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domingo, 17 de enero de 2021

Reseña: DIARIO DE LOS AÑOS DEL PLOMO, de Richard Matheson.

 

¿Eres un apasionado de las buenas historias de vaqueros? Historias de colonos, buenos, malos, aventuras, desventuras y grandes pasiones. Pero, ¿y si el héroe no fuera absolutamente bueno? ¿Crees que podrías empatizar con él? Nada mejor que leer una novela genuinamente del Oeste para comprobarlo. Me refiero a Diario de los años del plomo, la obra de Richard Matheson ganadora del Premio Spur de la que hablaremos en este artículo.

Una vez acabada la Guerra de Secesión, Clay Halser vuelve a su pueblo natal, Pine Grove, sin saber que jamás podrá casarse con la chica de sus sueños, Mary Jane. Y es que lo que comenzara como una simple partida de póker acabaría con la muerte accidental de un hombre y la irremediable huida hacia el Oeste de nuestro muchacho. Halser pasaría toda una década recorriendo varios estados y ocupando distintos puestos de trabajo en ellos. El que estuviera a punto de ser ahorcado en su pueblo pasaría a convertirse, con el tiempo, en un legendario marshal preocupado por mantener a raya a cuatreros y caciques. La cuestión es: ¿dónde acaba el hombre y empieza la leyenda?

Esta es la historia de Clay Halser, un personaje que se inspira en la figura real de Will Bill Hickok, quien aparecerá a lo largo de la trama solo de forma testimonial. Clay Halser es amigo del reportero Frank Leslie, un tipo serio preocupado por conocer al hombre que se esconde tras la leyenda del marshal del Oeste. Tras la repentina y absurda muerte de Halser, Frank Leslie se ocupará de revisar los cuadernos de Halser (nuestro hombre empezaría a escribirlos durante la guerra; el primero de sus cuadernos lo encontraría entre las pertenencias de un soldado confederado) con el fin de ofrecer al lector los pasajes más interesantes de los mismos, aquellos que nos dan a conocer no solo las aventuras más emocionantes vividas por el marshal, precisamente las que le convirtieron en un mito, sino también la verdadera naturaleza de un ser humano imperfecto, sensible y atormentado por sus circunstancias. A menudo, Leslie ha de intervenir para resumir partes de los diarios de Halser o aclarar ciertos asuntos, como la distorsión que existía entre lo que se contaba sobre nuestro hombre en los periódicos y lo que pasaría en realidad.

Los mejores personajes no son ni buenos ni malos, sino una mezcla de ambas cosas. Así, como pronto veremos, Halser es un tipo capaz de cometer grandes actos, pero también de hacer todo lo contrario. En unos momentos de su vida, fue forajido; en otros, fue un héroe. En todos, sin embargo, fue el mismo hombre: un chico que, buscándose a sí mismo, acabó por perderse del todo.

Son muchos los actores secundarios con los que Halser se encontrará a lo largo de estas páginas. Algunos le harán ir por el buen camino; otros, por el malo. De todos ellos, me gustaría hablar de los personajes femeninos y de la relación que nuestro supuesto héroe tiene con las féminas. Estas mujeres serán tres. En primer lugar nos encontramos con Mary Jane, la idolatrada por Halser y la mujer que nunca pudo ser su esposa por cosas del destino. A pesar del poco trato que Halser tuvo con ella, de vez en cuando sus pensamientos le llevan a recordarla, a lo que pudo haber sido y no fue.

En segundo lugar tenemos a Hazel, una chica de circo con la que Hasel mantiene un intermitente romance más sexual que sentimental que no puede acabar bien.

Por último, nos encontramos a Anne, la madre de la hija de Hasel y la que por un tiempo fuera su esposa, una mujer con la que todo empezó mal por otra de aquellas emocionantes aventuras, esta relacionada con el padre de la dama.

Diario de los años del plomo, en definitiva, es una genuina novela del Oeste llena de emboscadas, tiroteos y asesinatos, de grandes villanos, damas en apuros y héroes que en realidad son muy humanos. Una historia sin duda cargada de aventuras que proporcionará a sus lectores grandes dosis de emoción, como no podía ser de otra manera. Y tú, ¿a qué esperas para poner rumbo con tu caballo hacia el más salvaje de los territorios en la más terrible de las épocas?

Cristina Monteoliva