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miércoles, 19 de enero de 2022

Reseña: SOÑANDO PALABRAS, de Alicia Martín López.

 

Las palabras llaman al escritor cuando este pasea por la calle. No es de extrañar que le susurren al oído cuando no se encuentre ante el ordenador. Piden ser plasmadas sobre el papel, transmitir pensamientos, recuerdos, anhelos: historias. En esto pienso tras la lectura de Soñando palabras, el personalísimo libro de narrativa breve de Alicia Martín López del que hablaremos en esta reseña.

Soñando palabras es un libro compuesto por veintiún relatos y cuarenta y un  microrrelatos, todos ellos de temática variable (si bien, como veremos a continuación, podemos encontrar temas comunes en ellos), títulos breves (a veces, solo de una palabra) y una prosa poética que, sin duda, hemos de decir que es la característica más fuerte de los textos de Alicia Martín López.

El libro comienza con Sombra, una historia en la que un hombre se siente culpable por la muerte de su amada. Se trata este de un relato de espíritus que nos recordará bastante a las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, y que tanto tendrá que ver, puesto que en ellos también aparecen espíritus errantes y personas que han de descifrar sus enigmas, con otros relatos de este volumen, como El misterio del Charlotte, El caminante y Renacido. Estos cuentos, además, son historias de aventura que mantendrán con la intriga hasta el final al lector.

Los accidentes suelen dar muchos quebraderos de cabeza. A veces, como vemos en las historias anteriores, acaban con un fantasma de por medio. Otras veces, nos regalan músicas y sueños evocadores, como vemos en Melodía.

Los regalos son importantes, como vemos en precisamente Regalo, un cuento sobre la vejez y los recuerdos, o en El manzano, que nos presenta un cuento dentro de otro.

Los recuerdos nos ayudan a conectar con el pasado, como vemos en Regalo y Recuerdos.

La aventura en el desierto está garantizada en el relato El sabio. ¿Pero que queréis más aventura todavía? No dejéis de leer El libro, una historia sobre un libro mágico; Cantos a la vida, un cuento sobre una isla donde se reúnen los pájaros; Inspiración, un relato que transcurre en el campo; y Auretaunin, un cuento histórico y fantástico.

Sol es una interesante oda al astro rey.

Veinticuatro de diciembre nos habla de un nacimiento que no es el de Jesús.

El rugido es una historia de unas niñas que viven sus propios cuentos.

En Retorno encontraremos señales de que todo saldrá bien.

El patio es un complejo relato metafórico que os dará mucho que pensar.

La llamada es un relato de misteriosas llamadas.

Y En un instante es un relato de crepúsculos evocados.

La prosa se vuelve aún más poética cuando llegamos a los microrrelatos, piezas especialmente breves de temática a veces oscura, a veces no tanto, que nos invitan a pasar la noche en vela, escuchar a los lobos, viajar con los recuerdos, ponernos especialmente románticos, entretejer sombras, disfrutar del momento, adentrarnos en el bosque, sentirnos como autómatas, vivir en deshielo, emprender un interesante peregrinaje, admirar La Alhambra, sentir la lluvia o vivir un inesperado encuentro, entre otras muchas más cosas.

He dicho al principio de este artículo que este es un libro muy personal de Alicia Martín López. Creo que por eso la autora se siente en la necesidad de explicarnos sus textos de vez en cuando a través de notas a pie de página. Yo, como lectora, sin embargo, me he dejado llevar por la lectura de este libro tan nostálgico como esperanzador; tan anclado en el pasado como con miras al futuro; tan obsesionado con la muerte como aferrado a la vida. Y es que ya sabemos que todo libro, una vez que sale de imprenta y llega a los lectores, pertenece a cada uno de ellos. Mi interpretación de este libro, por tanto, puede distar mucho de la que la autora haga de él. También de la que tú, amigo de La Orilla de las Letras, hagas de estos textos. Es por ello que te invito a adentrarte en Soñando palabras para que vivas por ti mismo la experiencia de sentir estas historias, de vivirlas, de razonarlas, de encontrar tus propios significados. ¿A qué esperas para dejar que tu imaginación vuele con estas palabras soñadas?

Cristina Monteoliva