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martes, 14 de diciembre de 2021

Reseña: NI AQUÍ NI EN NINGÚN OTRO LUGAR, de Patricia Esteban Erlés.

 

Cuentos tradicionales, cuentos infantiles, cuentos de hadas. Todos nos hemos criado con ellos, pero, ¿con qué versiones? ¿Eran en su origen tan benévolos como se nos presentan en los últimos tiempos o como nos quiere hacer ver la industria cinematográfica? ¿Acaso su fin no era el de enseñar a los niños el temor por los peligros reales de una vida, antaño mucho más dura? ¿Y por qué no reinventarlos para que vuelvan a ser piezas oscuras que nos den que pensar?, pienso tras la lectura de Ni aquí ni en ningún otro lugar, el nuevo libro de relatos de Patricia Esteban Erlés ilustrado por Alejandra Acosta del que hablaremos a continuación.

Ni aquí ni en ningún otro lugar es un volumen compuesto de un total de dieciséis relatos que giran en torno al mundo de los cuentos de hadas, siempre desde el personal punto de vista de Patricia Esteban Erlés. El volumen le debe el título al último de los cuentos, una historia que sirve de colofón a un libro que resultará cuanto menos impactantes al lector poco acostumbrado a las versiones más oscuras de los cuentos de hadas.

Todo comienza con una anciana, concretamente la protagonista de La vieja, una mujer de vida sencilla que no deja de contarse a sí misma el mismo cuento una y otra vez.

Continuamos con El príncipe, una historia en la que descubrimos lo peligroso que puede ser que unos reyes quieran que su hijo no muera (o no del todo).

Dos princesas es un microrrelato en el que en realidad nos encontramos a tres. La peste negra ha sesgado sus vidas, lo que no quiere decir que no sigan teniendo ganas de pasar un buen rato.

Si bien la mayoría de los cuentos de este volumen nos transportan a los típicos reinos de los cuentos de hadas, de pronto nos topamos con El ogro, una historia situada en un mundo parecido al nuestro en el que un hombre es acusado de terribles crímenes que habría cometido en un campo de concentración.

El monstruo vuelve a llevarnos junto a las princesas encantadas para descubrirnos una curiosa paradoja. Solo os dará una pista: a veces lo que quiere todo el mundo para nosotros no es lo que nosotros deseamos.

Gigantes y enanos habla precisamente de estos dos tipos de personajes, de los reinos y los castillos en los que a veces se encuentran.

Los gatos de Angeline es otro de estos relatos paradójicos que tanto nos dan que pensar. En él, descubriremos la importancia de los gatos para mantener a raya a las ratas, que tantas enfermedades portan y, por ende, lo esencial que resulta que el mundo exista un equilibrio entre especies.

Funeral de hadas nos habla del momento en el que las hadas descubrieron que eran mortales. En esta historia también nos encontramos con una curiosa paradoja que, de desvelarse en esta reseña, le quitaría toda la gracia a la trama.

Espejismos nos transporta al cuento de Blancanieves. ¿Qué pasaría si en este el espejo de la reina no se comportara como debe? La respuesta la encontrarás en esta historia.

Sacrificio nos habla del destino de los hijos bastardos de un rey. ¿Hay o no un monstruo en esta historia? Nuevamente, tendrás que leerla para averiguarlo.

El cuento desierto es un relato de ejércitos sublevados y jóvenes que descubren su hermosura.

Al igual que El ogro, Neverland hunde sus raíces en un mundo similar al nuestro para hacernos descubrir una historia en la que los niños son algo parecido a los héroes de los cuentos infantiles mientras que la madre es el ogro malvado.

Primer día nos muestra una versión de Hansel y Gretel tan cruel como inesperada.

Madre es la historia de una mujer que, al no aceptar la muerte de su hijo al nacer, consigue que su mundo se vuelva todo oscuridad.

El buen dormir nos brinda una versión tan realista como lúgubre del cuento de la Bella durmiente.

Finalmente, Ni aquí ni en ningún otro lugar nos hace reflexionar sobre el papel que tradicionalmente han tenido las hermanastras en los cuentos de hadas. ¿Por qué siempre han de ser malvadas? ¿Y si pudieran tener un papel relevante en la historia? Se trata este, a mi parecer, de la mejor historia de este volumen, como decía anteriormente, el perfecto colofón para este libro de personajes siniestros, giros inesperados de guion y desenlaces descorazonadores.

Con respecto a las ilustraciones de Alejandra Acosta, diremos que no solo, con sus tonalidades en blanco, negro y verde, casan perfectamente con las historias aquí narradas, sino que, además, enriquecen sustancialmente este volumen, convirtiéndolo en una pequeña joya para coleccionistas.

En Ni aquí ni en ningún otro lugar, en definitiva, encontraréis cuentos de hadas oscuros; historias tan bien planteadas que tanto os darán que pensar al tiempo que un escalofrío recorre vuestra espalda. Este es un libro de relatos perfectamente ejecutados que hará las delicias de todos los amantes de la fantasía, el terror y de las versiones diferentes de los cuentos infantiles: aquellas en las que los villanos no lo son tanto, donde los marginales reclaman su lugar en la historia y los finales felices no tiene cabida. Y tú, ¿te atreves a adentrarte en sus páginas?

Cristina Monteoliva