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viernes, 8 de enero de 2021

Reseña: LAS VOLADORAS, de Mónica Ojeda.

 

Existen, a mi parecer, dos tipos de apasionados del relato gótico: aquellos que solo quieren saber de aquello que se escribió antes del siglo XX y no dejan de releer a los clásicos; y los que (y en ellos me incluyo) siempre buscan nuevas historias oscuras, originales y frescas. A estos últimos recomiendo Las voladoras, el nuevo libro de relatos breves de Mónica Ojeda. ¿Qué quieres saber de qué va el volumen antes de decidirte por él? Entonces no tienes más que seguir leyendo este artículo. ¿Preparados? ¡Pues comenzamos!

Las voladoras es una obra compuesta por ocho relatos breves, de extensión variable, que podríamos calificar, aunque algunas de sus historias tengan lugar en ciudades y no en la montaña, de gótico andinos desde un punto de vista fundamentalmente femenino. Si bien cada cuento nos ofrece una experiencia lectora distinta, podemos decir que todos ellos guardan relación precisamente por ese aire sombrío, esa parte de fantasía oscura que irrumpe en el mundo real, la pasión por la sangre de algunos de sus personajes, las brujas, la aparición de cóndores sobrevolando la acción en cualquier momento o la prosa cercana, a veces un tanto confusa por ser puro pensamiento de sus personajes, claramente poética en muchas otras ocasiones. Estos y otros asuntos que tienen estos cuentos en común los veremos en los siguientes párrafos, cuando hablemos brevemente de cada una de las piezas del volumen.

El libro comienza con la pieza que le da título a todo el volumen, Las voladoras, un relato claramente fantástico en el que una familia ha de convivir de forma más o menos insana con una bruja mitad animal. También de brujas, pero más reales que fantásticas, pues en él se habla de la existencia de las mujeres de una misma familia que realizan abortos ilegales y ciertos conjuros, habla Sangre coagulada, el segundo de los relatos.

Las voladoras y Sangre coagulada son relatos hasta cierto punto macabros en los que se trata, de distinta manera, el tema del maltrato dentro del ámbito familiar. Estos temas, de forma aún más patentes, se encuentran en Cabeza voladora, una historia, también de brujas, en la que su protagonista se encuentra con la cabeza cortada de una vecina adolescente, lo que hace que se obsesione hasta prácticamente la locura.

El maltrato también aparece en Caninos, esta vez de parte de una madre y una hija a un hombre desvalido, el marido y padre, y a la otra hija, distinta a las otras dos mujeres de la familia. Será esta segunda nuestra protagonista obsesionada con la dentadura postiza de su padre muerto.

Las relaciones familiares es un tema muy presente en los anteriores relatos. En Slasher, sin embargo, vamos un poco más allá al encontrarnos con dos gemelas expertas en los espectáculos de ruido, donde una de ellas, harta de la otra, solo piensa en cómo hacerle daño físico a su igual de la forma más cruel posible.

Los cóndores que aparecen de forma fantástica, las catástrofes (algunas, naturales) y las montañas son elementos esenciales de los relatos Soroche, una historia en la que nos encontramos con cuatro amigas bien distintas y donde vemos cómo una decide saltar de una montaña cuando iban de excursión, motivada por una gran humillación; Terremoto, un cuento en el que dos mujeres se aman en medio de la catástrofe hasta que la misma catástrofe las alcanza; y El mundo de arriba y el mundo de abajo, una historia donde el brujo es un hombre, el mismo que intenta por todos los medios resucitar a su hija muerta.

Las voladoras, en definitiva, es un excelente volumen de cuentos incapaz de dejar indiferente a ningún lector, mucho menos si el que se adentra en él es un amante de lo fantástico. Un libro único en el que el término gótico cobra un nuevo sentido gracias a sus ocho sorprendentes historias en las que la sangre, lo mágico y lo oscuro están siempre muy presentes. Y tú, ¿a qué esperas para volar con sus letras?

Cristina Monteoliva