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viernes, 30 de abril de 2021

Reseña: LA ÚLTIMA AVENTURA DE LA PIMPINELA ESCARLATA, de Jesús Ulled.

 


Las apariencias nos engañan en muchas ocasiones, de ahí que muchas personas que se hacen pasar por respetables individuos a ojos de la sociedad cometan todo tipo de actos reprobables cuando están fuera del alcance de la vista de los demás. ¿Pueden alguna vez tener una justificación, algo que haga que les veamos como mejores? Pensemos en Robin Hook, que robaba a los ricos para repartir el dinero entre los pobres. O en los miembros de La Pimpinela Escarlata, una sociedad secreta que haría exactamente lo mismo. ¿Quieres conocer al último de sus miembros? Entonces tendrás que leer La última aventura de La Pimpinela Escarlata, de Jesús Ulled. Pero si quieres saber antes de qué va este libro, no tienes más que seguir leyendo esta reseña.

Simon Sinclair es un graduado cum laude en Historia del Arte, Egiptología y Lenguas Clásicas por la prestigiosa universidad de Oxford. Además de ser políglota y bien educado, tiene un gusto exquisito por las obras de arte. Esto último, al igual que el puesto como prestigioso anticuario, lo heredaría de su padre. También de su progenitor obtendría su puesto como último miembro en activo de La Pimpinela Escarlata, una sociedad secreta que roba a los ricos y favorece a los pobres.

La última aventura de Simon le lleva en su barco en compañía de su fiel sirviente Khao (un antiguo soldado gurka) a Barcelona. Allí conocerá a los Tubella. El patriarca, Amadeu, es un industrial de dudosas prácticas al que Simon decide dar un escarmiento. Lo que no espera nuestro aventurero es encontrar en compañía de Amadeu Tudella a König bajo el nombre de Von Rolland, un alemán al que conoció cuando sirvió en el ejército en Egipto. Está claro que König trama algo. La cuestión es: ¿podrá Simon descubrirlo antes de que cometa sus malvados planes?

Todo empieza en Barcelona, donde vemos a Simon en su barco. En la primera parte del libro, sin embargo, y tras contarnos la historia de amor de Simon con Lavinia, una mujer inglesa casada, la acción retrocede bastante en el tiempo. Y es que si bien en esta primera parte Simon estará bien presente, para el autor de este libro se hace importante que conozcamos los orígenes de La Pimpinela Escarlata, una sociedad secreta cuyos miembros comenzaron salvando de la guillotina a los nobles franceses para, más adelante, dedicarse a robar joyas y obras de arte a los nobles para repartir la riqueza entre los pobres.

El primero en entrar en esta sociedad en su familia, como vemos, no es Simon, sino su padre, Esmond. En esta parte del libro, veremos cómo fueron sus comienzos, qué le llevaría al palacio de Las Dueñas en Sevilla y cómo se enamoraría de su mujer.

¿Volveremos a la Barcelona de 1922, época del presente de Simon tras conocer las hazañas de su padre? Todavía no, pues aún nos queda saber sobre el pasado del joven anticuario, sus andanzas en el ejército, donde conocería a su fiel empleado y amigo Khao, y demás.

La segunda parte del libro por fin nos devuelve a la Barcelona de los años veinte para hacernos vivir esa última aventura de Simon en tierras catalanas, pero también francesas. Será fuera de nuestro país donde conocerá al célebre ladrón Arsenio Lupin, con el que se aliará para conseguir detener al malvado König. También tendrá una aliada en Josefina, condesa de Cagliostro, una mujer enigmática y atractiva de la que Simon, sin embargo, no se enamorará.

Como suele pasar en las novelas clásicas de aventuras, nuestro héroe es un hombre conquistador con, casi literalmente, un amor en cada puerto. Su gran amor, sin embargo, será Lavinia, una mujer casada a la que Simon no podrá olvidar por muchas amantes que consiga.

La última aventura de La Pimpinela Escarlata, en definitiva, es un libro ideal para los amantes de las historias clásicas de aventuras. Y es que se trata este de una obra llena de acción, romanticismo y amor por el buen arte que hará las delicias de los que crecisteis a la sombra de los grandes y elegantes héroes de otros tiempos. Si los echáis de menos, dadle una oportunidad a Simon. Aunque, ¡cuidado!, que igual os acaba robando el corazón.

Cristina Monteoliva