Título: Un gin-tonic para
mamá. Diario de una madre desbordada
Autora: Gill Sims
Traducción: Sonia Figueroa
Martínez
Publica: HarperCollins Ibérica
Páginas: 384
Precio: 17,99 € / 9,99 €
Ser la madre perfecta no es que resulte
complicado: ¡es imposible! Sin embargo, cada día hay una madre en el mundo que,
agobiada por otras madres que se creen superiores a ella, se propone serlo. Los
resultados pueden ser mejores o peores en función de la personalidad de la
madre. Si esa madre en realidad no tiene voluntad para llevar una vida ordenada
en su hogar, podemos encontrarnos algo como lo que leemos en la divertida
novela de Gill Sims Un gin-tonic para
mamá. Diario de una madre desbordada. Si quieres saber un poco más sobre
esta historia antes de decidirte por ella, no tienes más que seguir leyendo
esta reseña.
Comienza un nuevo curso
escolar y Ellen se prepara para ser la mejor de las mamás ahora que tiene
treinta y nueve años. Con tal fin, Ellen ha elaborado un magnífico plan para su
día a día este año, ni sus hijos, Peter y Jane, ni su marido, Simon, ni su
perro, ni ella misma estarán en realidad dispuestos a ponerlo en marcha. Así, como
cada año, Ellen acabará haciendo peripecias para llegar con los niños al colegio
a tiempo, batallar con las madres perfectas en la puerta del centro y cumplir
con su trabajo de media jornada. Aunque pocas veces pueda contar con Simon, al
menos encontrará en Hannah y su nuevo amigo, Sam, buenos aliados con los que
salir a tomar copas de vez en cuando. El giro inesperado del año llegará con la
creación de Ellen de una aplicación, un juego, sobre una madre tan desesperada
como ella. ¿Conseguirá ganar algo de dinero con ella antes de perder el hígado
a causa de la bebida?
Este es el diario de
Ellen, una inteligente y divertida madre escocesa con un trabajo de media
jornada y mucho estrés por culpa de sus hijos, su perro, su marido, diversos
familiares que iremos conociendo a lo largo del año escolar que dura la
narración y las madres perfectas del colegio. A Ellen le gustan los zapatos,
pasar de todo los viernes, beber vino y bebidas alcohólicas de todo tipo y
hacer listas idealistas de cosas que hacer durante un día perfecto.
A Ellen le irían mejor las
cosas, podemos deducir tras un rato de lectura, si Simon, su marido, estuviera
dispuesto a empatizar con sus sentimientos y a colaborar más con las tareas del
hogar (o, al menos, algo). El suyo se trata, por mucho que mejoren las cosas a
lo largo de la narración, de un matrimonio bastante descompensado. ¿Conseguirán
llegar juntos hasta la última página del libro o, por el contrario, acabarán
separándose Ellen y Simon?
La historia, al ser un
diario, no consta de una trama principal clara. Aunque, sin duda, podemos
encontrar dos subtramas que harán de unión entre día y día del diario: la
obsesión de Ellen por huir de las otras madres y la creación por parte de
nuestra protagonista de una aplicación que viene a representar su propia vida
como madre moderna y desesperada.
Si bien esta historia
me ha dado que pensar que, por mucho que nos quejemos, hay sociedades europeas
mucho más machistas que la nuestra (vuelvo a decir que Simon, además de creer
que el reparto de las tareas es algo que no le incumbe, es un tipo al que le dan miedo los
sentimientos; y la asociación de padres de alumnos está compuesta mayormente
por mujeres) también me ha proporcionado muchos momentos de diversión pues, al
fin y al cabo, de eso se trata: de reírnos con las disparatadas ocurrencias del
día a día de esta madre desesperada. Es por ello, por su comicidad y su
inteligencia, que Un gin-tonic para mamá.
Diario de una madre desbordada me parece muy recomendable para todos los
que necesitáis daros un respiro. Y mucho más que un gin-tonic, que ya se sabe
que igual se acaba encadenando con un segundo y un tercero, y al final se puede
acabar con dolor de cabeza al día siguiente.
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.