A menudo pensamos en
los cómicos como personas eternamente alegres, siempre dispuestas a encontrar
un chiste incluso en las situaciones más complicadas. Olvidamos, me temo, que
no dejan de ser seres humanos como nosotros, con sus luces y sus sombras, estas
últimas, a veces, tan alargadas que amenazan con tragarse a cualquier mito que
se les ponga por delante. De eso y mucho más va Un par de cómicos, la novela de Don Carpenter de la que hablaremos
en este artículo.
Jim
Larson y Dave Ogilvie forman una pareja de cómicos de éxito que trabajan,
fundamentalmente, en verano, cuando son convocados para rodar la película de
turno y hacer una gira por Las Vegas, entre otros trabajos. Uno de aquellos
veranos, David deja a sus numerosos familiares ocupando su casa de las montañas
de Somona y pone rumbo a Los Ángeles. Una vez allí, se percata de que Jim ha
vuelto a desaparecer, como tantas otras veces. Tras encontrarle en su propia
casa y acabar enterrando allí a su abuelo, fallecido de improviso, los dos
cómicos volverán a Los Ángeles para continuar con el plan inicial. La cuestión
es: ¿acabarán juntos el verano o Jim volverá a desaparecer?
Esta
es la historia de Jim Larson y Dave Ogilvie, contada por este último en primera
persona: dos cómicos de éxito que trabajan fundamentalmente en verano y que,
como veremos, se la pasan de fiesta en fiesta cuando el deber no los requiere.
Jim
y Dave se conocen desde la época en el Instituto Berkley. Ya entonces Jim daba
muestras de su brillantez, aunque eso no parecía ser suficiente. Tras épocas
mediocres, su carrera conjunta despegaría, hasta asentarse en la comodidad en
la que se encuentra en el momento de la narración.
Dave
tiene una casa en las montañas de Somona que se llena de familiares cuando él
se marcha a trabajar a Los Ángeles, a rodar la película anual. De Jim sabemos
que oculta sus problemas y que desaparece cuando menos se lo esperan los demás,
lo que suele causar problemas a su socio.
Jim
y Dave se mueven como peces en el agua en el mundillo de Hollywood: tienen
amigos productores (los mismos que les han encumbrado), conocen a chicas
interesantes, toman alcohol y drogas. Tanto la vida social como la profesional
les van bien, excepto cuando Jim, como ya hemos dicho antes, decide
desaparecer.
La
vida de estos cómicos tiene sus luces y sus sombras. Gracias a ellos, además,
conoceremos también las luces y sombras de todo el mundillo de Hollywood, con
sus numerosos y variopintos personajes, perfectamente retratado en estas
páginas.
Un par de cómicos,
en definitiva, es una novela que nos habla de la verdadera vida de una pareja
profesional que se dedica al humor, de las virtudes y los defectos de cada uno
de sus componentes, así como lo bueno y lo malo que tiene el mundo en el que se
mueven. Se trata esta de una obra sobre el mundo de Hollywood, al menos en la
época en la que se encuadra la obra, pero también sobre el arte, la comedia, la
amistad y el compañerismo entre sus protagonistas. Y tú, ¿a qué esperas para
embarcarte en este interesante viaje con Jim y Dave?
Cristina Monteoliva