideren demasiado atrevida e incluso reaccionaria.
En
cuanto a sus aportes al feminismo, podemos decir que fueron excepcionales,
tanto a través de su obra literaria como en numerosas conferencias o ponencias
sobre el tema. Fue una precursora de este movimiento en España. Se la define
como una feminista inquieta, activa y combativa que abogaba por la igualdad
entre hombre y mujer. “Yo soy una radical feminista. Creo que todos los
derechos que tiene el hombre debe tenerlos la mujer”. Podría decirse que estas
dos escuetas frases definen claramente su pensamiento a ese respecto. Aplicó la
mirada violeta e hizo una defensa explícita de los derechos de la mujer, y su
pensamiento feminista rompió con muchos estereotipos de la época.
Para
conseguir esa igualdad que ansiaba, Pardo Bazán abogó por el derecho de las
mujeres a recibir una educación íntegra e igualitaria y a poder desempeñarse en
el mundo laboral en igualdad de condiciones. También propugnaba que la mujer
tenía derecho a formarse y desempeñarse como un ente individual al margen de su
marido, del cuidado de la casa y de los hijos. Su formación debía ser por y
para ella misma y no como parte del que se consideraba su cometido primordial
de perfecta esposa, madre y ama de casa. Denunció los asesinatos de mujeres o
“mujericidios” y el maltrato de estas identificando los fundamentos ideológicos
en que se basan, la idea de que los hombres son dueños de las mujeres y sus
vidas. Criticó la violencia simbólica, las asimetrías a la hora de juzgar en
función de si se hace con un hombre o una mujer.
En
este libro encontramos una interesante selección de textos (discursos, cartas,
ponencias…) a cargo de Marisa Sotelo Vázquez, profesora titular de Literatura
Española de la Universitat de Barcelona, especializada en literatura de la
segunda mitad del siglo XIX. Son numerosos sus trabajos en torno a la figura de
Pardón Bazán y excelso su conocimiento sobre la escritora como deja patente en
la introducción del libro.
María Dolores García Pastor