Título: Shhh
Autora: Magnhild
Winsnes
Traducción: Ana
Flecha Marco
Publica: Liana
Editorial
Páginas: 368
Precio: 24 €
¿En qué momento
podríamos decir que pasamos de la infancia a la adolescencia? ¿Qué hace que
unos den este paso antes que otros? ¿Por qué aquellos que aún no están listos
parecen quedarse atrás? ¿Y por qué estos temas se abordan con tan poca
frecuencia (o, al menos, a mí así me lo parece) cuando en realidad son
cruciales para los más jóvenes?, me pregunto tras la lectura de Shhh, la historia gráfica de Magnhild
Winsnes de la que hoy hablaremos.
Como
cada verano, Hanna va a pasar unos días en el campo con sus tíos y sus primas
Siv y Mette. Hanna espera estar todo el tiempo corriendo y jugando con su prima
Siv, de la misma edad y de gustos similares a nuestra chica, pues es lo que
siempre han hecho durante las vacaciones. Siv, sin embargo, quiere estar con
Mette y los amigos de esta, haciendo cosas de chicas mayores y, por supuesto,
compartiendo sus secretos. Pero Hanna no está preparada: ni para ser una chica
mayor ni para ocultar las verdades a los adultos. ¿Cómo acabarán las vacaciones
para ella?
Hanna
es una chica a la que le gusta jugar en la naturaleza, una niña grande que no
se da cuenta de que sus primas están cambiando: se están haciendo mayores. Hanna
no entiende que hayan cambiado y sus primas no entienden que ella no. El
conflicto entre ellas no tardará en surgir.
Shhh es una novela
con más lenguaje visual que verbal, una obra en la que los matices de los
dibujos, de colores claros sin llegar a ser pastel (perdonadme si soy tan poco
precisa; como siempre os digo, no soy una gran entendida en temas de
ilustración y dibujo), son siempre importantes para entender lo que le pasa a
Hanna, una chica que todavía es una niña mientras que sus primas ya no lo son.
Una persona única que se convierte en una incomprendida, como les sucede a
tantas otras niñas en su situación en el mundo continuamente.
Shhh, en definitiva,
es una obra divertida y dramática al mismo tiempo, nostálgica, en cierta
medida, que nos habla del paso de la niñez a la infancia tal y como muchas
veces suele suceder: con la llegada a la pubertad de unos mientras otros se
quedan atrás. En este caso, es la que se queda atrás la que se siente
incomprendida a la vez que no comprende bien lo que pasa. Pero, ¿por qué
debería sentirse mal por querer seguir siendo una niña? ¿Y por qué no te animas
ahora a descubrir su entrañable historia? Estoy segura de que encontrarás en
ella mucho más de lo que yo ya te he contado. ¡Venga, vamos todos al campo con
Hanna!
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva