Título: IQ
Autor: Joe Ide
Traducción: Eduardo Hojman
Publica: Alianza Editorial
Páginas: 400
Precio: 18 € / 14,99 € (Epub)
No importa el nivel económico, el
entorno social o los obstáculos que vayan surgiendo: si una mente prodigiosa ha
de hacerse camino en la vida, siempre y cuando haya determinación, conseguirá
llegar a donde quiera. Este es el caso de Isaiah Quintabe, el protagonista de IQ, la novela de Joe Ide. Si quieres
saber quién es este detective antes de decidirte por este libro, no tienes más
que seguir leyendo esta reseña.
Isaiah Quintabe,
conocido por todos como IQ, es un detective privado sin licencia que lleva
tiempo resolviendo casos a cambio de los humildes regalos que sus clientes,
habitantes de la zona este de Long Beach, en Los Ángeles, le hacen. Cansado de
no cobrar en efectivo, IQ decide aceptar el caso que su desastroso amigo Dodson
le ha conseguido. Acompañado por este, IQ pondrá rumbo a la casa de un conocido
rapero que ha sufrido un intento de asesinato allí mismo por parte de un tipo
que entró por su jardín con un terrorífico perro. Las pesquisas llevarán a
nuestro detective a investigar el mundo de los criadores de perros, a los
guardaespaldas de Cal, el famoso rapero que le ha contratado, y hasta a la ex
mujer de este último. Si IQ no consigue resolver el caso pronto, no solo el
dinero prometido se esfumará, sino también la promesa de una vida mejor para el
chico discapacitado al que apadrina desde hace años. ¿Quién querría matar al rapero?
¿Y con qué intenciones? ¿Será la mente prodigiosa de IQ capaz de resolver este
caso y conseguir así el dinero que necesita?
Isaiah Quintabe no es
un detective como todos los demás. No lo digo porque no tenga licencia o porque
lleve tiempo resolviendo casos relativamente fáciles y cobrando por ellos
regalos de poca consideración, sino por la mente privilegiada que habita en su
cabeza. Una mente con la que podría haber llegado muy lejos si su pasado
hubiera sido otro. La misma que le lleva, junto a su amigo Dodson, a resolver
el caso más complicado en su carrera hasta la fecha utilizando el método
inductivo.
La novela nos
transporta a dos tiempos en la vida de Isaiah: el pasado, en 2005, y su
presente, en el verano de 2013. En 2005, Marcus, el hermano de Isaiah y único
familiar vivo del que entonces era un adolescente, moría trágicamente dejando a
Isaiah solo y desconcertado. Fue entonces cuando el chico conoció a Dodson, un
pequeño traficante con el que acabaría, con tal de conseguir dinero para
mantenerse, no solo compartiendo piso, sino también cometiendo una serie de
pequeños crímenes que desembocarían en una nueva tragedia que pesaría sobre los
hombros de Quintabe durante el resto de su vida.
En el presente, como
veremos, Isaiah y Dodson vuelven a aliarse, esta vez para resolver un caso de
intento de asesinato. Alguien ha intentado matar de noche al famoso rapero Cal
con un gigantesco perro sin que sus guardaespaldas pudieran impedirlo.
Alrededor de Cal, un drogadicto deprimido que pronto encontrará su tabla de
salvación en la autoayuda, se mueven un buen número de personajes que podrían
querer verle muerto: Charles y Bug, los inseparables guardaespaldas unidos al
rapero por un pasado en común; Anthony, su impaciente secretario; Noelle, la furiosa
ex mujer con la que Cal sigue en guerra tiempo después del divorcio; Bobby, el productor
musical desesperado, y puede que algún otro que IQ tarde en relacionar con el
caso. El tiempo corre y hay que averiguar quién contrató al tipo del perro para
matar a Cal. ¿Conseguirá IQ gracias al método inductivo resolver el caso?
IQ,
en definitiva, es una divertida novela negra llena de personajes singulares y
un libro que busca la crítica del mundo de la música en particular,
concretamente el del rap en Estados Unidos, y del mundo actual en general; nos
plantea un caso original e interesante y, sobre todo, nos hace pensar en las
personas que no lo tienen fácil en la vida y, aun así, gracias a su intelecto y
su voluntad, consiguen, poco a poco, llegar a donde quieren. Dicho esto: ¿te
atreves a investigar con IQ y Dodson este curioso caso del perro asesino?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.